NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

JJOO

San Luis 1904: primeros juegos con Medallas de Oro, Plata y bronce

Se expandieron en el tiempo: comenzaron el 1 de julio y finalizaron el 23 de noviembre. Y en muchos casos pasaron inadvertidos.
Hubo poca presencia internacional, ya que en aquel tiempo no existían las comunicaciones aéreas, los viajes por barco eran muy costosos y los europeos no acudieron masivamente, de forma que Estados Unidos acaparó la inmensa cantidad de medallas: 244, por sólo dieciséis del segundo país en la tabla, Alemania.
En San Luis se instauró y se perpetuó la costumbre de entregar medallas de oro, plata y bronce a los tres primeros clasificados en cada competición.
Venció el estadounidense Thomas Hicks, payaso de profesión, pero estuvo a punto de perder la vida, porque unos amigos que le acompañaban en un coche se empeñaron en suministrarle brandy, estricnina y, cuando estaba sediento (hacía mucho calor aquel 30 de agosto) agua del radiador del vetusto automóvil. Llegó a la meta y cayó desmayado, aunque se recuperó para contarlo.
Fue uno de los grandes triunfadores de los terceros Juegos de la Era Moderna,  que venció  venció en 60, 100 y 200 metros.
El también estadounidense James Lightbod venció en 800, 1.500 y 2.500 metros obstáculos.
El cubano Félix Carvajal de Soto, un limpiabotas de La Habana, que se había pagado el viaje hasta San Luis de su bolsillo, con la ayuda de sus clientes y amigos, pero que había sido desvalijado en un barco del Missisipi (otras versiones aseguran que fue en Nueva Orleans) por unos tahúres, de forma que llegó a la competición con lo puesto. No se sabe por qué, pero fue adoptado por los gigantescos lanzadores estadounidenses, algunos de ellos conocidos como ballenas irlandesas, por su país de origen y por su tamaño. Corrió con pesados zapatos y la salida se demoró mientras alguno de los gigantes le recortaba los pantalones. Acabó cuarto, a pesar de que hizo un alto en el camino para robar manzanas de un huerto y sufrió una indigestión.
Destacó en los ahora desaparecidos saltos sin carrera, concretamente en altura, longitud y triple.
Era gimnasta y se impuso en potro con arcos, barra fija, salto en largo, combinado y sexatlón por equipos, y, además, fue segundo en paralelas.
Los organizadores llevaron a cabo los llamados Juegos Antropológicos, en los que se pretendía mostrar al mundo las diversas razas (blanca aparte, claro, que esa no protagonizaba ninguna exposición indignante) compitiendo entre sí en un espectáculo nada edificante. Como en el caso de los kaffir que corrieron en maratón. Corrieron Lentauw y Yamasani, de la tribu kaffir, procedentes de la parte oriental de Sudáfrica, que estaban en San Luis en la Exposición Universal, formando parte de un espectáculo sobre la Guerra de los Boers. Pasan por ser los primeros africanos negros en competir en unos Juegos.
1 / 10

Los Juegos se inscribieron en la Exposición Universal de la ciudad de Missouri.

Se expandieron en el tiempo: comenzaron el 1 de julio y finalizaron el 23 de noviembre. Y en muchos casos pasaron inadvertidos.

Foto:Education ImagesEducation Images/Universal Image

Cartel anunciador de los Juegos Olímpicos de San Luis de 1904

Hubo poca presencia internacional, ya que en aquel tiempo no existían las comunicaciones aéreas, los viajes por barco eran muy costosos y los europeos no acudieron masivamente, de forma que Estados Unidos acaparó la inmensa cantidad de medallas: 244, por sólo dieciséis del segundo país en la tabla, Alemania.

Se Inicia tradición de otorgar medallas de oro, plata y bronce

En San Luis se instauró y se perpetuó la costumbre de entregar medallas de oro, plata y bronce a los tres primeros clasificados en cada competición.

La carrera de maratón, que resultó absolutamente esperpéntica

Venció el estadounidense Thomas Hicks, payaso de profesión, pero estuvo a punto de perder la vida, porque unos amigos que le acompañaban en un coche se empeñaron en suministrarle brandy, estricnina y, cuando estaba sediento (hacía mucho calor aquel 30 de agosto) agua del radiador del vetusto automóvil. Llegó a la meta y cayó desmayado, aunque se recuperó para contarlo.

Foto:PA Images ArchivePA Images via Getty Images

Archie Hahn

Fue uno de los grandes triunfadores de los terceros Juegos de la Era Moderna, que venció venció en 60, 100 y 200 metros.

Foto:PA Images ArchivePA Images via Getty Images

James Lightbod

El también estadounidense James Lightbod venció en 800, 1.500 y 2.500 metros obstáculos.

Foto:PA Images ArchivePA Images via Getty Images

Personaje insólito en la carrera de maratón

El cubano Félix Carvajal de Soto, un limpiabotas de La Habana, que se había pagado el viaje hasta San Luis de su bolsillo, con la ayuda de sus clientes y amigos, pero que había sido desvalijado en un barco del Missisipi (otras versiones aseguran que fue en Nueva Orleans) por unos tahúres, de forma que llegó a la competición con lo puesto. No se sabe por qué, pero fue adoptado por los gigantescos lanzadores estadounidenses, algunos de ellos conocidos como ballenas irlandesas, por su país de origen y por su tamaño. Corrió con pesados zapatos y la salida se demoró mientras alguno de los gigantes le recortaba los pantalones. Acabó cuarto, a pesar de que hizo un alto en el camino para robar manzanas de un huerto y sufrió una indigestión.

Foto:Chicago History MuseumGetty Images

El estadounidense Ray Ewry

Destacó en los ahora desaparecidos saltos sin carrera, concretamente en altura, longitud y triple.

Foto:Hulton ArchiveGetty Images

Anton Heida

Era gimnasta y se impuso en potro con arcos, barra fija, salto en largo, combinado y sexatlón por equipos, y, además, fue segundo en paralelas.

Unos Juegos racistas

Los organizadores llevaron a cabo los llamados Juegos Antropológicos, en los que se pretendía mostrar al mundo las diversas razas (blanca aparte, claro, que esa no protagonizaba ninguna exposición indignante) compitiendo entre sí en un espectáculo nada edificante. Como en el caso de los kaffir que corrieron en maratón. Corrieron Lentauw y Yamasani, de la tribu kaffir, procedentes de la parte oriental de Sudáfrica, que estaban en San Luis en la Exposición Universal, formando parte de un espectáculo sobre la Guerra de los Boers. Pasan por ser los primeros africanos negros en competir en unos Juegos.