¡Santo sábado!
Mientras millones de fieles se congregaban en sus parroquias para festejar la resurrección de Jesucristo, 5.000 (aunque pienso que más) racinguistas estaban celebrando otra resurrección, esta más inesperada, la del Racing en El Molinón. El equipo de José Alberto tuvo que remontar hasta en dos ocasiones e iba perdiendo en el minuto 88 y acabó ganando, en un estadio donde el Sporting no perdía desde enero.
Sin paños calientes, la primera parte fue muy mala del Racing. El Sporting tenía la pelota y cada vez que el Racing la recuperaba, se la regalaba de nuevo al equipo gijonés; llegaban tarde a los duelos y antes de la media hora ya tenía a tres defensas amonestados.
Pero José Alberto tocó el botón mágico, el de los buenos entrenadores y no le tembló el pulso en quitar a su capitán y Saúl al descanso. Morante aportó el fútbol (y las asistencias) que Íñigo Sainz-Maza fue incapaz y Mario García ganó profundidad por la izquierda sin que se viera mermado en defensa.
Jugaron en casa
Es lógico que en el fútbol, si tienes más dinero todo te irá mejor porque tendrás mejores jugadores, técnicos, instalaciones..., pero hay dos factores que no siempre se cuentan: la suerte y el entorno. Que Gaspar Campos, a puerta vacía, la mandase al larguero en lo que podía ser el 2-0, sin duda influyó.
Pero si tú tienes a más de 5.000 aficionados (y aficionadas, que se nos olvida) dejándose la garganta en un estadio tan complicado, todo irá mejor. El fútbol se ve mejor en los estadios, aunque haya clubes (no el Racing) que le peguen el sablazo a los futboleros.
Protejan a Peque
Luego nos echamos las manos a la cabeza cuando en el fútbol español se ha perdido el talento y todos los equipos son igual de planos... Pero el problema reside en que no se protege, por norma general, a los futbolistas de talento. Y en el Racing, Peque es el ejemplo.
Cada partido recibo mensajes de racinguistas que, sin teóricamente conocerse, coinciden en los mismo: “A Peque me lo cosen a patadas”. Y muy pocas veces eso tiene castigo. Tiene que ser frustrante para los rivales que un ‘canijo’ tenga la habilidad para sentarlos constantemente, pero lo de ayer de Cali Izquierdoz, tiene que ser un punto de inflexión, pudo cargarse su carrera deportiva. ¡Protejan a Peque!
No vuelvas a pedir perdón...
Reconozco que soy muy de Juanca Arana. No sólo porque me parezca el mejor delantero que ha tenido el Racing en la última década, que también, sino porque le veo como un tío auténtico, uno de esos (pocos) a los que les dejaría las llaves de mi casa.
Es verdad que al canario no le estaba entrando en los últimos partidos, pero es verdad que es un poco Juan Palomo, de los que se fabrica sus propias acciones. Es de los que no rehúyen un contacto, tiene bastante habilidad con el balón y es más rápido de lo que en principio puede parecer.
Y además, es que tiene gol. Ya lleva 11 y habiendo sido sustituido antes del minuto 70 en la mayoría. Y ayer, menos mal que no. Sebas y Manolo: hay que encontrar un millón y medio de euros.
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