Saitama como kilómetro cero

"Estamos construyendo", se oye de boca de Lucas Mondelo y Laia Palau a poco más de 24 horas del debut de la Selección en Tokio, contra Corea (19 del ranking mundial) en el Saitama Arena. Estrategia o no por el disgusto del Eurobasket, que ha dejado a España fuera incluso del Pre-Mundial, España ha entrado en un proceso de cambio de guardia. Se va Laia, que ha simbolizado una época. También, por otros motivos, se ha retirado Xargay y dejó la Selección Anna Cruz, que no deja de ser la anotadora de la canasta más importante de la historia olímpica de España... Silvia Domínguez, otra grande, ya está por 34.

Es hora de anunciar que llega otro tiempo. El de Maite Cazorla, Leo Rodríguez, María Conde o Raquel Carrera, tremenda promesa a la que hay que seguir muy de cerca. Pero también hay jugadoras aún en el cénit, como Alba Torrens o, por detrás, Astou Ndour, con hambre de gloria. Por eso, España ha decidido quitarse un poco de lastre. Pero eso no significa que no vaya a competir. Mondelo mete a la Selección en un ramillete de ocho o nueve equipos con opciones para colgarse dos medallas, si damos por hecho que Estados Unidos volverá a colgarse el oro con la abanderada Sue Bird, que va a por el quinto al mando.

La primera fase de España no es cómoda, con la Serbia de Sonja Vasic y la Canadá de Kia Nurse esperando tras las coreanas, a las que conviene ganar para luego pelearse por evitar que Estados Unidos pueda tocar en el sorteo de cuartos. España ya ha llorado el disgusto de Valencia. Tiene ganas, como Laia, de beberse cada minuto de estos Juegos y, ahora que se ve menos en el foco, demostrarle al mundo que siguen teniendo un talento especial y algo único para competir.