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Casemiro-Busquets, por los viejos tiempos

El brasileño, que este jueves cumple 31 años, y el capitán del Barça, representan el equilibrio y han formado parte de dos de los mejores centros del campo de la historia. Busquets podría jugar su último partido europeo con el Barça si no renueva.

Casaemiro y Busquets, en un Clásico.
JAVIER SORIANOAFP

Carlos Henrique José Francisco Venancio Casimiro cumple este mismo jueves 31 años. A sus espaldas, casi 500 partidos en el fútbol profesional repartidos entre Sao Paulo (75), Castilla (15), Oporto (41), Real Madrid (336) y Manchester United (31). Eso, más 69 partidos con la pentacampeona del mundo Brasil. Enfrente, Sergio Busquets, recuperado de su lesión en el tobillo izquierdo, 707 partidos con el Barça y 143 con la Selección española. Hoy, frente a frente, dos futbolistas con sabor añejo en un estadio con sabor añejo.

Casemiro y Sergio Busquets forman parte de dos de los mejores centros del campo de la historia. El brasileño ha acompañado a Luka Modric y Toni Kroos en el Madrid que ha alcanzado la gloria en las Champions. El de Badia fue el vértice de una pirámide memorable, el futbolista que sostenía las travesuras de su actual entrenador, Xavi, y de Andrés Iniesta.

Este jueves se miden por los viejos tiempos. Cada uno, con su estilo, pero los dos con el libro del fútbol para equilibrar a sus equipos a través de su inteligencia táctica. El brasileño, con su fortaleza física y su cañón en la pierna derecha (47 goles en clubes más seis en la Selección). El catalán, con su privilegiado sentido de la colocación y su fútbol a dos toques, aunque menos llegada (18 goles con el Barça más dos con la Selección). Los dos, pese a haber superado la treintena, con un profundo colmillo ganador.

Uno, Casemiro, aterrizado como tantos otros del fútbol brasileño en busca de una ortuna que encontró gracias a entrenadores como Lopetegui o como el mismo Rafa Benítez, que fue crucificado en el Madrid por inventarse al mediocentro brasileño cuando resulta que había encontrado al futbolista que iba a equilibrar al segundo Madrid con más gloria en Europa después de aquel de las cinco Copas de Europa de Di Stéfano. Un Casemiro aventurero que creció en el Oporto y ahora ha querido conocer la Premier en un Manchester United en pura reconstrucción al que está ayudando a poner en orden. Orgulloso como en esa imagen con Gavi el pasado jueves en el Camp Nou, infranqueable en una estampa alabada por los tabloides británicos. El otro, Sergio Busquets, que todavía se piensa si ser un one club man de manual como Carles Puyol. Termina contrato en junio y Xavi le pide que continúe. Él se lo piensa. Tal vez la cena que mantuvo con Messi y Jordi Alba el pasado lunes le haya servido para aclarar algo. De momento, continúa siendo uno de los ejes del equipo y, desde luego, lo que no quiere es jugar su último partido europeo esta noche en Old Trafford. Para eso, el Barça está obligado a ganar en Old Trafford. Casemiro-Busquets, una noche por los viejos tiempos.