México cae con Alemania en Preolímpico de basquetbol
Los ‘12 Guerreros’ gozaron de una ventaja de hasta nueve puntos, pero un cuarto periodo de terror (20-9) enterró las esperanzas. Paco Cruz anotó 30 unidades; Ayón, 18.
No hubo milagros en Split. Tokio está más lejos, más si cabe, muy allá en el oriente, después de la derrota 82-76 de la Selección Mexicana de Basquetbol frente a Alemania en la primera fecha del Preolímpico FIBA de Croacia. La exhibición de Paco Cruz (30+7+6, 33 de valoración) no fue suficiente para penetrar la férrea defensa teutona, que desactivó el juego interno tricolor, pese a los esfuerzos de Gustavo Ayón (18+15). Un patético último cuarto (20-9, 18% de campo) y 28 faltas personales condenaron a México.
El quinteto de Quintero hizo malabares al inicio del periodo: contener a Voigtman mientras prosperaban las transiciones de Paul Stoll. La primera conllevó problemas, porque Ayón y Jaimes recolectaron faltas antes de tiempo; la segunda trajo frutos inmediatos. Dos triples de Stoll y dos canastas en transición de Paco Cruz supusieron la máxima ventaja mexicana hasta el momento (12-22). Pero esto es FIBA, nada es fácil. Los ‘12 Guerreros’ apostaron al rompimiento y no al juego de rotación, sin forzar intercambios de marcas, ni entrar al pick & roll. La uniformidad de la ofensiva mexicana operó a favor de los teutones, que adivinaron el sistema con defensiva personal y recortaron la distancia con un rally de ocho puntos sin respuesta al final del primer cuarto.
Paco Cruz rompió la cortina de Obst y Thiemann y puso fin a cinco minutos de sequía. Demasiado tarde, Alemania empató acto seguido desde la vía de los libres en jugada de doble y cuenta, obra de Saibou. Paco Cruz, al rescate: triple forjado en Fuenlabrada-Letonia-Turquía, contrarrestado por la réplica de Voigtmann, estrella del CSKA de Moscú. Ayón convirtió un pase interno y alto de Cruz en dos puntos y Henrik Rodl llamó a filas: Quintero por fin encontró las vías de acceso a la pintura. Stoll y Ayón se regodearon en el pick & roll, pero el sistema defensivo de Quintero colapsó, sin garantizar el cerco reboteador en su propio aro, hasta conceder el empate (40-40). Girón depositó otro pase artístico de Stoll y Camacho negó a Lo, un manotazo que activó la bocina.
El mismo statu-quo rigió las acciones tras el descanso: Alemania, más repertorio; México, más pegada. Y Paco Cruz como ‘factor x’; otro triple limpio estiró la ventaja a ocho puntos y situó en 21 su cuenta personal. Pero la ilegalidad (o el laxo escrutinio de los oficiales, como se quiera ver), continuó acuciando a los ‘12 Guerreros’. 21 faltas acumuladas al final del tercer cuarto. Entonces, Saibou culminó la remontada con una parábola desde la tercera dimensión, Ayón dejó otra bandeja, Obst trazó un nuevo triple y Jaimes devolvió el golpe. Brutal careo para cerrar el tercer periodo. 62-67 para México. Un castillo de naipes.
El partido cayó en territorio de minas terrestres. Un foul tras otro. El intercambio de golpes operó a favor de Alemania, que encontró en el paredón su primera ventaja del partido (69-68), gracias a la puntería de Saibou. En la superioridad fluyó mejor Alemania mientras Voigtmann y Thiemann vetaron la zona pintada. México no encontró una forma de liberar el atasco en el tráfico de la llave germana. Una transición de Obst, finalizada por Thiemann a distancia, forzó a Quintero a activar la alerta. Alemania no soltó el mando ya. Thiemann soltó artillería y solo Paco Cruz alcanzó a desplegar los escudos. El partido se despidió con un libre de Cruz que murió en el aro. Con 37-8 en puntos desde el banquillo, cualquier misión es imposible. La llama olímpica agoniza. Mañana, un life point contra Rusia. El futuro de un proceso, de una generación, de un proyecto, de una ilusión.