Un liderato de mercado invernal
Los fichajes del Leganés, especialmente Juan Cruz y Brasanac, claves en la recuperación del Leganés. Ambos fueron aciertos de un Txema Indias que acaba contrato.
La manera cómo el Leganés se está aferrando al liderato en las dos últimas jornadas de resurrección blanquiazul tras dos duras derrotas ante Racing de Santander (2-1) y Eibar (0-2) han dado a la razón a los pepineros y sus fichajes en el mercado invernal. Dos de los tres refuerzos, Darko Brasanac y Juan Cruz (el tercero fue Borja López) han sido clave en los triunfos ante el Amorebieta y el Mirandés, actuaciones que potencial el rol de Txema Indias, director deportivo, y su trabajo a menos de tres meses de que su contrato expire.
Especialmente llamativa ha sido la eclosión de Juan Cruz. Por varios motivos. La más evidente, por sus goles. Marcó frente al Amorebieta saliendo del banquillo (segundo gol de un suplente en toda la temporada tras el que le hizo Diego García al Racing de Ferrol en la primera vuelta) y también contra el Mirandés. Los dos tantos fueron de bella factura: remates fuertes, secos y potentes. Casi imparables. En el caso del que anotó en Lezama, vital para los intereses de un Leganés que, con uno menos, temía por el empate o la derrota. Acabó ganando 0-1.
Además, también está siendo curioso el espacio en el que está brillando, convertido en carrilero diestro pese a que su posición natural es la de extremo en ese mismo costado, donde ejerce a pierna cambiada. Él es zurdo. Pero Borja Jiménez lo ha postulado para el puesto y el chaval está respondiendo. Atrás en sus coberturas casi como lateral cuando el equipo cierra y arriba, (ahí sí, como extremo) cuando el equipo ataca. Ante el Mirandés, no sólo marcó, sino que puso el 1-0 con la diestra a Diego García.
Brasanac, protagonismo discreto
Ante el Mirandés también fue protagonista discreto Darko Brasanac, que por primera vez desde que retornó a Leganés jugó en la que seguramente sea la posición que más le gusta: de medio centro acompañando a otro creador de juego como es Iker Undabarrena. En ese espacio, moduló el ataque blanquiazul como un reloj y participó, no sólo en la creación, sino en la destrucción del juego.
Contra el Amorebieta le tocó jugar escorado a la izquierda, un espacio que no es el suyo. Borja Jiménez le pidió ese sacrificio para, en una situación de inferioridad, poder defender más a lo “ancho”, como definió el propio técnico. Su despliegue físico hizo que taponara el costado, pero sin opciones para mucho más, toda vez que no es su posición natural. Ya se vio ante el Eibar, cuando fue titular también en la izquierda y cuajó un partido gris. Impreciso.
Sea como fuere, la aportación de uno y de otro está ayudando a sostener a un Leganés que engarza su 20ª jornada consecutiva en lo más alto y que, ante la avalancha de defensas apercibidos (Nyom, Arambarri, Sergio González y Franquesa) podría tirar también en breve del tercer fichaje. Borja López sólo ha jugado 45 minutos, toda la segunda parte, ante el Eibar. El asturiano dio buena imagen, lo que invita a pensar que podría tener más protagonismo en caso de necesidad, aunque en ese costado, por ahora, es intocable el capitán Sergio González.
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