Gasol: "Me dijeron que estaba poniendo en peligro mi persona"
El pívot reflexiona en una entrevista con AS en Las Vegas sobre el proceso de recuperación que le permitirá jugar sus quintos Juegos. "Sí, me he vuelto a sorprender a mí mismo".
Con los pies recién sacados de hielo, con mascarilla, pero con la sonrisa de quien ha conseguido lo que nadie pensaba, Pau Gasol atiende durante un cuarto de hora a As en el COX Pavilion de Las Vegas, última escala antes de llegar a Tokio para jugar sus quintos Olímpicos con 41 años. A su gran talento y palmarés, Pau Gasol ha añadido ahora una historia de superación.
¿Qué importancia cree que llega a tener el baloncesto en su vida para que haya hecho el esfuerzo de recuperarse durante dos años, y a una edad ya avanzada para un jugador profesional?
El baloncesto es una parte de mi vida muy grande. Ha tenido un protagonismo y lo sigue teniendo. Y bueno, por el valor y el respeto que le doy a este deporte y a todo lo que he podido hacer en mi carrera deportiva, pues quería darme la oportunidad de terminar jugando. Por la lesión que tuve en San Antonio, que terminó de romper en Milwaukee, y de la que me resentí en Portland sin poder jugar, quería hacer el esfuerzo de darme esa oportunidad. De disfrutar jugando y llegar a unos Juegos Olímpicos que, en principio, eran en 2020. Al cambiarlos pr la pandemia, me dio la oportunidad de llegar. De otra manera no lo hubiera hecho. Sin duda, ha merecido la pena.
-Cuando llegan las tardes y la reflexión en su habitación de los hoteles de concentración, ¿de dónde cree que ha sacado la fuerza para hacerlo?
La fuerza la tengo dentro. Intento hacer lo mejor que puedo, y lo hago con todo lo que tengo. Entiendo que la vida va pasando y me gusta hacer lo que hice desde el principio de mi carrera y de mi vida. Intentar hacer cosas excepcionales, cosas que hagan a mi familia sentirse orgullosa de mí y de las que yo también me sienta orgulloso. Y este era un reto más. Un reto enorme. Volver después de una doble lesión en este escafoides..., una doble operación... Mucha gente no vuelve de ella, y menos a los 40 años. Pues oye, era un reto. Y ha habido muchos momentos de mucha incertidumbre, de verlo muy negro... Pero he seguido remando, dándome la oportunidad, trabajando... Y que el pie me dijera si podía seguir jugando o no, teniendo en cuenta que algunos doctores me decían que estaba poniendo en peligro mi persona, como humano. Algo así como que igual no puedes volver a correr en tu vida, o a jugar con tus hijos. Y decías: joder. Son momentos duros. De reflexionar, de sopesar. Pero poco a poco creo que lo he intentado hacer con cierta coherencia. Con ciertos riesgos, sin duda, pero las ganas de acabar jugando y cerrar mi carrera disfrutando en la pista, sin que una lesión forzase a terminar mi carrera, pues me he empujado. Y luego, pues el apoyo que he tenido de mi equipo, de mi familia, de mi mujer, que me ha apoyado...
Cuenta Van Basten en su biografía, "Basta", el tremendo proceso de su lesión de tobillo que le obligó a retirarse casi sin poder andar. Duro para un tres veces Balón de Oro. ¿Tiene algún flash en el que recuerde decir: no va a ser posible?
Sí, han habido momentos de verlo muy negro. De pensar que había jugado mi último partido de baloncesto. Que no debía forzar y que mi cuerpo me estaba diciendo: oye Pau, hasta aquí has llegado. Has exprimido mucho la máquina, lo has hecho hasta el punto de que tu cuerpo se rompe, tu pie se rompe. Una vez no, dos veces. Con operaciones, clavos, injertos, lo que tú quieras. Claro que lo he visto negro y he pensado que hasta aquí hemos llegado como jugador de balonesto. Y que había que cerrar esa etapa. Pero la ilusión de de seguir jugando, de jugar unos quintos Juegos Olímpicos. Hostia, eso ha tenido mucha fuerza. Y luego, también el apoyo del equipo. Que los días en los que yo estaba más bajo, Joaquín Juan, Raül López, que también ha formado parte del proceso, el equipo que me formé en Estados Unidos, la ilusión de ellos en formar parte de algo extraordinario también me ha ayudado.
¿Se puede aprender a jugar al baloncesto, o al menos aprender coas nuevas, estando dos años sin jugar y a una altura tan avanzada de una carrera?
Sí. Al final, el deporte evoluciona. Desde hace más de un año, cuando empecé a trabajar en la pista, tenía que intentar hacer un juego un poco distinto. Ser eficaz con mis condiciones físicas. No podía volver a jugar como el Pau Gasol de 30 o de 35 años, ni el de 25, claro, sino como un Pau Gasol de 40 años. Con la experiencia, con la inteligencia y las cualidades técnicas adquiridas durante el tiempo. Pero no con el mismo juego atlético y fuerte ni de resistencia. Porque he tenido una serie de restricciones que me limitan estar tiempo en pista, el impacto... Para poder seguir jugando. Entonces, nada. Ha merecido la pena y estoy feliz y disfrutando de cada momento. Primero en cada momento y luego en la Selección.
Decía Scariolo que le está viendo hacer cosas que no le había visto nunca. ¿Se ha sorpendido a sí mismo?
