Xavi saca su magia en Marbella por una buena causa
Recital de la leyenda en un partido benéfico entre los campeones del mundo sub 20 del 99 y veteranos de la AFE. 4-3, con un gol antológico de Xavi, y doblete de Raúl

En Marbella, el tiempo se rindió al talento. Bonito espectáculo entre las leyendas de la AFE, ante una parte de la selección campeona del mundo sub 20 en Nigeria. Algo se sembró en aquel 1999 para la dinastía que vino en el fútbol español una década después. Como cabeza de cartel, Xavi Hernández, el gran reclamo y el más rutilante sobre el césped. Aquello del quien tuvo retuvo, para Xavi no parece pasar el tiempo. Alguna lagrimita con ese 8 y la camiseta de España, el pack, quizá, del mejor jugador de nuestro fútbol. 4-3 ganaron los sub 20, bajo la batuta de la leyenda, que marcó un golazo para generar la alucinación del Marbella Football Center, ante unos 500 privilegiados, la mayoría chavalería. Raúl Tamudo hizo dos.

En los prolegómenos del partido, David Aganzo, presidente de AFE, hizo entrega de una placa conmemorativa a Lisandro Vieytes, teniente alcalde delegado de Deportes del Ayuntamiento de Marbella, en reconocimiento a su colaboración y compromiso con el partido. Igualmente, el máximo dirigentes de la asociación entregó una camiseta conmemorativa a Natividad Romero, coordinadora de DEBRA Piel de Mariposa, como muestra de apoyo a la labor social que desarrolla la organización en favor de las personas afectadas por esta enfermedad.
En un partido que arrancó con una maravilla de Salva Ballesta, quien se saltó un guion de coger temperatura. Cesta en estos partidos alcanzar una atmósfera competitiva, hasta ese cabezazo de Salva, que cazaba una pelota a bote pronto, bien tocada por Diego Capel, iba la tarde de ilustres, para supera a Aranzubía, teledirigido a su palo derecha. Golazo del delantero, tocado en el ecuador de la primera mitad, pero su trabajo estaba hecho. Paradójico ver a un árbitro de 19 años, Iker García, de San Roque, seguro que saboreando esas secuencias que dejaba un partido entretenido.

Entraba Catanha por Salva, tocado, igual que Raúl Bravo, sustituido por un Vicente Valcarce impoluto, ex del Málaga y en su momento futurible del Atlético de Madrid, pero una lesión de rodilla impidió la firma por los colchoneros. Pablo Couñago, pichichi de aquel Mundial sub 20, empataba el partido antes del descanso, y de una invasión de campo para atosigar a Xavi, que sorteaba como podía esa avalancha. Y muchos no vieron jugar al mito.
Y el partido adquirió un rock and roll en la segunda parte, Más espacios, el fondo físico tampoco es boyante, y ese calor marbellí. Causas que aprovechó Movilla para fusilar a Aranzubía a la escuadra, después de un centro rechazado de Carlos Martínez. 1-2 para los de la AFE, hasta que Xavi dijo hasta aquí. Crecimiento imparable de la brújula. Al espacio, esos giros habituales y un catálogo que está ahí para siempre. Y un gol. Qué gol. Conducción por medio y un mísil, o pase a la red según Xavi, a la escuadra de Calatayud. El mejor momento de la tarde.

Y aprovechó ese viento a favor un Raúl Tamudo impoluto, sin que el tiempo le desgaste, tampoco ese olfato goleador. Falló una para empujar en el área pequeña, pero no perdonó un mano a mano, gélido, como aquel mítico Tamudazo, y un taconazo que le servía Tello. El segundo regalo, algo opacado por esos dibujos animados de Xavi, pero se llevó dos Tamudo. Cerraba la fiesta Armenteros y nueva invasión de campo. 4-3, siete goles, y un viaje nostálgico.
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