Punto de inicio para la reconquista del Real Valladolid
Una vez conocidos ya todos los rivales que tendrá el Real Valladolid para la próxima temporada y a la espera de la realización del sorteo mañana miércoles, podemos decir que la Segunda División ya tienen dado el pistoletazo de salida. El sábado se abre oficialmente el mercado de fichajes y unos días después estará ya aquí un esbozo solamente de lo que será definitivamente la plantilla allá por el 1 de septiembre cuando el mercado quede cerrado. Todo el proceso de salidas, traspasos, fichajes, partidos amistosos, presentaciones, nuevas equipaciones, campaña de abonados, mantendrá entretenido al personal hasta que llegue el momento de la verdad, el inicio de la competición el 11 de agosto. Todo lo que se prepare en este próximo mes y medio, con algún retoque posterior hasta el cierre del mercado, marcará el futuro. Un futuro del Real Valladolid más incierto que nunca. Estamos ante el mayor momento de inestabilidad desde que Ronaldo llegó al club.
Porque hay muchas cosas que ir resolviendo. En lo deportivo y en lo social. En el club no se esperan sorpresas y Fran Sánchez y Pezzolano llevarán las riendas tras el descenso. Ambos arrancan la pretemporada con un desgaste del que se tienen que recuperar pero que hace que estén ahora cuestionados. La mochila de bajar a Segunda pesa sobre sus espaldas. Ambos siguen contando con la confianza de Ronaldo, que aseguró no pensar en vender el club. