Se busca al mejor Juan Cruz
Más de un mes después de su blindaje, el jugador sigue alejado del rendimiento que de él se esperaba. No mejora sus números del curso pasado. Su posición, asunto a debate.


Ha pasado más de un mes desde que el Leganés anunció que Juan Cruz (Quilmes, Argentina, 25 años) continuaría en Butarque tras un mercado agitado que amenazaba con su salida y aún no se ha visto una versión cercana a lo que se esperaba de su rendimiento. El extremo (aunque ahora con Paco López ejerce más de mediapunta) estaba llamado a ser futbolista franquicia de este proyecto con perspectivas de ascenso tras la salida de Raba -estandarte el curso pasado- o Diomande -con potencial para haberlo sido este curso-. Sin embargo, son otros los que están cogiendo la bandera del liderazgo: Duk, Naim, Cissé, Diawara, Miguel, Diego… por ahora, Juan Cruz está todavía en búsqueda y captura.
Se podría decir que su comienzo irregular formaba parte del guión. Porque Juan Cruz no hizo pretemporada como el resto de sus compañeros. Enfrascado en el culebrón de su salida, Paco López llegó a afirmar que no estaba listo física y mentalmente para afrontar las primeras jornadas. Estuvo dos sin competir hasta que a la tercera (ante el Depor) entró en lista. Justo después de blindar su contrato.

Lejos de su rendimiento en Primera
Ocurre que, pasado el tiempo (ya ha disputado seis partidos), Juan sigue lejos de lo que ya había demostrado en Butarque. En el curso del ascenso fue pieza fundamental pese a jugar sólo media temporada y en Primera, aunque con intermitencias, también fue de lo más destacado. Ahora no. Ni destaca en los números, ni destaca en las sensaciones.
En los primeros, baja en un buen puñado de guarismos con respecto a la temporada pasada. En Primera, Juan disputó una media de 64 minutos por partido frente a los 60 que tiene en la actualidad, para promediar 0,7 pases clave por partido, completar 1,2 regates por encuentro (un acierto del 60% en esta suerte) y ganar 3,2 duelos por encuentro. Ahora está alejado de esos números, con apenas 0,2 pases clave por encuentro, apenas alcanzar 0,3 regates por duelo y sólo ganar 1,7 duelos por partido.
¿Dónde rinde mejor?
Una carencia de chispa que también demuestra sobre el césped, sin apenas incidencia en el juego del equipo y zambullido en una posición en la que está tratando de adaptarse, a medio camino entre el extremo derecho, pero con más visos de ser mediapunta que realmente un jugador pegado a la cal.
De hecho, su mapa de calor del curso actual lo sitúa en el carril del 10 más que en la zona del 7, donde (supuestamente) rinde con más intensidad. Con Borja Jiménez, el curso pasado, también fue explotado como carrilero zurdo, curiosamente el espacio en el que mejor rendimiento dio. Cuando retornó al extremo derecho en el que reclamaba jugar no brilló tanto, aunque en ese movimiento de ajedrez liberó a Raba para entrar más por el centro y explotar como un gran segundo delantero. Lo comido por lo servido.
Sea como fuere, ahora Juan Cruz no brilla. Ni en lo individual, ni en lo colectivo, donde también se encuentra con una alta presencia de atacantes que, quizá, saturan su presencia ofensiva. Este Leganés de Paco López está llegando a jugar con hasta cinco atacantes en un overbooking de dinamita que deja menos margen a la maniobrabilidad del hispano-argentino.
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A todo ello ha que sumarle que el estilo de juego pepinero apuesta más por la alta presión y el juego rápido por los costados para llegar al centro y no a la inversa, lo que tampoco ayuda a que Juan participe. Cuadratura del círculo que supone un reto tanto para el propio Juan Cruz, como para un Paco López que ya ha manifestado querer explotar las virtudes del nuevo ‘10’ blanquiazul en el centro. Por ahora, la misión no ha resultado exitosa. Se busca aún al mejor Juan Cruz.
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