Esta España motiva

A por la Cuarta

El eslogan que fue la portada de AS en la víspera del debut contra los croatas se cumplió a la perfección en un estreno de oro y diamantes en la pasarela de Berlín. Una Selección coral, dinámica, solidaria, comprometida, amenazante, veloz y sumamente eficaz. España despachó el escollo de los croatas (no olvidemos que vienen de ser semifinalistas en el Mundial de Qatar y subcampeones del Mundial de Rusia) con la solvencia, la contundencia y la sobriedad de un futuro favorito al título. Ya sé que hasta en nuestra querida y plural piel de toro hay mucha gente que no cree en la tropa de Luis de la Fuente. Ya se darán cuenta de su error. Que no estemos en la cabecera de las casas de apuestas me trae al pairo. Tampoco daban estos años favorito al Madrid para ganar la Champions y ha levantado dos Orejonas en tres años. Aquí hay que hablar en el campo y los chicos de De la Fuente lo tienen muy bien interiorizado. Así ganaron la Nations League, precisamente tras derrotar a los ajedrezados en la final. Y ahí siguen. En línea ascendente, viendo puerta con facilidad y manteniendo la guarida de Unai a cero. Un estreno soñado con la única mácula de los problemas físicos de Morata y de Rodri, pero afortunadamente ellos mismos han despejado los nubarrones de posibles lesiones y todo quedó en un susto. La moneda cayó de cara en todo lo sucedido en Berlín. Buen presagio para un torneo hecho a la medida de España. Que nadie olvide que sólo la poderosa Alemania y nosotros tenemos tres coronas. Por algo será. Fuera complejos.

La Marea Roja

Nuestra afición viajera es ejemplar. A pesar de que en la grada había casi 50.000 croatas (muchos de ellos con sus gorros de waterpolo), los 10.000 integrantes de la Marea Roja se hicieron notar y acabaron apoderándose del Olímpico de Berlín con sus olés, con la famosa ola y con el “¡Que viva España!”. Ellos siempre están ahí. A las duras y a las maduras. En la victoria y en la derrota. Siempre fieles al equipo nacional, el que nos representa a todos. Esto va por esa franja de la población (minoritaria por suerte) que se empeña en ver con desdén las andanzas de nuestra Selección. Arrancan todos los campeonatos en diésel y cuando las cosas van bien se suben todos al carro. Olvidémonos de las camisetas de clubes. Unamos nuestros 47 millones de corazones en torno a un único sentimiento. Estemos orgullosos, como decía De la Fuente en la víspera, de ser españoles. No es tan difícil. Pónganse la camiseta roja de España (yo lo hice desde las 9 de la mañana) y verán qué bien se sienten...

Tres héroes

Los croatas, lógico, temían a Lamine Yamal (un niño de 16 años anda suelto) y Nico Williams, las dos balas de plata de la Eurocopa. Pero nuestros seleccionador aprovechó esa obsesión para surfear el carril central de la zaga ajedrezada. Ahí se salió Fabián, el artista de Los Palacios (el pueblo de Jesús Navas y Gavi). Su pase filtrado a Morata fue antológico. Y el capitán cerró la boca a los ‘haters’, que diría Antonio Romero, con una definición excelsa. Fernando Torres, que marcó el gol de la Euro 2008 ante Alemania, tiene a Álvaro pisándole los talones en la tabla de históricos. Pronto tendrá sólo a Raúl y David Villa por delante. Crack.

Pichichi Carvajal

El mejor lateral derecho de la Tierra se sale. Tras ser uno de los héroes de la 15, le faltaba un gol con España. Pues ahí lo tiene, aprovechando el espléndido servicio de Yamal para chutar en la posición de nueve puro. ‘Carva’ no tiene límites y acabó con el brazalete de capitán tras los cambios de Morata y Rodri. Con gente como Carvajal se puede ir al fin del mundo. Es nuestro Leónidas. Nuestro Hispano.

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