SELECCIÓN | EL PERFIL
Le Normand, el triunfo del esfuerzo
Alejado de los focos, de vida austera y con la disciplina y el trabajo por bandera, el francés es una rara avis en el planeta fútbol. Garitano le ‘descubrió' y con Alguacil se consolidó cuando en Zubieta no apostaban por él.
Sin Sergio Ramos, Robin Le Normand. Tras el adiós del central sevillano a la selección española (181 internacionalidades), el francés de la Real Sociedad es la apuesta del nuevo seleccionador, Luis De la Fuente, para ampliar su abanico de opciones en uno de los puestos más discutidos de La Roja. Tal y como ha desvelado AS, el nacido en Pabu ya ha comenzado los trámites para obtener la nacionalidad española con tal de ser convocable. Una nacionalización exprés que ya ocurrió con Aymeric Laporte, compatriota suyo, Ansu Fati o que se pretende con Stefan Bajcetic. La de Le Normand esconde una intrahistoria con diversos giros del destino.
“Yo sólo quiero jugar con Francia. ¿España? Mi familia me mata. Sólo quiero con Francia”, afirmó a finales de 2021 en El Larguero, de la Cadena SER. Un año más tarde, lo volvería a confirmar a AS: “Agradezco mucho a España, por la oportunidad que me ha dado a través de la Real y que en Francia no he tenido para jugar a nivel profesional. Nunca podré agradecerle al país todo esto, porque con la Real me han dado la oportunidad de cumplir mi sueño. Pero yo soy francés y así me siento, y mi objetivo es jugar con la selección francesa, que es mi selección”.
Un discurso que comenzó a cambiar cuando Didier Deschamps no le incluyó en la lista de Francia para el Mundial de Qatar 2022 -un puesto altamente cotizado en Les Bleus- y que acabó por deshacerse con la llamada de Luis De la Fuente en la que le mostró su intención de contar con él cuanto antes. Incluso, de cumplimentar los trámites a tiempo, para los partidos ante Noruega (25 de marzo) y Escocia (28 de marzo), clasificatorios para la próximo Eurocopa.
El nuevo seleccionador valora su contundencia y juego aéreo, dos cualidades de las que adolece la retaguardia española y que invitaron a Luis Enrique a reconvertir a Rodrigo Hernández como central para acompañar a Laporte en la última cita mundialista y por las que no destacan Pau Torres o Eric García, habituales en las últimas convocatorias. La idea de De la Fuente para esa zona, que también tiene en alta estima a Yeray Álvarez, parece poseer otros matices que los que abanderaba el técnico asturiano. Al menos, de momento, para esa zona.
De solución de emergencia a central de élite
El ascenso y la consolidación de Robin Le Normand en LaLiga Santander fue meteórico y fortuito. De desconocido, a secar a los mejores delanteros de la Liga. En poco más de un año pasó de ser uno más en el Sanse, el filial realista, a titular fijo. No desaprovechó la oportunidad que le brindó el destino cuando en el ecuador de la temporada 2018-19, las lesiones de Diego Llorente, Aritz Elustondo y Raúl Navas, provocaron que Asier Garitano, por aquel entonces técnico del conjunto txuri urdin, tirara de él como solución contextual para visitar al Betis. En cierto modo, sorprendió que el técnico de Vergara apostara por Le Normand, catalogado generalmente como cumplidor en las categorías inferiores y con dificultades para mantener la concentración durante los 90 minutos, cometiendo errores de bulto con frecuencia.
Sin embargo, respondió con creces en los seis partidos que disputó, enlazando tres titularidades. Imanol Alguacil, que sustituyó a Garitano en el banquillo, tampoco se resistió a sus incipientes encantos. En total, siete partidos que valieron para que la Real Sociedad lo ascendiera definitivamente con los mayores. La siguiente temporada, la 2019-20, fue la de su asentamiento definitivo, disputando 38 partidos. En la 2021-22, ya como titular indiscutible y emergiendo como uno de los mejores centrales de LaLiga Santander, llegó incluso a ser nombrado mejor jugador de octubre y ser incluido en el mejor once de la competición por L ´Èquipe. “Robin sostiene la defensa del equipo”, llegó a afirmar Alguacil. La Real, consciente de que tiene un diamante, le renueva hasta 2026, pasando su cláusula de rescisión de 50 millones de euros a 60, el mismo escalón que Mikel Merino, Brais Méndez o Zubimendi.
Otro ‘favor’ del descubridor de Griezmann
Le Normand es otro enfant de Eric Olhats, quien llevó al Principito a Zubieta. Por entonces era ojeador de la Real en Francia y le había hecho seguimiento desde su llegada al Brest. Al quedar libre vio una gran oportunidad y lo llevó a Zubieta para hacer una prueba en julio de 2016. Pasó el corte y firmó un primer contrato de dos temporadas para jugar con el Sanse. No importó su déficit a la hora de jugar la pelota, uno de los grandes hándicaps dentro de las dudas que generaba. Sin embargo, sobre todo por su edad tardía para debutar en el primer equipo, se apostó por él, porque había demostrado su capacidad para evolucionar.
El futuro central de la selección no regala una carrera, no discute una sesión de gimnasio y lleva a rajatabla todo el trabajo pre y post entrenamiento. Su éxito radica en su seriedad, disciplina y dedicación. ‘La Roca’, por su juego rocoso y aspecto cuadrado, y ‘Supernormand’, por sus heroicas capacidades y su normalidad como persona, son sus apodos en el cuartel general de Zubieta. Sin tatuajes, ni piercings ni looks extravantes, si por algo destaca Le Normand es porque precisamente no destaca, una rara avis en el actual planeta fútbol. Tímido de entrada, es muy serio, aunque en las distancias cortas es una persona afable, cercana y divertida.
No le gustan los focos, por eso vive en un piso alejado de todos los lujos que suelen rodear a los futbolistas en Astigarraga, un pequeño pueblo que está al lado de San Sebastián. Desde ahí tiene más accesible poder llegar a Zubieta en coche. Y es conocido en el pueblo, tanto que sus vecinos le riegan las plantas y le preparan comida que le dejan en su casa cuando tiene un viaje largo con la Real. Vive solo y es muy casero. Pero suele recibir la visita de sus padres y su hermano, que juega de centrocampista en un equipo de Francia, y de sus amigos, con los que juega bastante a la Play Station, una de sus grandes aficiones. Para entender su carácter cercano, sigue manteniendo relación con la familia donostiarra que le ayudó cuando llegó a la Real, y a los que conoció en un camping con su familia.