Zapater: “Viviré algún día el ascenso en la grada”
El capitán se muestra muy agradecido por el homenaje y asegura que aún no tiene claro su futuro más inmediato: “Sería muy bonito dejarlo aquí”.
Alberto Zapater se ha despedido esta noche de La Romareda, que le ha brindado un homenaje que recordará toda la vida: “Han conseguido que sea feliz. Ahora estoy en paz. No completamente, porque todos queremos el ascenso, pero lo viviré algún día en la grada. Soy un privilegiado, lo que he vivido ha superado todas las expectativas de ese niño que soñaba con ser futbolista. Pedir más sería egoísta”. Además, el capitán asegura que aún no tiene claro su futuro más inmediato: “No sé qué pasará. Sería muy bonito dejarlo aquí, pero ya veremos que puedo tener. Tengo que anteponer mi familia y tendría que ser algo muy especial y bonito para mis hijos”.
Noche inolvidable. “Es una pasada. He pasado unas semanas de pena, de tristeza. Yo soy muy melancólico y me acuerdo de todo y estos dos días están siendo una pasada. Estoy dando tantos abrazos que parece que me estoy muriendo. Sentirte querido, sentir amor verdadero, es una pasada. Han conseguido que sea feliz. Ahora estoy en paz. No completamente, porque todos queremos el ascenso, pero lo viviré algún día en la grada. Soy un privilegiado, lo que he vivido ha superado todas las expectativas de ese niño que soñaba con ser futbolista. Pedir más sería egoísta. Lo que he vivido y sentido hoy es único y especial y lo recordaré toda la vida”.
Homenaje del club y la afición. “El zaragocismo es esto. Mi hijo muchas veces me dice ‘habéis perdido otra vez’, pero mira. Se vuelve a ilusionar y vuelve a venir. Y siempre digo que el zaragocista se alegra más de una victoria hoy en día que cualquiera de otro club grande que gana un título. Cuando hablamos de legado, yo he superado adversidades. Llevaba cuatro años sin jugar al fútbol, pero la única ilusión que tenía era volver al Zaragoza. Y creo que lo superé por eso. He superado lo de la espalda o lo de la rodilla, aparte de porque soy cabezón, por el Zaragoza. Quiero que mis hijos sean conscientes de que he seguido luchando por hacer lo que más me gustaba. El Zaragoza un día estará en Primera. No sé cuándo, pero yo pienso venir con mi hijo se gane o se pierda y voy a animar siempre y también a sufrir. Está claro que tengo la edad que tengo y cada año que pasaba siempre pensaba: ‘¿Será este año?’. Pero tener una despedida así ni lo soñaba. Es una pasada. Yo no quiero que acabe el día de hoy porque me quiero hacer fotos con todos. Sólo puedo agradecerle a todo el mundo que hayan conseguido hacerme feliz”.
Futuro. “No sé qué pasará. Sería muy bonito dejarlo aquí, pero ya veremos que puedo tener. Tengo que anteponer mi familia e igual anteponer mi familia es quedarnos aquí en Zaragoza. En ese caso, me iré con los amigos el domingo a jugar porque yo amo el fútbol y no quiero dejar de golpear un balón. Yo siempre he hecho ese metro de más por el Zaragoza y ahora quiero ver si todas esas carreras y esfuerzos merecen la pena. Y merecerá la pena si es algo muy especial y bonito para mis hijos porque mi mujer se apunta a todo. El fútbol te puede dar una oportunidad ahora. Nosotros la tuvimos como pareja en Portugal, Italia y Rusia y fue una pasada y también sería una pasada hacerlo con hijos, pero no vale cualquier sitio”.
Mensaje al zaragocismo que viene. “Que los sueños se cumplen. Siempre ha habido jugadores mejores que yo, pero reconocen que yo tenía ese plus por tener pasión por jugar al fútbol. No por tener seguidores o ganar dinero, ¿Lo he ganado? Sí. He vivido experiencias fuera y soy un afortunado porque estos años me he podido centrar únicamente en el juego. De pequeño yo quería jugar aquí y por eso digo que los niños tienen que venir aquí y soñar con venir aquí. Se está perdiendo la esencia de las cosas. Los niños ahora no ven los noventa minutos. Lo que genera el fútbol es inigualable y es amor y sentimiento y no sé si las nuevas generaciones lo viven así”.
Ascenso. “Todos estos años he soñado con el ascenso y me lo imaginaba. Recuerdo que el último ascenso no había que celebrarlo e imagínate cómo lo celebraríamos ahora. Eso supera a todo y es verdad que no he podido vivirlo, pero si lo vivo como aficionado me sentiré parte de ello. Creo que cuando se ascienda todos nos tendremos que sentir partícipes. Es muy difícil y estamos viendo que ya son muchos años en Segunda”.