Yoel: “Pase lo que pase, la afición sigue creyendo, ahí está el secreto del Eibar”
El cancerbero gallego repasa en una entrevista con AS su prolongada estancia en un club que considera como su casa y donde logró reencontrarse con el fútbol: “Volví a sentirme futbolista”
Yoel Rodríguez (Vigo, 1988) pone fin a su etapa más longeva en el ámbito profesional. El canterano celeste, que desembarcó en Ipurua hace ya 8 años, se desvincula del club al que considera como su segundo hogar. En la localidad eibarresa se ha convertido en toda una institución para el club, además de ser uno de los futbolistas más queridos de la parroquia armera dada su cercanía con la afición. El excelso momento de forma de Luca Zidane, le ha obligado a cumplir un rol secundario que el gallego ha aceptado con total profesionalidad. Sin embargo, el cancerbero desde su tierra natal reconoce a AS sus ganas de seguir trabajando en busca de alimentar el gusanillo futbolístico que aún está lejos de acabarse. Asimismo, solo tiene palabras de agradecimiento hacia el club que le hizo volver a sentirse como futbolista, aunque le hubiera gustado decir su último adiós en un acto de despedida.
Hace ya dos semanas que todo terminó, pero la herida parece que aún sigue abierta. ¿Este golpe ha dolido más que el de los años anteriores?
La verdad que el estar ahí hasta el último día y quedarte fuera en el playoff siempre duele. Parece que siempre nos pasa a nosotros. Hay que aprender de todo, pero es un golpe duro y seguimos fastidiados. Hace ya varias semanas de esto, pero seguro que la gente todavía le da más de una vuelta a la cabeza.
Aunque parecía que este año sí podía ser, todos iban a una con el lema ‘Sinistu’ (creer).
Competimos perfecto e hicimos las cosas muy bien durante todo el año. Estuvimos a un gran nivel. Las eliminatorias son así y un partido malo lo puede tener cualquiera. Que no creo que fuera así tampoco. El Oviedo nos compitió muy bien. Esto puede pasar.
¿Qué cree que le faltó al equipo para poder lograrlo?
No creo que faltara nada. Creo que todos mis compañeros estábamos preparados para competir como competimos. Sabíamos que (el Oviedo) era un equipo duro y que jugaba muy bien al fútbol. En el partido de casa tuvimos varias ocasiones, Leo Román hizo unas paradas muy buenas y ahí estuvo la diferencia. Cuando ellos se aproximaron a nuestra portería con el peligro que nos crearon marcaron y nosotros no fuimos capaces de marcar gol en toda la eliminatoria.
“La afición estuvo ahí con nosotros, siempre creyó y sigue creyendo, que es lo más bonito que tiene nuestra afición”
Y eso que la marea azulgrana siempre ha estado ahí. Los desplazamientos a Gijón y Oviedo, las últimas kalejiras antes de los partidos, Ipurua batiendo récords de asistencia…
Todos tenemos que estar super agradecidos. La afición estuvo ahí con nosotros, siempre creyó en nosotros y sigue creyendo, que es lo más bonito que tiene nuestra afición. Pase lo que pase, la afición sigue creyendo en sus jugadores. Ahí está el secreto del Eibar, que tanto la afición, como los jugadores, como la gente que está en el club, todos creemos. Lo único que se le puede decir a la afición es gracias. Por estar ahí con nosotros, por viajar con nosotros y apoyarnos en cada sitio en que vamos. Siempre les estaremos agradecidos.
Pero el playoff está claro que no es la competición del Eibar. En años donde la regularidad armera ha sido manifiesta, en los momentos clave es cuando el equipo se ha venido abajo. ¿Quizá por acordarse de esos fantasmas del pasado?
Por más que se puedan decir, esas cosas siempre pasan por la cabeza. Este año yo creo que competimos genial. Hicimos un buen partido en Oviedo. Quizá no tuvimos las ocasiones de otros partidos, pero el equipo estuvo muy bien. Vinimos de Asturias con un resultado bueno y aquí en casa si llega a entrar la de Corpas el partido sería diferente. Porque a ellos les obligas a tener que abrirse y a tener que meter ya dos goles. El partido se dio como se dio. Nosotros éramos los primeros que queríamos pasar la eliminatoria. No sé si se vieron los fantasmas, con la tensión del partido ya era suficiente para acordarse de cosas del pasado.
No obstante, su paso por Ipurua también ha tenido momentos inolvidables en el buen sentido. ¿Con cuál de todos se queda?
Me quedo con cada año. Con la gente que estamos ahí cada día todos juntos. Gente que a lo mejor no está a la vista de todos que son gente interna del club: oficinas, cocineras, lavanderas, limpiadoras… Verlos con una sonrisa y creyendo en el equipo te llena de vida. Como he dicho de la afición, lo mismo digo de ellos. Siempre voy a estar agradecida a esa gente. Están ahí cada día. Ojalá trabajáramos nosotros tanto como ellos. Son gente que dan la vida por el Eibar.
No me ha querido decir ninguna cita en concreto, pero su meteórica actuación en el Camp Nou en la 16/17, con penalti parado a Messi incluido, tampoco estuvo nada mal…
Me quedo con esa temporada sobre todo. Después de estar año y medio en Valencia y otro medio año en Vallecas, llegué aquí y volví a sentirme futbolista. Lo dije siempre. El Eibar para mí es un equipo ideal. Ese tipo de equipos en los que ves esa conexión entre jugadores y club. Volví a disfrutar otra vez del fútbol. Esa temporada tuve suerte de jugar bastantes partidos y la verdad es que me sentía super a gusto.
