Europa League | Real Sociedad - PAOK
Reacción o amargura
La Real Sociedad busca sellar su clasificación para el playoff de la Europa League rompiendo su mala racha de tres derrotas seguidas recibiendo en Anoeta a un PAOK en dinámica ascendente.
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Ha llegado la hora de la verdad en la Europa League. No hay vuelta atrás en la visita del PAOK Salónica al Reale Arena. Es un partido que se parece a un final. Porque, aunque lo normal es que la Real Sociedad se clasifique para los dieciseisavos de final, esa llamada por la UEFA ronda de playoff; no se puede descuidar, porque también hay alguna posibilidad, por remota que parezca, de quedarse fuera. Y no andan sobrados precisamente de confianza y autoestima los txuri-urdin como para que se relajen, después de tres derrotas consecutivas. Así que es un partido de reacción o amargura para la tropa de Imanol (sigue el partido en directo en As.com).
Todos los caminos de Anoeta llevan esta noche a la siguiente ronda de la Europa League. Para los donostiarras y los griegos, que están empatados a puntos, aunque con dinámicas opuestas. Solo una hecatombe, en un sentido y en otro, les dejaría fuera de los dieciseisavos. Ambos tienen diez puntos y en caso de derrota, por detrás debería haber otros siete resultados desfavorables para dejarles ya fuera de Europa. En el caso de la Real, además, con +2 en el golaveraje y teniendo en cuenta que la mayoría de los equipos que están por debajo en la tabla tienen ese apartado en negativo (salvo la Roma que lo tiene igual), tendría que ocurrir toda una hecatombe para que suceda lo que nadie quiere y espera.
El problema es los últimos resultados de la Real Sociedad invitan precisamente a esa incertidumbre. Quizá el 3-1 de Roma hay que meterlo dentro de lo que puede llamarse un accidente. Pero preocupa el 0-3 de liga contra el Getafe. Hizo daño a la autoestima de la plantilla realista y es toda una incógnita cuál será su respuesta en el primer momento clave de la temporada, porque se decide su futuro en Europa. La forma de pasar, además, tendrá su relevancia. Clasificándose con una derrota no servirá para eliminar las dudas que han vuelto a asomar en el horizonte. Y no hay que olvidar el tema del factor campo. Por eso es tan importante la victoria, para jugar la vuelta en el Reale Arena, que dentro de la penitencia de añadir dos partidos más al ya criminal calendario que tienen los txuri-urdin, no deja de ser un mal menor.
Sentenciada en el Olímpico contra el Lazio la posibilidad de clasificarse directamente para octavos de final, toca agarrarse al premio de consolación, que aun así es muy suculento, porque te permite seguir vivo en Europa y nunca sabes qué camino te va a llevar a la gloria que se esconde en la final de San Mamés. Todo se ha puesto cuesta arriba, pero la Real está a tiempo de reconducirlo. Pero pasa por ganar al PAOK en el Reale Arena. No hay otra opción. Y el equipo griego, que llega con Konstantelias, su joven estrella, enchufado, no parece ahora mismo el mejor rival para levantarse, porque viene en una trayectoria ascendente que le ha colocado a la par de la Real. El cuadro heleno llega cargado de bajas, ya que los campeones de Grecia no podrán contar con diez de sus jugadores que han quedado excluidos por acumulación de tarjetas, lesiones o por ser nuevos fichajes. No está el goleador Zivkovic, ni el medio austríaco Murg y el defensa bosnio Lovren.
Aihen Muñoz será baja por sanción por su expulsión en Roma en los donostiarras, y la duda está en si jugar en el lateral izquierdo Sergio Gómez o Javi López. Los demás, deberían ser los habituales, con la vuelta de Aguerd, Brais Méndez y Sucic, que descansaron en Liga. Y la incógnita de si Becker o Barrenetxea completarán el ataque. Llegan de Grecia casi 2.000 ruidosos seguidores del PAOK, pero no parece que haya esta vez problemas de ultras, que hay bastante hartazgo entre la afición realista con este turbio asunto. Precisamente, habrá que ver cómo responde la grada de Anoeta a los últimos resultados de su equipo en un momento crucial en la temporada. Ya lo saben, reacción o amargura en Europa. El Reale Arena decide.