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TOKIO 2020

Cómo Japón convirtió entrar a Tokio en una tarea imposible

Los protocolos de ingreso a Japón se endurecen antes de los Juegos: esperas de hasta seis horas en el aeropuerto, aplicaciones para geolocolizar tus movimientos y una estricta cuarentena.

Tokio
TOKYO, JAPAN - JULY 13: Members of Italy’s Olympic delegation arrive at Haneda airport on on July 13, 2021 in Tokyo, Japan. Following a surge in coronavirus infections in Tokyo, the government has placed the capital in its fourth state of emergency as large numbers of foreign visitors arrive for the Olympics. (Photo by Yuichi Yamazaki/Getty Images)
Yuichi YamazakiGetty Images

El Aeropuerto de Haneda es uno de los pocos espacios donde se vive el ambiente de unos Juegos Olímpicos por estos días. Ahí se congregan cada hora cientos de deportistas, acreditados y prensa, preparados para sortear la primera gran prueba que Japón tiene preparado para sus invitados.

Tokio no es una fiesta, ni busca serlo. Desde que anunció que se realizará sin público y confirmó su cuarto estado de emergencia, dejó en claro las intenciones. Ésta vez es sacar la tarea adelante como sea, corriendo el menor riesgo posible, y sin importar los que queden en el camino.

Fernanda Aguirre fue una de ellas. La chilena aterrizó en Tokio con sus pruebas al día y la ilusión de sus primeros Juegos, sin embargo, no podrá competir tras dar positivo este martes en su arribo. Tendrá que guardar 10 días de cuarentena en una residencia sanitaria y no pisará la Villa Olímpica.

El sistema que armó Japón está diseñado para eso: identificar, reducir y aislar. El país asiático no flexibilizó las reglas, ni dio concesiones. Para los periodistas, la espera en el terminal aéreo puede alcanzar las 10 horas. Mientras, no sabes si te pedirán volver a tu país o te condenarán a una cuarentena de 14 o tres días, donde sólo se te permite salir 15 minutos del hotel para comprar cosas básicas.

Si tienes suerte la espera en Haneda puede bajar a tres o seis horas. Ahí tocará mostrar una y otra vez aplicaciones, códigos QR, papeles, y tu plan de actividades aprobados para las próximas dos semanas, donde debes intentar explicar en qué lugar estarás en un evento que reúne 44 campeonatos del mundo. Eso sí te lo aprueban.

Además de dos test PCR previos al viaje en un (formato específico y díficil de acceder), Japón exige un test de saliva en el aeropuerto, que entrega los resultados en una hora mientras aguardas en una inmensa sala de espera. Es el siguiente paso de una caminata interminable de stand en stand: papeles, sellos, preguntas. Todo en medio de un ambiente de tensión e incertidumbre, que sólo rompe la amabilidad del personal japonés.

La sensación que olvidas algo te acompaña hasta que el oficial de inmigración timbra tu pasaporte. Ahí pasarás a ser controlado por una aplicación de geolocalización las 24 horas del día (si se apaga, se enciende una alarma) y serás llevado a tu hotel en un taxi individual pagado por la organización. Comienza la cuarentena. El único alivio es que ya estás en Tokio.