EUROPA LEAGUE (E) | REAL SOCIEDAD - M. UNITED
Un día para soñar a lo grande
La Real se juega ser campeón de grupo recibiendo al Manchester United. Le basta con empatar o perder por la mínima. El Reale Arena reventará con una gran entrada
No es un día cualquiera en San Sebastián. Es un día para soñar a lo grande. Porque todo lo que ha hecho la Real Sociedad hasta ahora en la Europa League de este año le conduce a la cita gigante de esta tarde, en la que se juega hacer historia, y por extensión su futuro en la competición continental (sigue el partido en directo en AS.com). El equipo donostiarra se juega ser campeón de su grupo, y por tanto pasar directamente a los octavos de final, recibiendo en el Reale Arena a todo un Manchester United. Y con todo a su favor. Aunque sin confianzas. Porque le basta con empatar y con cualquier derrota que sea por la mínima. Eso será suficiente para terminar primero esta fase. Es uno de esos partidos que se recordarán siempre, pase lo que pase, para bien o para mal. Porque lo de hoy es uno de esos partidos que son de puerta grande o enfermería. Una final en toda regla, por mucho que haya quien le quiera quitar hierro al asunto aduciendo que el objeto de clasificarse ya está conseguido. Sí, tiene mucha importancia, porque no es lo mismo terminar primero que segundo, y en la Real lo saben muy bien, porque ya lo han sufrido en años anteriores.
La Real Sociedad es ambiciosa, quiere serlo. Se ha autoimpuesto ganar al Manchester United y cerrar una fase de grupos impoluta, ganando todos los partidos, algo que no todos los equipos pueden decir que hayan conseguido hacerlo, aunque sea solo una sola vez. Imanol no quiere oír hablar de las cuentas de la lechera. Y seguramente, ese sea el mejor camino para evitar sustos innecesarios, porque aunque las cuentas sean muy claras (ganar, empatar y perder por un gol de diferencia le clasifica como primero de grupo), todos en Donostia que el equipo de Ten Hag es capaz de hacer saltar la banca y ganar por dos goles de renta. Y quedar segundo habiendo sumado 15 puntos sería increíble. El reto, por tanto, es mayúsculo y gigantesco. Por varias razones. Por la entidad de un rival con un plantilla galáctica y que viene al alza, y por la plaga de bajas que sigue masacrando al equipo donostiarra.
Imanol Alguacil no puede recuperar para esta cita tan trascendental y con tanto significado a ninguna de las ‘estrellas’ que tiene en la enfermería. Sí vuelve Alex Sola, pero de inicio se quedará en el banquillo. Aritz Elustondo es el gran candidato para ocupar el flanco derecho de la defensa realista. Recibir al United sin David Silva, Oyarzabal, Sadiq, Kubo, Cho, Barrenetxea es un lujo demasiado grande para un club como el donostiarra. Pero no le queda otra que adaptarse. O seguir adaptándose, porque ya está más que acostumbrado a hacer encaje de bolillos con las alineaciones por culpa de las lesiones. La pregunta es si esta vez será suficiente. Aunque elementos sanos de mucha calidad le siguen sobrando para poner en liza un equipo de plenas garantías. Será el turno de Brais Méndez, el verdugo de Old Trafford; y de Merino, Zubimendi, Sorloth, Carlos Fernández, Remiro, Le Normand, Illarra… y de la grada. El Reale Arena será clave en un partido de estas dimensiones y con tanto en juego. La afición realista está sobreexcitada. En Europa hace tiempo que no se ven en una igual.
Sea como fuere, el partido apunta alto. Porque el Manchester United tiene que salir a por dos goles desde el principio. No le queda otra si quiere ser primero de grupo. Y llega muy mejorado con respecto al equipo de la primera vuelta, el que se dejó sorprender en Old Trafford. Llega con una racha de ocho partidos sin perder, recuperando sus constantes vitales y acercándose a lo que Ten Hag quiere, con Casemiro ganando galones aunque quizá le toque descansar, y con la duda de si Cristiano Ronaldo volverá a tener otra oportunidad de redimirse en un inicio de año para olvidar en lo personal en la competición en la que más oportunidades ha tenido. El potencial de los ‘red devils’ es tremendo, por mucho que parezca que están en horas bajas. Aunque no hayan viajado Antony, Sancho y Martial. Erikssen, Bruno Fernándes, McTominay, Rashford, Elabnga… son nombres que infunden, cuando menos, respeto. Nombres para soñar con una noche inolvidable. Que no se convierta en pesadilla. Porque sólo ganando a los mejores, te haces mejor. La Real está preparada para su gran noche.