Un muro de récord
El Burgos acumula 900 minutos sin encajar (tantos como los jugados esta temporada en Segunda), fruto del buen momento de Caro y de una disposición defensiva muy trabajada.
EI Burgos sigue sumando minutos a su récord de imbatibilidad, que alcanza los 900, tantos como los jugados esta temporada en Segunda, y los 1.080 contando con los dos últimos partidos de la pasada campaña. Lo está haciendo gracias al buen nivel de Caro y de su bloque defensivo, por el que decidió apostar en el mercado estival, tras el éxito del año pasado, cuando ya fue el equipo que menos goles encajó como local.
En estas diez fechas, Calero ha esbozado diferentes dibujos, tanto con dos centrales como con tres y dos carrileros, siendo siempre capaz de imponer su defensa del área. Por el buen momento que atraviesa José Antonio Caro, que es el segundo meta que más para (29), pero también por lo que hace como bloque: defiende muy junto, con sacrificio, concentrado y con contundencia.
Así lo hizo para ganar en Andorra, donde el Burgos apenas tuvo un 17% de posesión. En cambio, entre Zabaco, Córdoba y Elgezabal hicieron 24 despejes y se impusieron en 12 disputas por la posesión. Con el 0-1, esto minimizó cualquier intento de los locales, que tuvieron el balón un 89% del tiempo en la segunda parte.
Presión
Antes de defender el área, el Burgos hace más cosas para evitar que el balón llegue con facilidad a las inmediaciones de Caro. Por ejemplo, presionar arriba en según qué situaciones, de forma que incomoda la salida de balón y provoca golpeos en largo, sabedor de que en los duelos y las segundas jugadas es poderoso. La alternativa es replegarse, evitando jugar en posiciones intermedias, amenazando al poseedor siempre para evitar que el rival transite.
Cuando se establece en bloque bajo, lo hace dejando espacios por fuera, permitiendo centros, pero no movimientos en zonas interiores: acumula jugadores delante del portero y obliga a finalizar desde lejos, a hacerlo en unas condiciones mejorables, con un defensor encima, o bien a realizar un centro. Así ha favorecido que Caro sea ‘solamente’ el décimo portero con más paradas a remates dentro del área (14) y que, pese a ser el tercer equipo al que más disparan de la categoría (137), el blanquinegro sea, con los 29 parados por Caro, el quinto equipo con menos tiros recibidos entre los tres palos.
Posesión
Los 18 puntos del Burgos han llegado sin necesidad de ganar la posesión ni una sola de las diez jornadas. Preguntado por ello en Andorra, Calero recordó la importancia de optimizar el toque del balón, más allá de tenerlo en un mayor porcentaje que el rival. No en vano, el conjunto de Sarabia fue el cuarto que lo tuvo ante los blanquinegros durante más de un 60%... y el resultado fue similar: portería a cero y puntos para el mayor especialista defensivo del fútbol español y el único equipo que no ha encajado en las ligas de los diez primeros países UEFA.
Calero, la pizarra y las segundas oportunidades
Julián Calero es uno de los ídolos del Burgos, después de conseguir el ascenso dos temporadas y de una salvación holgada la pasada campaña. El técnico está brillando desde la pizarra, siendo capaz de maximizar los recursos de un conjunto modesto que ha servido, asimismo, como lugar para las segundas oportunidades a muchos de sus futbolistas. No en vano, Caro no contó en Valladolid, Aitor Córdoba y Zabaco no conocían la Segunda División y Elgezabal o Grego Sierra venían de no tener en la categoría el protagonismo que sí tienen en el entramado blanquinegro, en el que el bloque, no obstante, se encuentra por encima de todos ellos.