Mireia, entre su primer desfile y la incertidumbre en la piscina
La abanderada en Tokio 2020 junto a Saúl Craviotto reconode que no sabe cómo le saldrán las tres pruebas individuales que nadará. "Me gustaría estar en una final", comentó.
Después de no subirse a un podio internacional desde el Mundial de Budapest de 2017 y de encadenar distintas lesiones, la última en los hombros, Mireia Belmonte viaja este martes a Tokio a vivir los Juegos Olímpicos, sus cuartos, también especiales. Más por lo que vivirá el día de la inauguración que por lo que puede aspirar en la piscina, la badalonesa es consciente de que no ha sido un año "perfecto" pero que no llega de "vacío" y quiere pelear alguna medalla.
¿Cómo está a tres días de viajar a Tokio?
Físcamente estoy mucho mejor, entrenando cada día. Estoy preparando las maletas y todo lo que me tengo que llevar. El martes por la mañana salimos para Tokio. Me tengo que llevar la ropa del desfile por primera vez: antes me la dejaba en casa porque por calendario no podía ir. Es especial preparar una maleta de los Juegos, por la ilusión, por la ropa olímpica, las emociones y las ganas que se ponen en esa maleta son distintas a la de otras maletas. Será mi primer desfile después de mis primeros Juegos en Pekín.
Nadará tres pruebas individuales y otra de relevo. ¿Qué objetivos se marca?
Tengo mucha ilusión y para mí es una recompensa en tres pruebas. Es un calendario menor pero son pruebas bastante duras. Se añadió el 4x100 estilos que nos pilló por sorpresa. Tengo ganas de nadar esa prueba, un relevo es especial, ya que no puedo hacerlo habitualmente. Será una prueba muy bonita y ojalá tengamos un récord de España.
¿Ser abanderada es una recompensa a su trayectoria o una motivación más para estos Juegos?
Son ambas cosas, tanto Saúl Craviotto como yo nos merecemos llevar esa bandera. Los dos tenemos cuatro medallas y es una recompensa, pero es un aliciente al mismo tiempo. Es una función especial que no todos pueden hacer. Es muy bonito representar a tu país. Es un privilegio poder hacerlo.
¿Cómo se preparó mentalmente después de un año tan difícil?
Cuando las cosas van mal tienes que hacer un esfuerzo por el trabajo psicológico. Fuimos pasando todas las etapas de las lesiones y pudimos salir de la mejor manera posible. A los deportistas nos cuesta más estar preparado para lo malo.
No podrá estar Vergnoux con usted, ¿qué representa eso?
Este año hay que adaptarse a todos los ámbitos. Los Juegos serán restringidos, hay tests, muchos aspectos de seguridad. Vergnoux tenía que estar en una burbuja y yo en otra, y al final están en aguas abiertas y Jimena Pérez y yo no podemos estar con él. Competí sin Fred en alguna Copa del Mundo. El papel importante lo hizo durante todo el año. Hay que mostrar todo el trabajo.
¿Cuál es su prueba fuerte?
No lo sé, tengo tres oportunidades de hacerlo bien. Iré a por las tres y saldrá la tenga que salir. La que mejor saldrá es la que mejor me encuentre ese día.
¿Habló con algunos de los abanderados anteriormente?
No he podido hablar con ninguno de los abanderados, pero tengo una experiencia en los Juegos Mediterráneos, donde fui abanderada. Salí a desfilar. Al final y al cabo será lo mismo.
¿Está nerviosa antes de estos Juegos?
Tengo la suerte de ponerme nerviosa en el último momento. Todavía no me he puesto nerviosa, no tengo ese espíritu de estar en la villa. Una vez allí ya empezaré a notar el ambiente. Me pondré emocionada seguro.
¿Qué Juegos espera?
Serán unos Juegos diferentes, pero hay que valorar que tenemos Juegos Olímpicos en medio de una pandemia, y es bueno que podamos hacer las cosas cotidianas con el cuidado y las medidas. Serán unos Juegos bonitos y diferentes.
¿Por qué no nada los 200 mariposa?
La principal razón es que he estado lesionada del hombro y las hernias. Son dos partes importantes en la mariposa, esa es la razón.
En septiembre, su entrenador se irá a Canarias. ¿Qué hará? ¿Será su última competición?
He decidido centrarme en estos Juegos y darle el respeto que merecen; he decidido centrarme en ellos, y lo que pueda pasar luego, lo meditaré. No sé darte una respuesta porque no la sé. No puedo decir nada, necesito descansar, es lo que mejor me vendrá.
En Río iba con un objetivo claro y ahora no. ¿Está menos presionada?
Siempre he dicho que cuanto más te obsesionas en una medalla menos te salen las cosas. Lo importante es disfrutar del camino y del día a día. El trabajo hecho ya está, se pueden pulir muchas cosas.
¿Es en los 400 estilos donde puede llegar más lejos?
En los 400 estilos no puedo hacer una predicción, no sé cómo me encontraré ese día. La progresión fue buena. Me gustaría estar en la final. No voy de vacío, pero no sé que pasará. No fue un año perfecto, pero no bajo los brazos. Soy consciente de lo que ha pasado. Serán como los primeros Juegos.