Si está Sancet, fiesta segura
Un triplete del mediapunta desmonta a un Girona sin argumentos. Debut de Sannadi y Buján.
No Sancet, no party, o, en positivo y en castellano, si está Sancet, fiesta segura. El Girona dejó un poso de amargura en el Athletic en octubre. Desde entonces nadie ha osado levantarle los tres puntos en Liga. Eran 13 partidos, que se suma este ante los de Míchel tras un recital de Oihan. El mediapunta lleva tres lesiones esta temporada y ya ha batido su récord de goles: lleva 11. Su engrase, su fútbol de seda, su disfrute en el área y sus giros son básicos para Valverde y se ha notado la ausencia con cierta pesadez en las botas de todos y en la mirada de la afición. Su rendimiento resulta abrumador: es el quinto máximo goleador, con 11 tantos en 1.275 minutos, un promedio de 0,83 goles/90 minutos, el tercero mejor de LaLiga. Solo Ayoze (0,99) y Lewandowski (0,97) lo mejoran.
El 8 le dio el mejor regalo posible al técnico, que mañana cumple 61 años. Está en modo trituradora. Otro triplete, el tercero como ante Cádiz y Osasuna (sólo le supera Griezmann, que tiene 33 años, nueve más, y está a uno de Aduriz, el león de récord del presente siglo), mantiene al Athletic muy consolidado en zona Champions. Los errores clamorosos del Girona, con un penalti de Miguel y la horripilante salida del balón de Bryan, Gazzaniga y Solís, pusieron todo cuesta abajo para los bilbaínos, cuyo trabajo es descomunal para empequeñecer a rivales con etiqueta Champions como este. 23 remetes, 7 de ellos de la gran figura del partido, contra tres, ahí es nada. Berenguer, que está a mayor nivel que Nico incluso, se alió con Sancet para sellar un choque fabuloso. Que nadie eche de menos al extremo internacional es significativo del poderío que ha alcanzado Álex. Lleva 5 goles y 6 asistencias en Liga, rinde donde le pongan, su temporada es para enmarcar. Y luego la pareja Vivian-Yeray atrás ahora tal vez sea la mejor del campeonato, siempre atenta, vigilante, sin pestañear ni una décima de segundo. 13 recuperaciones y 131 intervenciones entre ambos, los aguafiestas del rival.
Los leones tenían una asignatura pendiente desde hace cuatro meses. Su última derrota llegó en Montilivi con una cascada de fallos desde el punto de penalti, tres. No acertaron Berenguer, Iñaki Williams y Herrera, ahora a diez mil kilómetros de Bilbao, en el Boca. Caprichos del destino, desde los once metros, esa distancia fatídica que les llevó al título de Copa, se decantó el pulso ante el Girona. Había que explorar a un nuevo valiente. Estaba Sancet dispuesto para tomar la responsabilidad. Adivinó el lado Gazzaniga, una pesadilla para los rojiblancos tras lo visto en octubre. Pero Oihan lo lanzó de una forma magistral, a la escuadra derecha, imparable hasta para un pívot de la NBA. se dejó de experimentos: potente y alto, donde el arquero jamás puede llegar. Se erige en el lanzador oficial.
Hasta ahí el partido no había tenido mucha historia, discurría muy nivelado. Los catalanes se quedaron sin Arnau, lesionado en el calentamiento en los isquios y sustituido por Francés. Generaban superioridades dentro y tenían alguna contra relevante. Luego los locales ajustaron la presión y robaron balones letales, empezaron a empujar como de costumbre. Ese detalle, una torpeza de Miguel, dejó el tema pasaportado para el olvido. En el fútbol de antes pasaba desapercibida una jugada así, un pisotón fortuito en el área. El defensa puso su bota sobre la de Jauregizar y el VAR mandó parar. Cuando llaman aun colegiado a revisar algo, hay castigo el 99 por ciento de las veces. Así fue. Penalti.
Poco después Prados puso un caramelito hacia el área, donde apareció De Marcos para cabecear en plancha casi a ras de césped a dos metros del meta, pero Gazzaniga se interpuso. Una acción similar a otra instantes antes del gol, un saque de esquina de Berenguer que prolongó al primer palo Guruzeta y remató muy centrado Iñaki Williams, con aparente facilidad para el coloso Gazzaniga. Antes del descanso llegó la puntilla, tras un robo de Berenguer a un confiado Bryan y recorte de aquel en el área para hacerse sitio y centrar a Sancet. Los mete de todos los colores, este de cabeza. Otro del mediapunta, que sigue mostrándose como una pieza clave en el engranaje ofensivo de Valverde.
El partido había amanecido extraño, muy raro, por el eterno y extenuante conflicto de la Grada de Animación, que no alentó hasta el minuto 12, y una indisposición justo en el lado inverso, en la Sur Baja. La gente está tan harta que ya pita a la ICHH cuando se reivindica. La plantilla recuperó la tradición de ir a celebrar el triunfo cerca de esa zona, pero de forma acelerada y muy tímida. El Girona puede llevarse la medalla de oro a las buenas intenciones, pero entre que le han sacado jugadores fabulosos y que la Champions erosiona lo suyo, apenas se dejó sentir en La Catedral. Arriesga muchísimo y si andas fino tras el robo, una tarea aparentemente sencilla, te hinchas a averiarle la carrocería. Hasta esos errores de Miguel y Bryan, el Athletic llegaba con sensación de peligro hasta el último cuarto del campo, pero luego no elegía bien el pase adecuado. Nunca regatea en el esfuerzo, aunque a veces el acierto le deja abandonado. Si el Girona lograba salir de esa primera línea de agobio, tenia claro que estaría cerca de Simón. Yeray se pasó medio tiempo metido 20 metros en campo ajeno.
