JUEGOS OLÍMPICOS
El día más difícil de Crovetto
El sueño de Crovetto se acabó en la fase previa. La chilena ocupó una sorpresivo lugar 27 de 28 tras el primer día, muy por debajo de las expectativas.
Francisca Crovetto aterrizó en Tokio con un rol diferente. La chilena no sólo fue la abanderada de Chile en la ceremonia inaugural. También era una de las esperanzas de hacer algo importante en estos Juegos Olímpicos.
Se habla pasado porque ese sueño ahora se ve difícil. La primera jornada de competencias en el tiro skeet dejó a la chilena en una posición incómoda: penúltima y muy lejos de las seis que avanzan a la final de su categoría.
En el Campo de Tiro de Asaka, ubicado a 40 kilómetros del centro de Tokio, se derrumbó ese objetivo. La concentración de una primera ronda casi perfecta dio pasos a dos para el olvido donde falló cuatro veces. Y eso en un deporte sin espacio al error es demasiado.
La alegría y tranquilidad de la mañana se fueron esfumando con el correr de las horas, y en la última ronda la desazón era evidente: lejos de sus rivales, caminaba de lado a lado con la mirada en el piso. Intentaba animarse, volver a meterse en carrera, pero ya era demasiado tarde.
El silencio de Asaka, interrumpido por el sonido incesante de los disparos, se llevó con él a Crovetto. Al final de la competencia la chilena ni siquiera quiso hacer declaraciones. Los gestos dicen más.
Sabe que aún le quedan 50 platillos es poco probable que se vaya de Tokio con lo que vino a buscar. Incluso es muy difícil que pueda repetir una actuación como la que obtuvo en Londres el 2012, donde quedó a dos lugares. Tendrá que seguir esperando.