Torres ayuda a echar el cerrojo
La aparición del canterano ha acompañado la mejora defensiva del Real Valladolid, que ha encajado un solo gol con él en el campo.
El Real Valladolid que encajó dos derrotas consecutivas, ante Alcorcón y Albacete, dejó muchas dudas defensivas, que hoy parecen disipadas. Aquel erial donde los rivales labraron sus victorias pasó a mejor vida después del cambio de esquema por el que apostó Paulo Pezzolano y de la reincorporación de David Torres, lesionado durante el verano y extrañado durante semanas. Una vez ambos factores entraron en juego, el conjunto blanquivioleta ha sido capaz de echar el cerrojo y encajar tan solo un gol en los tres últimos partidos.
Titular ante Elche, Cartagena y Real Oviedo, aunque sustituido ante los ilicitanos y los carbayones, el canterano suma 223 minutos y unas buenas sensaciones, similares a las de su debut en Primera durante el tramo final de la pasada temporada. Si bien en algunas acciones se ha precipitado con balón, su línea ha sido ascendente y la percepción que deja es la de ser un defensor seguro, pegajoso en la marca, atento en el corte y capaz de realizar las ayudas defensivas que el equipo requirió en encuentros anteriores, cuando jugaba con tres centrales.
Aunque no es el único componente que ha entrado en juego, pues Boyomo y Gustavo Henrique han ido al alza, merced a la mayor protección defensiva, lo cierto es que, por anecdótico que parezca, la media de goles encajados se ha visto claramente reducida. Con Torres en el campo, en los 223 minutos citados, el Real Valladolid ha recibido únicamente un tanto, mientras que, en los otros 407 minutos, encajó cinco, con una media de un gol cada 81,4 minutos, lo que evidencia ese cambio en el que ha colaborado activamente el canterano.