Una liga con García Pimienta
El técnico catalán cumplió sus primeros 42 partidos con Las Palmas batiendo registros.
Ante el Mirandés se cumplieron los primeros 42 encuentros ligueros de García Pimienta al frente de los amarillos. Una cifra simbólica porque permite jugar e imaginar lo que hubiera sido en caso de trasladar esos partidos a una liga de Segunda. Justo cuando está a punto de cumplirse su primer año como entrenador de Las Palmas.
La primera suma ya da números gigantescos, 80 puntos en estos primeros 42 partidos. Pero mejor contextualizar. Por eso lo mejor es acudir a la historia de Segunda, (después de instaurar la promoción) para confirmar la enormidad de los números cosechados por los de García Pimienta en estos partidos.
De primeras, si forzamos las dinámicas de las temporadas, estos 80 puntos serían la mejor puntuación de Las Palmas desde que se establece el actual formato de promoción y los amarillos habrían subido de forma directa en ocho de las doce temporadas desde la instauración de los playoffs.
En clave netamente amarilla, García Pimienta se confirma como el entrenador que mayor puntuación ha conseguido bajo la presidencia de Miguel Ángel Ramírez en sus primeros 42 partidos. Y en el conjunto de la historia amarilla se queda a cuatro puntos de Pacuco Rosales y a uno de Paco Castellano. Los mejores en esta métrica. Ambos con más de una treintena de encuentros en Segunda B.
Incluso normalizando las victorias con tres puntos desde el comienzo de los tiempos, salvo los Rosales y Castellano, el resto de entrenadores en la historia amarilla están por detrás del catalán en cuanto a puntos en sus primeros 42 partidos.
Por ejemplo, supera por dos puntos al último entrenador que ascendió con Las Palmas a Primera División, Paco Herrera, y en cinco a Vicente Dauder otro histórico que contribuyó de forma efectiva para que Las Palmas alcanzara la élite.
Sin embargo, como ayer mismo decía el propio García Pimienta, “queda tanto…”. Y este ejercicio de traslación de ángulos no tiene por qué reproducirse a una temporada, aunque los indicadores no dejan de dar esperanzas a la hinchada amarilla.