Fue una tarde de lo más plácida para el Athletic. Miguel desfiló por molestias en el tobillo en el que andaba tocado. El Girona conoció a Simón por primera vez en el minuto 56, un disparito de Bryan que atajó el meta internacional sin esfuerzo. Su primer aviso tras cinco de los locales. El choque estaba parado y Míchel lo intentó con dos extremos encaradores como Misehouy y Asprilla, más Stuani esperando en el área. Pero el foco de atención en el tramo final estaba fijado en Sannadi, que se estrenó como león y en casa, su sueño de niño. Entró en combustión, arrasando con todo a su paso, entregando el alma, con ganas de marcar. Tuvo una oportunidad en el 79’, pero llegaba muy desfondado al área y su tiro lo blocó Gazzaniga. Antes, Sancet volvió a tomar las riendas, primero con un contraataque muy claro atravesando medio campo y decidiendo mal en el último instante, con Blind en la anticipación. Y posteriormente girándose muy bien tras la asistencia de Iñaki Williams. Aprovecharon un doble error de Gazzaniga y Solís, que completaron la tarde desastrosa de los de Míchel.
El único interés ya estaba en ver los primeros apuntes de Sannadi, un panzer que estaba casado con una intensidad descomunal. Forzó dos tarjetas a Juanpe y Krejci... los que chocaban con él, se iban al suelo. Tiró un caño en el área, sin complejos. Enorme descaro, no se corta el muchacho. Aunque estaba en Primera Federación hasta hace un suspiro, su potencia es de élite desde luego. No se trata solo eso, una mole, en ese muro de hormigón hay calidad. Dejó pinceladas deslumbrantes. A su lado pudo sonreír Buján, otro debutante con mucha jeta, que pegó un par de regates como si llevara toda la vida en esto.
Con piernas frescas, el fútbol fluye brillante. y este febrero desahoga mucho en el caso de los leones. Victoria bilbaína número 150 en el nuevo San Mamés en el que fue su partido 276 en el estadio inaugurado en septiembre de 2013. De esas 150 victorias, 113 han sido en LaLiga, 17 en la Copa del Rey, 2 en la Liga de Campeones, 17 en la Liga Europa y una en la Supercopa. La primera de ellas, también con Valverde en el banquillo, se registró el 16 de septiembre de 2013 en la inauguración oficial del estadio. Fue un 3-2 frente al Celta en el que el brasileño Charles Dias marcó el primer gol, San José, Iraola y Beñat remontaron y Santi Mina cerró el marcador definitivo. Además, el Athletic ha firmado 68 empates y ha encajado 58 derrotas con un balance de 454 goles a favor y 251 en contra. Valverde iguala los 14 partidos que encadenó sin perder en primera con el Espanyol en la campaña 2007-08 (9 victorias y 5 empates), aún lejos de los 36 del Barça en la 2017-18 (27 victorias y 9 empates) y los 23 también con el cuadro culé en la 2018-19 (18 victorias y 5 empates).
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- 1 Unai Simón
- 18 De Marcos
- 32 Adama Boiro (75')
- 5 Yeray
- 3 Daniel Vivian
- 8 O. Sancet x3 (83')
- 24 Benat Prados (75')
- 7 Berenguer (83')
- 23 Mikel Jauregizar
- 9 Williams
- 12 Guruzeta (64')
- Banquillo
- 4 Aitor Paredes
- 13 Julen Agirrezabala
- 21 Maroan Sannadi (64') SC
- 17 Yuri (75')
- 20 Unai Gómez
- 33 Aingeru Olabarrieta
- 15 Lekue
- 28 Peio Canales (83')
- 6 Vesga (75')
- 43 Endika Bujan (83') SC
- 2 Gorosabel
- 13 Gazzaniga
- 16 Alejandro Francés -
- 18 Ladislav Krejci
- 3 Miguel Gutierrez (45') -
- 15 Juanpe
- 8 Tsygankov (66')
- 6 van de Beek
- 20 Bryan Gil Salvatierra (66')
- 21 Yangel Herrera
- 23 Iván Martín (75') -
- 9 Abel Ruiz (65')
- Banquillo
- 25 Vladyslav Krapyvtsov
- 35 Antal Yaakobishvili
- 4 Arnau Martinez SC
- 27 Gabriel Misehouy (66')
- 14 Oriol Romeu
- 17 Daley Blind (45')
- 24 Portu
- 1 Juan Carlos
- 10 Yáser Asprilla (66')
- 22 Jhon Solís (75') -
- 5 David López
- 7 Stuani (65')
Cambios
Daley Blind (45', Miguel Gutiérrez), Maroan Sannadi (64', Gorka Guruzeta), Cristhian Stuani (65', Abel Ruiz), Gabriel Misehouy (66', Bryan Gil), Yáser Asprilla (66', Viktor Tsyhankov), Yuri Berchiche (75', Adama Boiro), Jhon Solís (75', Iván Martín), Mikel Vesga (75', Beñat Prados), Endika Bujan (83', Oihan Sancet), Peio Canales (83', Alex Berenguer)
Goles
1-0, 41': O. Sancet, 2-0, 45': O. Sancet, 3-0, 78': O. Sancet
Tarjetas
Arbitro: José María Sánchez Martínez
Arbitro VAR: Daniel Jesús Trujillo Suárez, Guillermo Santiago Sacristán
Bryan Gil Salvatierra (62',Amarilla), Juanpe (70',Amarilla), Yangel Herrera (73',Amarilla), Ladislav Krejci (87',Amarilla)
