Alemão: “Quiero ser campeón de las dos copas con el Rayo”
El delantero aterrizó en Vallecas el último día de mercado y se ha asentado en el once del Rayo. Ahora sueña con debutar en la Conference.
Pocos le conocen como Alexandre Zurawski (Anchieta, Brasil, 1998), pero decir Alemão ya es otra historia. Su apodo es sinónimo de gol. Ese que le hizo ganarse la popularidad en el Oviedo y el motivo por el que el club franjirrojo le firmó hasta 2030. Por fin llegó el delantero tan deseado en Vallecas. En el barrio está feliz. Le delata su enorme sonrisa. A la vida la mira con humor y ha encontrado un vestuario que es la horma de su zapato. El Rayo es ese lugar donde seguir creciendo, con ganas, con trabajo y con ambición. La afición confía en celebrar pronto su primera diana. Esa que el nueve busca incansable en Liga. Llegará. Y quién sabe si aderezando su estreno continental...
—Vuelve la Conference, ¿cómo se gestiona eso de jugar dos competiciones?
—Esto es bueno y nos va a enseñar mucho del trabajo, de la fuerza del equipo… Todos no vamos a jugar todo y la plantilla será importante.
—¿Es la Conference un sueño hecho realidad?
—Sí. En Brasil jugué una Sudamericana y una Libertadores, que son entre comillas las mismas competiciones. Ahora toca darlo todo y disfrutar de los viajes, de los partidos, de conocer otros países… Saldremos a ganar y a llegar lo más lejos posible.
—Hay mucha ilusión…
—Sí. Hay que trabajar para ganar porque si no, no tenemos objetivos. Participar no es un buen reto (risas).
—El Rayo es uno de los favoritos, ¿se puede ganar la Conference?
—Sí, debemos ser muy competitivos en cada partido. Ninguno va a ser fácil. Tenemos que centrarnos en cada fase.
—¿Qué sintió en el estreno europeo en Vallecas?
—Desde mis primeros minutos allí ya noté el calor de la afición, que aprieta y nos da mucho. Organiza un paseo por el barrio para los nuevos y podré conocer más de la historia del club. La afición es muy importante y anima hasta el último minuto.
—Tiene raíces polacas, ¡le puedo preguntar ya por el Lech Poznan y el Jagiellonia!
—(Risas) La familia de mi padre es polaca y la de mi madre, italiana. No conocemos a parte de la familia de ambos lados, pero tengo raíces europeas. Será especial ir a Polonia. Mi apodo y mis orígenes están ahí.
—¿Cuántos idiomas habla?
—Solo portugués y español, que empecé a aprenderlo hace dos años…
“Me encanta España; estaba en México esperando volver”
Alemão
—Al verle, ¿de dónde se piensan que es?
—De primeras me hablan en inglés y les digo: ‘No, no, mejor en español’ (risas).
—¿De dónde viene el apodo de Alemão?
—En la región donde vivo en Brasil, más al sur, hay muchos alemanes y viene por el color del pelo. Los rubios son alemanes, entre comillas.
—¿Cómo empieza en el fútbol?
—Es cosa de familia. Mi padre Sérgio siempre había jugado y mis hermanos mayores, también. Lo intentaron, pero en aquella época era difícil. No había móviles, ni internet, todo era más cerrado. Jugábamos en las calles de Brasil. Incluso mi madre Edvirge jugaba embarazada en el pueblo donde vivíamos. Me viene de ahí.
—¿Siempre ha sido delantero?
—No. Mi familia era de campo y, cuando yo tenía 5 años, nos mudamos al litoral del estado. Ahí no tenía mucho contacto con la tele. No veía fútbol. Mi padre soñaba con que uno de sus hijos fuese jugador. Entonces, me metió en la escuela de fútbol de mi ciudad, que se llama Tupi. Fui a entrenar sin saber las posiciones. Mi míster me preguntó de qué jugaba y yo le respondí: ‘¿De qué hay?’. Portero no quería ser y me fijé en la primera posición que dijo y era central. Para quitarme la presión. Empecé de central, pero no tardando mucho me pasé arriba. Con 21 años, me cambiaron de extremo a delantero centro.
—¿En quién se fijaba?
—Solía ver mucho los partidos del Real Madrid y me fijaba en Cristiano. Intentaba hacer lo mismo en el campo. Veía a Benzema, Lewandowski…
—¿Qué aprendió en su etapa del Oviedo?
—Conseguí el logro más grande de mi carrera hasta el momento. La primera temporada me cambió como persona. No conseguimos el sueño de ascender y fue algo muy duro. El segundo año esas ganas, esa fuerza… hicieron que lo lográramos y fue muy bonito. Es algo que se va a quedar en mi corazón. Mi hijo Arthur nació ahí.
—¿Cómo fue el fichaje por el Rayo?
—Tenía el sueño de jugar en Europa. No me esperaba salir del Oviedo, pero fue una decisión de Paunovic. Mi objetivo siempre fue regresar lo más rápido posible. Me encanta España. Es uno de los mejores países del mundo para vivir. Además, me gusta mucho el fútbol español. Estaba en México esperando a que saliese alguna posibilidad para volver y llegó al final del mercado. Estaba tranquilo con la negociación entre los clubes. Me alegro de que haya salido todo bien y estar aquí para disfrutar y crecer como futbolista.
—¿Cómo es Iñigo Pérez?
—Es una persona muy humana, que te hace sentir cómodo. Tiene sus ideas muy claras y sabe cómo apretarte para que evoluciones como jugador y saques lo mejor en los partidos. Estoy muy a gusto. Hablamos mucho en los entrenamientos y vemos vídeos para que entienda lo que quiere.
“Vallecas se parece a los estadios de Sudamérica, pero más cerquita...”
Alemão
—¿Quién le ha sorprendido del vestuario?
—De Frutos, Álvaro, Pathé Ciss, Flo (Lejeune)… tenemos jugadorazos. Me ha sorprendido muchísimo su calidad dentro y fuera del campo. Desde que he llegado me han hecho sentir uno más.
—Dicen que usted es bromista, ¿quién lo es más?
—Yo un poco (risas). Cárdenas y Ratiu, principalmente.
—¿Qué le ha llamado la atención del Rayo y de Vallecas?
—Desde que he llegado, todo va fenomenal, tanto vivir en Madrid como estar en el Rayo y jugar en Primera División. Me voy adaptando cada día más a tantas cosas nuevas. Me gusta mucho el estadio. Se parece mucho a los de Sudamérica, pero más cerquita. Y la afición es muy diferente. Me recuerda a la de Sudamérica, que no para de cantar ni un minuto.
—Aquí hay mucha cercanía entre equipo e hinchada.
—Y eso está bien. En otros lugares parece que los jugadores son inalcanzables y aquí se puede ver que somos personas normales y que este es nuestro trabajo. Me parece muy guay que sea así.
—¿Qué objetivos se marca?
—Ser campeón de las Copas con el Rayo…
—¿De las Copas? ¿Conference y Copa del Rey?
—Sí (risas). Es dificilísimo, pero se puede. Mira el Leicester, que ganó la Premier. Se puede, pero hay que trabajar para ello.
—¿Tiene pensada la celebración de su primer gol con la Franja?
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—Se lo agradeceré a Dios.
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