¡La Sub-20, a octavos!
El gol de Bravo y las paradas de Fran González dan la victoria a La Rojita frente a Brasil y clasifican a España a octavos como una de las mejores terceras.


España continúa viva en el Mundial Sub-20. La Rojita ganó a Brasil en un partido a vida o muerte y acabó como tercera de su grupo, por detrás de Marruecos y México. Tras la victoria de Australia sobre Cuba en el Grupo D, los chicos de Gallardo se aseguraron acabar como uno de los mejores cuatro terceros y clasificarse para los octavos. España, por tanto, sobrevivió al Grupo de la Muerte, en que Brasil cayó a las primeras de cambio, que no es poco.
Tras los resultados del viernes, la Sub-20 saltó al césped del Estadio Nacional de Chile con la certeza de que no dependía de terceros para clasificarse a octavos de final si ganaba por más de un gol a Brasil. Había que ser ofensivos y esta vez no hubo revolución ni experimentos. Gallardo apostó por la artillería pesada: Pablo, Virgili y Bravo formaron el tridente de ataque. Brasil, igual de necesitada que España, sorprendió con la ausencia de su estrella Pedrinho, al que el Zenit no liberó hasta hace dos días y que tras el viaje exprés no jugó ni un minuto. En su lugar Menezes prefirió poblar más el medio del campo. Menos mordisco, más control. Brasil se hizo con la pelota pronto y encerró a España en su área en los primeros minutos. João Cruz estrelló un balón al larguero y Fran González tuvo que intervenir tres veces antes del 10’. Fueron los peores minutos de La Rojita en todo el torneo.
Superado el asedio inicial, España se estiró por el camino habitual, por las bandas, lugar de residencia de Pablo y Virgili. El bético tuvo en sus botas las dos primeras ocasiones de la Selección, pero sus disparos se fueron desviados. El primero por un metro, el segundo por milímetros.
El partido amagó con romperse con transiciones rápidas de uno y otro equipo alrededor del 20’, pero España logró frenar el correcalles. Demasiado pronto para echar el partido a suertes. Bravo empezó a entrar en contacto con el balón y sus movimientos desestabilizaron a la defensa brasileña. El capitán probó suerte fuera y dentro del área, pero se topó con un seguro Otavio que evitó que el España se fuera por delante al descanso.
Gol y tensión
Iker y Otavio volverían a encontrarse pronto, en el primer minuto de la segunda parte. El duelo, por fin, se lo llevó el español. Bravo recibió en el área un pase interior de Pablo, aguantó la salida del portero, al que mandó al suelo sin tocar la pelota, y la empujó sutilmente a la red con la derecha. Un golazo que ponía a España segunda de grupo por unos instantes. Los pocos minutos que tardó México en marcar en el otro partido.
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Obligada por la situación, Brasil dio un paso adelante, pero se topó con un gigante, en lo literal y en lo metafórico. Fran González evitó el empate con dos paradas antológicas. Gallardo intentó frenar el empuje de la canarinha metiendo a Cortés y Navarro, y adelantando la posición de Merino. También introdujo a Mella, que tuvo dos oportunidades de sentenciar el partido, pero al del Dépor se le hizo de noche en la definición. Por suerte, nadie se acordará de ello.
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