Sí, sí. He superado, una vez más, mis expectativas, mis mejores expectativas. Y estoy contento porque soy una persona que nunca me he puesto límites en mi potencial. Y he querido darlo todo y saber hasta dónde puedo ir y llegar. Y sí que estoy intentando hacer cosas diferentes. Como no llevo tanto peso ni desgaste en ataque, pues intento hacer más cosas defensivamente, y ser más activo. Como juego 15 o 20 minutos, no juego mucho, pues puedo apretar y exigirme más, y ser más intenso. Intento ser más productivo en poco tiempo. Esos son ajustes. Es adaptación. Y de eso va la vida y el mundo. Adaptarse o morir, aprender, ser creativo, innovar un poco, y supervivencia.
Cuando ve a mitos como Federer que lo intentan pero que no van a poder llegar a los Juegos, también con 40 años, ¿le hace ponerse en el otro lado del espejo y pensar lo que tiene que dole, pero también el valor de lo que ha conseguido usted?
Lo que ha hecho Roger es alucinante. Tengo el máximo respeto por su carrera. Estar jugando cuartos de final de Grand Slam con tdo lo que lleva encima es un gran logro. Yo lo dije también cuando empecé a jugar de nuevo con el Barça. He podido volver a jugar otro partido. Esté mejor o esté peor, estoy jugando a estas alturas. La inmensa mayoría no lo han hecho. Eso ya es un éxito, Que Roger no pueda estar en los Juegos Olímpicos no significa nada porque su carrera es alucinante, es histórica y, junto a Nole y a Rafa, son los tres grandes del tenis y del deporte.
¿Qué le ha dado Barcelona estos meses, aparte del rodaje deportivo, a nivel vital?
Mucha confianza. Mucho disfrute. Poder estar cerca de mi familia, cerrar el círculo con mi club. Cerrar esa historia romántica de la que hablé en 2001, cuando dije que sería bonito acabar mi carrera en Barcelona o volver a jugar algún día. Y 20 años después, volver a jugar ha sido especial aunque haya sido sin casi aficionados, sólo en los partidos finales del playoff... Pero aun así ha sido una oportunidad especial que he disfrutado mucho y le estoy muy agradecido al club, al entrenador y a mis compañeros. Cuando estás en una situación tan difícil de estar y, aunque nadie regale nada y yo me lo he currado mucho. Es un premio que te abran esa puerta es para estar agradecido.
Aunque es muy complicado definirse a uno mismo, por todo lo que ha hecho, su palmarés y esta historia final de superación, ¿se considera una leyenda?
No lo sé. No es que me considere una leyenda. Son cosas que ya sea la prensa o la gente, lo puede considerar así. Es algo subjetivo. Al final, me considero un deportista, un privilegiado que ha jugado a este deporte muchos años por encima de la media, siendo un jugador importante. Quiero pensar que he ayudado a mejorar el nivel de baloncesto de mi país, el nivel del baloncesto internacional. Que he roto algunas barreras, que he abierto algunas puertas. Y que he intentado disfrutarlo al máximo. Tengo suerte de jugar un deporte muy bien reconocido, muy bien remunerado, y eso no tienen la suerte de decirlo otros deportes. A partir de ahí, lo de leyenda que lo digan los demás.
En Río, después del tercer y cuarto contra Australia, se le preguntó si tenía la sensación de que se iría de unos Juegos Olímpicos sin haber podido ganarle a Estados Unidos. Otra vez tiene esta oportunidad de manera increíble. ¿Qué supusieron esas batallas contra Estados Unids para usted y cuánta ilusión le hace tener una nueva oportunidad?
Han sido batallas muy competidas, contra grandes equipos y grandes jugadores. Estuve muy orgulloso de que compitiésemos siempre de tú a tú. Lo hemos dado todo. En algunos momentos nos salió mejor como en la final de Beijing, que fue quizá en la que estuvimos más cerca y más igualada. Siempre nos han ganado, es así. Y bueno, vamos a ver. Es una nueva oportunidad. Vamos a intentar hacerlo lo mejor posible y ojalá,si nos vemos con ellos, significará que al menos estamos en cuartos y, si es más adelante, mejor, porque significará que estamos en la pelea por las medallas. Pero no pensamos en eso sino en Japón, Argentina y Eslovenia.
Y la última. En 2019, cuando el equipo volaba a China. usted se tuvo que conformar con mandar un mensaje a través de Iberia a sus compañeros, que fueron campeones. Su hermano ese año fue campeón de la NBA y del mundo. Este año, usted está de subidón y, tal vez, su hermano de bajón por un año más difícil. ¿Cuál es la comunicación entre hermanos y cómo ve a Marc?
A Marc lo veo muy bien y estoy feliz de que estemos una vez más en la Selección... Lo quiero muchísimo. Es mi hermano, me siento superorgulloso de él. Lo que ha pasado en la temporada puede tener más o menos influencia. Si has tenido una gran temporada, pues tienes algo más de feeling y confianza. Si has tenido una temporada más complicada, pues aquí te vienes a refrescar, a coger confianza de nuevo, a formar parte de un grupo muy especial. A mí también me ha pasado en la NBA. Ha habido temporadas mejores, peores... Pero a Marc lo veo comprometido como siempre, con ganas también de hacer algo especial en los que pueden ser, seguro..., posiblemente, sus últimos Juegos. Y a disfrutarlo. Estoy muy contento de que esté aquí, como el resto de mis compañeros. Como Rudy, como Llull, como el Chacho, como Ricky, que llevan muchos años también aquí. Y estoy contento también de ver gente joven aquí que quiere seguir con nuestra trayectoria y la estela que hemos dejado todos estos años...