"Un partido histórico": las dos Coreas jugaron unidas a hockey

“Un partido para la historia”, decía Sarah Murray, la entrenadora canadiense que se encontró sin quererlo dirigiendo al equipo más mediático de los Juegos de Pyeongchang: la Selección unificada de Corea del Sur y del Norte de hockey hielo femenino. Un hito histórico, porque los dos países no jugaban juntos bajo unos mismos colores en una gran competición desde hace más de 65 años. Este sábado se volvió a ver en el Suiza-Corea Unificada, que ganaron con contundencia (8-0) de las helvéticas, de tierra de hockey. “No sabía la magnitud de este asunto hasta que llegué al aeropuerto y vi todo el interés mediático”, dice Murray, que pudo ver como en la grada estaba la hermana de Kim Jong Un, presidente de Corea del Norte. Un hito impensable, porque es la primera persona de la dinastía Kim, que visita el Sur.

“La situación asustaba”, contaba Murray: “Tienes 35 jugadoras de países que habitualmente no se llevan bien y de repente se ven compartiendo un vestuario a 10 días de la competición. Es algo difícil de explicar”. Porque efectivamente, la de Corea era una plantilla más larga de lo habitual para que nadie se quedara fuera. 12 jugadores del Norte entraron en el equipo de la bandera de la Unificación, pero sin embargo la entrenadora ve que ha funcionado: “Pensaba que las chicas no hablarían entre ellas, pero la química ha sido mucho mejor de lo que esperaba”.

Murray reconocía las dificultades para transmitir instrucciones a las jugadores, porque las del Sur hablaban inglés y las del Norte no. “Las reuniones de equipo han sido muy largas, interminables. Hemos comprado diccionarios para que haya entendimiento, para palabras clave como ‘pase’ o ‘tiro’. En Corea del Norte no hay palabras en inglés”. Otra de las pegas es que las jugadoras no pueden usar marcas estadounidenses y eso es un problema para la ropa teniendo en cuenta que el país americano es el mayor productor del mundo de estos productos. Así que han utilizado prendas canadienses.

Pero pese a las dificultades, las jugadoras de Corea saltaron este sábado al hielo en el Kwandong Hockey Centre, que estaba lleno para ver este histórico partido. La goleada fue inevitable, pero esta vez había en juego mucho más. La unión de un país. “Sólo son chicas, que juegan juntas… En las comidas nos sentamos todas en la misma mesa y nos reímos”, cierra la ‘coach Murray’, que veía a sus jugadoras sonreir. Ni un tanto hizo Corea, pero ese a la derrota, las animadoras norcoreanas seguían animando: "Somos una". Era un día de fiesta.

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