¿Imaginaba cuando llegó en 2017 que cumpliría un tercio de su carrera en Ipurua?
La verdad es que no. Es difícil que una persona como yo, que no soy vasco, esté tantos años en este club; no creo que haya tanta gente a la que le pase. Por eso yo sentía Eibar como mi casa. Toca cambiar de ciclo, pero sé que siempre seré recibido con los brazos abiertos.
Han sido 8 años donde ha intercalado titularidades con suplencias. En un deporte en el que el futbolista es tan egoísta, porque siempre quiere jugar, usted ha aceptado con profesionalidad su rol en el banquillo cuando el míster así lo ha decidido. ¿Le ha costado acatarlo en ciertos momentos?
Está claro que nosotros egoístamente siempre queremos jugar. Esas son decisiones del entrenador. A nosotros nos pueden parecer correctas o no. Yo fui criado así, me crie en A Madroa donde los valores que te enseñan son esos. Cuando te toca jugar, intento hacer lo mejor posible, y cuando el míster decide que le toca hacerlo a otro compañero, lo acepto y sigo trabajando. Eso también forma parte de un equipo. Una persona que no está jugando y verlo entrenar bien también ayuda a tu compañero a apretar. A mí me lo enseñaron así. Todo lo que tengo o conseguí fue porque lo merecí o no lo merecí. Yo tengo esa manera de pensar. Lo que sí tengo claro es que lo que conseguí me costó mucho esfuerzo y por eso le doy valor.
Porteros con el nivel de Luca Zidane, con interés de equipos de Primera División, no se lo han puesto nada fácil.
Y no solo Luca. Todos los compañeros que tuve en el Eibar fueron grandes porteros. Ahí está que muchos como Ander (Cantero) hicieron una gran temporada este año. Dmitrovic que se fue al Sevilla… la verdad es que siempre está bien tener esa competencia en la portería. Siempre es bueno para los equipos y para nosotros, los porteros. Si el equipo nota lo menos posible, la falta de uno o de otro, es porque los dos trabajan al máximo.
A lo largo de su carrera incluso ha tenido que lidiar con algún percance físico. Rotura de ligamento cruzado anterior mientras estaba de vacaciones. Ahora que ya ha prescrito. ¿Cómo se produjo esa rotura?
Estaba en verano. Y como hago siempre. La primera semana intento desconectar totalmente, no hacer ni el mínimo esfuerzo de deporte. Llevábamos ya varias semanas y me marché una mañana a correr. Estaba corriendo por un sendero y se me fue la rodilla. Se me fue un mínimo porque nunca pensé que me había hecho lo que me había hecho. Ese año fue el que acabé la temporada con un partido excelente en el Camp Nou. Quien me iba a decir que tres semanas más tarde me iba a pasar lo que me pasó. Las lesiones vienen cuando menos lo quieres. El año pasado igual. Cuando mejor estaba rindiendo y encontrando ese asiento que se necesita en la portería tuve un problema de espalda. Eso hizo que tuviera que dejar mi puesto. Luego decidió el mister que tuviera que seguir jugando Ander.
“Me encuentro perfecto para seguir jugando y compitiendo por un puesto”
Esto le ocurrió en Galicia, su tierra. Imagino que ya tendrá ganas de regresar, y no solo para disfrutar de las vacaciones. Incluso se le ha relacionado con el Racing de Ferrol.
Lo que sí que tengo ganas es de seguir jugando. Me siento bien, me encuentro perfecto para seguir jugando y seguir compitiendo por un puesto. Está claro que yo a mi tierra la quiero un montón. Me cuesta mucho estar lejos de aquí. Pero el fútbol ya sabemos cómo es. A veces te toca estar aquí, como estuve en Vigo y Pontevedra, o te toca estar en Eibar. El otro día, hablando con mi familia, decía que hice más años de profesional en el Eibar que en el Celta. En el Celta hice 5 solo y en el Eibar ya llevaba 8.
¿Fue dura la despedida?
La verdad es que sí. Es un club que quiero y lo siento un montón. Siempre que tienes que irte de un sitio en el que llevas tantos años, con una relación muy fuerte con el club y afición, la verdad es que me fastidió bastante. Esto forma parte del fútbol y los ciclos a veces se acaban. Ya hice una carta para despedirme de la gente porque no nos dio tiempo casi para despedirnos de la gente ni hacer una rueda de prensa. Seguro que me olvidé de mucha gente, pero yo quiero agradecérselo a todos y le deseo lo mejor al Eibar.
¿Le hubiera gustado despedirse a través de una rueda de prensa y tener un acto de despedida?
Yo creo que como cualquier jugador que lleva tantos años en un sitio. Estaría bien poder agradecérselo a todos en una rueda de prensa delante de ellos. Se lo dije a cada uno de ellos conforme me los iba encontrando. Sobre todo para mandar un mensaje a la afición. La afición siempre creyó en mí. Cuando me tocaba jugar a nadie le temblaba el culo porque llevaba tiempo sin jugar. Una vez más agradecérselo.
Todo apunta a que Jonmi será quien ocupe su plaza. Un portero que bien conoce al compartir entrenamientos en Atxabalpe. ¿Le ve preparado para el reto?
¡Por supuesto que sí! Jonmi ya cuando estaba con nosotros siendo el portero del filial, entrenaba conmigo y con Marko. Espero que le valiera lo que nosotros le pudimos aconsejar o enseñar. Le deseo toda la suerte del mundo. Igual que ya fue su casa hace tres años va a estar genial ahí.
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