Alemania se quedó a 56" de la gloria: Rusia, oro en la prórroga
Ganaba a Rusia por 3-2 y se imaginaba con el oro. Pese a estar en power play (superioridad numérica) encajó un gol y Kaprizov los remató en la prórroga. Plata siendo la 9ª favorita.
Alemania estuvo a menos de un minuto de escribir la mayor sorpresa en la historia del hockey hielo moderno. Sin las estrellas de la NHL en liza, el hockey hielo en Pyeongchang estaba más abierto que nunca. Pero no tanto como para contemplar al equipo germano, octavo del ránking mundial, como campeón olímpico. Y llegó a serlo virtualmente. Tuvo a los ‘Atletas Olímpicos de Rusia’, la denominación del equipo ruso por obligación del COI, en su mano, pero se le escapó a 56 segundos del final cuando ganaba por 3-2 y eso que gozaba de power play (superioridad numérica) al recibir un gol de … Kaprizov sí que aprovechó otro power play, este a favor de los rusos, para conseguir el tanto de oro (3-4) en la prórroga. Increíble.
‘Puñalada al corazón’, tituló el Süddeutsche Zeitung. Alemania empezará a digerir mejor una plata histórica según pasen los días. Llegó a Corea como la novena favorita en las apuestas y se deshizo de dos potencias (Suecia y Canadá) antes de tener la piel del gran oro ruso casi cazada. Un final en la final, valga la redundancia, antológico. Cinco goles en los últimos siete minutos, con los alemanes Dominik Kahun (doblete) y Jonas Müller cabalgando las Valkirias, y aroma a clásico atemporal. "Es el partido más loco de todos los tiempos", sentenció Kovalchuk, convertido en el máximo goleador olímpico.
Gusev (dos goles y una asistencia) salió de la final como el hombre clave y Pavel Datsyuk se convierte en un miembro más del selectísimo club de la Triple Corona (ganador del oro olímpico, oro mundial y la Stanley Cup de la NHL). Los rusos vuelven a casa con un oro que vuelven a ganar sin poder exhibir el nombre de su país. El anterior título olímpico fue en 1992, cuando compitieron en Albertville en plena desintegración soviética bajo la denominación de Equipo Unificado. Esta vez lo celebraron desafiando al COI al entonar el himno ruso. Canadá, por cierto, consiguió salvar la honra con el bronce ante Chequia (6-4).
El hockey hielo olímpico echa el cierre hasta Beijing 2022. Con la incógnita de si allí estarán los mejores del mundo. La NHL dice que no, pero aún queda mucho por negociar con el COI. Estén o no, si algo dejó patente Pyeongchang, es que la emoción del hockey hielo resiste cualquier embate que le llegue desde los despachos.