Iago Aspas: “Mi consejo a Veiga es jugar el centenario con el Celta”

Iago Aspas (Moaña, Pontevedra; 1 de agosto de 1987) celebró su regreso a la Selección tres años después de su última aparición “con una mariscada familiar, en la que también celebramos el Día del Padre”. La alegría de volver a vestir La Roja le llega con 35 años, y a sólo doce meses de la Eurocopa 2024 de Alemania. “Voy a hacer lo posible para estar. Para mí ya fue un orgullo marcar un gol en el Mundial de Rusia 2018 y ahora trabajaré al máximo para repetirlo en la Euro. Ya veremos a ver qué pasa”, dice en la entrevista que concedió en exclusiva para este periódico.

—¿Había perdido la esperanza de volver a jugar con España?

—Nunca la perdí, pero es verdad que pasaban los meses y los años y no llegaba pese a que mis números eran los de siempre, con un gol arriba o abajo. Perdí algo de ímpetu, porque pasé de ser un fijo en la etapa anterior a desaparecer de las listas. Pero nunca perdí la esperanza porque mi ilusión por volver era muy grande.

—¿Por qué cree que no le llamó Luis Enrique?

—Porque Luis Enrique tenía su idea y debía pensar que otros compañeros lo podían hacer mejor que yo.

—Ya, ¿pero no le sorprendió cuando salió la lista del Mundial que sólo hubiera un ariete: Morata?

—Bueno, el seleccionador creyó que los 25 que llevó eran los mejores y ya está. Yo he hecho todo lo posible para estar y ahora que he vuelto me tomo cada día como una oportunidad.

—Pues Marruecos nos echó de Qatar después de noventa minutos y una prórroga sin goles...

—Eso es así. Ellos buscaron hacer su plan de partido, replegarse y salir a la contra y España sólo tenía una opción, una idea de juego que Luis Enrique iba con ella hasta el fin del mundo y al final pues no pudo ser...

—Usted jugó en la Premier, y ahora parece que los clubes ingleses se rifan a Gabri Veiga. Pero también le quiere el Real Madrid. Usted que ha pasado por lo mismo, ¿qué le recomienda? ¿El dinero es lo importante, o no lo es tanto?

—Para mí el dinero no es lo más importante. Y lo digo porque yo juego en el equipo de mi tierra y estoy en mi casa. Yo lo que le recomiendo a Gabri, que es muy bueno y también muy joven, es que se quede al menos una temporada más en el Celta. La temporada que viene es el centenario del Celta y me gustaría que Gabri Veiga siguiera con nosotros. Luego ya podrá elegir jugar donde quiera, porque su proyección es fantástica. Le siguen grandísimos clubes, me consta, pero Gabri tiene 20 años y tiene tiempo por delante.

—Luis de la Fuente no tiene un sistema único, como Luis Enrique. ¿Se ve jugando por detrás del punta? Parece que le ha probado en esa posición...

—Muchas veces he jugado como segunda punta, como enlace con los delanteros. Así juego ahora en el Celta, lo que pasa es que si veo ocasión pues también busco el gol, claro. También jugué en banda, en la etapa de Berizzo, y a veces sólo en punta. Yo me adapto al sistema que pone el entrenador.

—¿Por qué cree que está aquí, por los 12 goles que lleva o por ser el máximo asistente de goles del campeonato?

—Supongo que un poco por todo, pero eso habrá que preguntárselo al seleccionador. Influirán los goles, claro que sí, pero también mi estilo de juego.

—¿Se ha propuesto llegar a la Eurocopa?

—Pues yo me encuentro bastante bien. He jugado todas las jornadas de titular y he tenido muchos minutos. O sea, que muy bien. Pero no sé lo que deparará el futuro. Desde luego, sería un sueño jugar la Eurocopa.

—¿En la Selección se ve más en el área o como segundo punta?

—Me veo donde me pongan, pero aquí con la Selección, hasta ahora, he jugado más en punta. Pero si juego pues bien y si no juego, pues aquí estoy y seré el primero en apoyar a mis compañeros para conseguir el objetivo: ganar los partidos.

—¿Cómo se lleva empezar cada temporada con la responsabilidad de saberse el líder de un equipo, internacional y con su recorrido que debe jugar para mantener la categoría?

—Pues yo estoy feliz, porque estoy en mi casa y juego con mis amigos en el equipo de mi tierra. Pero es verdad que también es una responsabilidad. Cada vez que voy a la ciudad me paran por la calle y, oye, la gente por supuesto quiere más y me piden entrar en competición europea. Todo el mundo quiere llegar a eso, y después de dos o tres temporadas que lo hemos pasado regular a ver si en la presente somos capaces de llegar más arriba y darle esa alegría a los paisanos.

—Ya tiene 35 años. Amancio, que en paz descanse, que era gallego también ¿sabe qué respondía cuando le preguntaban la edad que tenía? Pues respondía: ‘Tengo los que aparento’. Una respuesta muy gallega. Quédese con ella.

—Yo tengo otra, también de mi tierra: ¡Ojalá llegues a la edad que aparentas!

—Ya ve el follón que hay con los árbitros. ¿Qué piensa un jugador del Celta cuando ve que el Madrid y el Barça se pelean por los árbitros, por el VAR...?

—Pues para los equipos pequeños el VAR es bueno. Antes, en caso de un fuera de juego pues lo fácil era dejar seguir al equipo grande... Pero es verdad que hay que darle una vuelta al VAR. Pero bue[1]no, imagine lo que estaremos pensando los otros 18 de Primera cuando el Madrid y el Barça se pelean por los árbitros...

—¿Qué le parece lo de Enríquez Negreira?

—Pues no estoy muy puesto en el tema, pero habrá que esperar a que llegue una sentencia y mientras tanto habrá que echarse a un lado.

—¿En el Celta tienen un exárbitro en nómina para asesorarles con los temas arbitrales?

—No, no da para tanto... Es cierto que nos dan charlas, que vienen algunos árbitros gallegos de otras categorías a instruirnos. Pero no tenemos a uno dentro. A tanto no llega el Celta.

—¿Qué le parece que no esté Haaland en el partido del sábado en Málaga contra Noruega?

—Pues para España eso es bueno. Es uno de los dos mejores delanteros del mundo, de los dos que van a reinar en la próxima década.

—Haaland es uno, ¿y el otro?

—Para mí, Mbappé.

—Ha dicho Cañizares que es una injusticia que no haya sido cien veces internacional.

—Yo he hecho lo que he podido... Pero bueno, agradezco sus palabras. Los seleccionadores tienen sus gustos y llaman a los que creen mejores. Unas veces vas y otras te quedas. Esto es así.