Un muro y el mismo debate
El Leganés es el equipo menos goleado: sólo 5 tantos, 3,79 menos que los esperados según la estadística. En la portería, se repite el dilema, con Conde titular tras la lesión de Dani Jiménez.
El Leganés tiene un muro y un debate repetido. El primero blinda su portería. Con apenas cinco tantos encajados, los pepineros son (por ahora) el equipo menos goleado de la categoría. Es curioso, porque dice la estadística de goles en contra esperados (estadística mezcla probabilidades de gol en función de zonas de remate, goles marcados en esas posiciones, etc) que los blanquiazules deberían haber encajado ya 8,79 goles. Una cifra igualmente baja, pero un 75% mayor de lo que realmente ha visto performada su meta. Y ahí buena parte de culpa del éxito lo tiene no sólo sus defensas (que también) sino sus porteros, de nuevo autores de una (bendita) controversia repetida ya por segunda temporada consecutiva. ¿Quién debería jugar, Diego Conde o Dani Jiménez?
Por ahora lo está haciendo Conde visto que Jiménez se lesionó. En Butarque la historia les suena. La temporada pasada el patrón de la temporada fue relativamente similar, sólo que con protagonistas cambiados. En la jornada 8 Dani Jiménez se lesionó el hombro y en el largo tiempo de recuperación que necesitó Asier Riesgo se hizo con el puesto para casi no soltarlo el resto de la temporada mereced a sus buenos partidos. Ahora Dani Jiménez ha visto como una dolencia menor le ha apartado de nuevo de la portería.
En su caso fue una pequeña rotura de fibras la que le apartó de la heroicidad recurrente con la que se había hecho con el puesto. Sucedió al final de la tercera jornada, contra el Albacete, de nuevo rival maldito contra el que se lesionó la temporada pasada. Dani llegó al partido frente a los manchegos en Butarque después de una excelsa exhibición ante el Alcorcón, el que fuera su equipo, con dos paradas soberbias sobre las que se sostuvo la victoria en Santo Domingo.
Diego Conde, lanzado
El problema para Dani (bendito problema para el Leganés) es que Diego Conde respondió con la misma heroicidad esa misma noche de la lesión ante el Albacete. También en los siguientes partidos. Tanto, que Borja Jiménez por ahora tiene claro que es su portero pese a la recuperación rápida de Jiménez, que en sólo dos partidos después volvió a la convocatoria.
Pese a ello, pese a su media de 2,6 paradas por encuentro, Diego se ha mantenido en la meta, donde promedia también 2,6 paradas por partido pero, sobre todo, una sensación de seguridad que hace difícil dudar del relevo. Se vio ante el Oviedo, cuando intervino ágil en un par de remates visitantes e incluso se jugó el tipo en una salida contra Costas. El central le clavó la rodilla en el pecho.
Butarque aplaudió la valentía de su portero, ése que (salvo giro de guión) parece haberse consolidado a la espera de algún infortunio o que un giro táctico de Borja Jiménez decida apartarlo de la meta. A sus 24 años y después de cuatro temporadas casi en blanco, parece complicado se rinda en esta alta competencia. Los ocho partidos que lleva jugados ya esta temporada doblan los que había competido en los cuatro cursos precedentes.
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