"Tenía dos caminos: mostrar que Chile vino a Japón o terminar la carrera y que nadie me viera"

- ¿Qué recuerdo se lleva de sus primeros Juegos Olímpicos?
- Estaba muy ansiosa, tenía muchas ganas de correr. Nunca había tenido tantas ganas de empezar una carrera. Nos concentramos por por mucho tiempo. Mi meta aquí siempre fue estar en la fuga del día y representar a Chile, no en el pelotón. Me gusta que la gente vea que Chile está ahí. 

- ¿Tenía pensando quedar líder o fue algo que se le ocurrió durante la carrera?
- Lo había pensando, y durante la carrera me decidí. Estábamos peleando con el calor para que me dejara tranquila. No pude aguantar mucho y se apoderó de mí. Dije ya. Tengo que salir y mostrar un poco que estoy acá todavía. Era eso, sufrir un rato adelante, y ojalá poder inspirar a una niña chilena. O que nadie me viera y terminar la carrera. Quería que la gente del mundo viera que Chile está aquí. 

- ¿Qué reflexión hace después? Al final tuvo que abandonar...
- La escapada fue muy temprano y todos no nos dimos cuenta lo rápido que se fue. Por tanto ya no tenía opción de quedarme con una medalla. Uno nunca está satisfecho, pero es algo que me dio muchas enseñanzas en el lado mental. La chica que ganó demostró que ser valiente favorece y que hay que atreverse.

- ¿Se siente muy lejos del nivel que encontró acá? ¿Qué le falta?
- Tengo que creerme el cuento que estoy a nivel olímpico, y tomar más iniciativa en mis decisiones en carrera. Quedé con mucha ilusión. Quiero planear mi carrera deportiva de aquí en adelante.

- Cómo es debutar en unos Juegos Olímpicos: ¿se da cuenta de dónde está?
- Es muy difícil. No me doy cuenta en donde estoy y lo importante que es todo esto. Yo supe muy poco antes que iba a participar. Todo pasó muy rápido, pero me doy cuenta que puedo hacer esto tres o cuatro veces más. 

- Es parte de una nueva generación chilena: ¿qué buscan?
- Motivar a la gente a que se mueva y a los jóvenes. Acá en la villa conversé con la Katina, de esgrima. Fue chistoso. Ambas estuvimos en los Juegos Sudamericanos Juveniles y ahora en Tokio. También conocí al de triatlón, Diego Moya. Y también hablé con Bárbara Riveros que es una de mis ídolas en secreto. Se estaba lavando los dientes y me dice: hola, tú eres la chica del ciclismo. Conversamos harto rato. No hablamos de competencia.

- ¿Cómo vive el mundo de las redes? ¿Ve un peligro ahí?
- Con las redes sociales podemos crear un espacio para motivar gente y personas que no son deportistas, y conectarse fácilmente. ¿Peligro? Hay que concentrarse. Acá silencié todas mis historias para que la gente no me pudiera responder en Instagram, por ejemplo. Pero para mí las redes sociales son una distracción más buena que negativa. Sé que cuando leer los mensajes y cuando no.

- Habló de Bárbara Riveros. Ambas son parte de una delegación más femenina: ¿qué cambió y qué falta respecto a la igualdad?
- Es muy bacán, inspirador y el futuro es femenino. Esta es la delegación más grande de la historia y que además todas sean mujeres es genial. Eso significa tener muchas referentes. No importante quien sea.

-  ¿Seguirá en Europa después de los Juegos?
- Estoy viviendo en Holanda, donde estoy con mi equipo Sub 23, y estoy estudiando un curso de nutrición de alto rendimiento. Las chicas con las que corrí en los Juegos son las que están en todas mis carreras. Para mí la clave es seguir ahí y llegar a París con otro objetivo.