EUROPA LEAGUE | O. MARSELLA - VILLARREAL
Marsella: la etapa más desagradable en la carrera de Marcelino
El entrenador asturiano regresa al Vélodrome, un lugar al que le llevó Pablo Longoria en el que apenas duró tres meses. “Los ultras tienen mucho poder en el club”, declaró.
La etapa de Marcelino al frente del Olympique de Marsella no llegó a durar tres meses. Sin embargo, ese tiempo dio para vivir muchas historias que, contadas en España, puedan parecer surrealistas pero que en el Vélodrome son casi normales. La facción de aficionados ultras del equipo tienen bastante poder en el club. De hecho, se programan reuniones con los llamados por el club “representantes de las asociaciones de aficionados” para que dirigentes y técnicos les ofrezcan sus explicaciones.
En una de estas reuniones saltó el proyecto de Marcelino por los aires, que apenas llevaba dos meses y medio en el cargo. Fue el 18 de septiembre de 2023. Marcelino no estuvo presente pero, según una nota emitida por el club, “los aficionados expresaron su deseo que la directiva (con el presidente español Pablo Longoria al frente) dimitiera”. Y además, “se lanzó la amenaza de una guerra contra ellos, siempre y cuando no renunciaran”.
Un día después, Marcelino informó a la plantilla de que Longoria había sido amenazado de muerte y se dio por hecho que ambos iban a salir del club. Finalmente, el 20 de septiembre, el Olympique de Marsella anunció que Marcelino y su staff técnico no continuaban en el club porque “los acontecimientos del 18 de septiembre no les permitían ejercer en buenas condiciones la función para la que fueron contratados”. Finalmente, contra todo pronóstico, Longoria siguió en el club y a día de hoy sigue siendo presidente de la entidad.
Una vez ya fuera del Marsella, Marcelino explicó en varios medios el “poder” que tienen los ultras en el club marsellés. “Los ultras allí tienen un gran poder hasta el punto de lanzar amenazas en el despacho del presidente. Quieren condicionar la forma de actuar de los dirigentes. En España no ocurre y fue una sorpresa”, explicó el asturiano en RTVE.
Ese fue el final de Marcelino en el Vélodrome. Pero el principio del fin se produjo el 16 de agosto, en el partido de vuelta del playoff final para entrar en la Champions. El Olympique ganaba 2-0 al Panathiniakos y estaba a segundos de meterse en el bombo para la máxima competición continental. Pero un penalti en el minuto 98 forzó la prórroga. Y tras ella, llegaron los lanzamientos de penaltis. Marcelino cambió para la tanda a Pau López y puso a Rubén Blanco, que no detuvo ni un lanzamiento y el Marsella quedó apeado de la Champions. Ese día comenzaron los problemas. El equipo francés cayó a la Europa League y el sorteo caprichoso ha querido emparejar al Marsella con el Villarreal, el nuevo equipo de Marcelino. “Para mí no es un partido especial”, declaró el pasado domingo tras el partido contra el Granada.