La otra generación dorada: cambió el deporte chileno y vive su último baile en Tokio
Han compartido varios Juegos Olímpicos y son los mejores de la historia en su deporte. Eligieron Tokio para despedirse. No tienen medallas, pero ganaron algo mucho más importante: reconocimiento.
El deporte olímpico chileno también empieza a despedir a una generación dorada. Un grupo de deportistas que no ha logrado subirse al podio o colgarse una medalla, sin embargo, a partir de una exitosa carrera han ganado algo más importante: mover los límites. Generar cambios.
Tomás González es uno de ellos. Luego de sumar dos cuartos lugares en Londres y dar pelea en Río, el gimnasta aterrizó de emergencia en Tokio. No lo dudó. Pensó que la mejor forma de cerrar su tercer ciclo era haciendo lo que mejor sabía. "Yo ya me siento un campeón por clasificarme", valoró el gimnasta de 35 años tras quedar fuera en las clasificaciones de suelo.
Bárbara Riveros denominó su participación en Tokio como el último baile, título que se hizo conocido a partir de la serie de Michael Jordan y los Chicago Bulls. El rótulo también le queda perfecto a la triatleta chilena que completó en Japón cuatro Juegos Olímpicos consecutivos. "Si me lo decían cuando pequeña, no lo hubiese creído", valora tras finalizar 25° en su prueba. En Río estuvo cerca: remantó quinta y obtuvo diploma olímpico.
A Kristel Köbrich no le gustan los rótulos. "Ni el último baile". Tampoco hablar de que son sus últimos Juegos. "Yo vivo el presente", dice la chilena de 35 años, que acaba de igualar la marca de cinco Juegos Olímpicos de Erika Olivera. Sobre sus compañeros eso sí sólo palabras de admiración. "Son los mejores en sus deportes, y gracias a ello se ha masificado. Se merecían una medalla, pero ya son unos campeones y referentes.
El resto del Team Chile los miran con respeto. "Hicieron historia. Uno hoy día habla de natación, gimnasia, triatlón y habla de ellos tres. Afortunadamente tengo el privilegio de compartir departamento con Kristen y Bárbara. Ellos han sembrado hace 20 años un camino que no existía para las futuras generaciones", valora Francisca Crovetto.
A veces el éxito en los Juegos Olímpicos no está en el podio, ni en los flashes, aunque ahí se acumulan los sueños de todos. En un país con 13 medallas olímpicas en toda su historia, un triunfo también es visibilizar deportes de los que antes nadie hablaba.