EUROPEO SUB-21 | ESPAÑA 2- SUIZA 1
La Rojita acaricia los Juegos
Un gol de Miranda en la prórroga clasifica a España a las semifinales del Europeo. Si Inglaterra o Francia ganan sus partidos de cuartos, La Rojita irá a París 2024.
Salvo sorpresa mayúscula, España jugará los próximos Juegos Olímpicos. Basta con que Francia o Inglaterra, dos de las selecciones favoritas para ganar el Europeo Sub-21, superen en cuartos de final a Ucrania y Portugal, respectivamente. En caso de un batacazo de ambas selecciones, habría que esperar a ver qué ocurre en semifinales, ya que las plazas para París 2024 están reservadas para los tres mejores equipos del torneo. De momento, La Rojita ya está en semifinales, que no es poco, tras ganar en la prórroga a Suiza, una selección que hizo todo para que no ocurriera nada. El viaje de Santi Denia con la generación del 2000, con la que ya ganó el Europeo Sub-17 y Sub-19, puede todavía tener un broche de oro.
La apuesta de Denia consistió en presionar arriba en los primeros minutos. Suiza es el equipo que más goles ha encajado en el torneo y muchos de los goles pasaban por errores en la salida de balón. Así que pronto La Rojita encerró a su rival. Los helvéticos, por su parte, no estaban incómodos con el rol de dominados. Su mejor baza era encontrar a Ndoye al contrataque. Baena y Rodri avisaron primero, pero sus disparos desde la frontal fueron ambos bastante centrados. Con el paso de los minutos, la presión fue disminuyendo y Suiza, poco a poco, se asentaba más en el campo.
Le costaba a España tener fluidez en su juego. Suiza estaba muy bien plantada sobre el césped, lo que dificultaba que Baena y Sancet pudieran aparecer entre líneas. Rodri, el hombre más desequilibrante de España en este Europeo, se aburría a la espera de que algún balón pasase por su zona. Ni qué decir Abel Ruiz, perdido entre la defensa soñando con algún balón llovido con el que irse fogueando para no enfriarse. De tanto soñar bien pudo quedarse dormido. En la única jugada en la que se tuvo algo de profundidad Baena dejó solo a Sergio Gómez delante de Saipi. El del City picó el balón y superó al portero suizo, pero el golpeo fue tan sutil que Amenda no tuvo problemas en despejar la pelota a un metro de la línea de gol. No pasó mucho más en una primera parte que no pasará a la historia, desde luego.
Volvió a adelantar la línea de presión tras el descanso y La Rojita fue mucho más profunda. Víctor Gómez y Miranda actuaron más como extremos que laterales y se confió la defensa a un Pacheco y un Paredes que debían arriesgar en cada duelo. El juego de España mejoró, pero el riesgo de ser sorprendidos en una jugada aislada subió. Y como en la primera parte, el paso de los minutos fue desmoronando a los chicos de Denia, atrapados en la telaraña de una Suiza que hacía todo lo posible para que no pasaran cosas.
El partido pedía cambios a gritos, pero justo cuando peor parecía estar España, cuando se avecinaban las primeras sustituciones, Baena encontró en profundidad a Abel Ruiz, que se adentró en el área y esperó la llegada desde atrás de Sergio Gómez para que el del City, con la izquierda, abriera el marcador de un disparo raso.
Las entradas de Aimar y Bernabé dieron un nuevo aire a España, que se asentó más con balón. Sin embargo, cuando el encuentro tocaba a su fin, Suiza sacó oro en una jugada en la que Von Moos condujo la pelota hasta el borde del área y encontró libre de marca a Amdouni, que disparó cruzado. Una sola jugada, un gol. El partido se iba a la prórroga.
El tiempo extra no cambió el sino del encuentro. Suiza simplemente esperó que el reloj corriera y Denia le dio entrada a Gabri Veiga, que necesitaba un partido como el de anoche para reivindicarse. Pero fue Bernabé el que dio un paso adelante. El del Parma se puso el equipo a la espalda. Bajo su mando, España fue vertical y Miranda, de un zurdazo desde fuera del área, clasificó a La Rojita a las semifinales. La triple corona, más cerca.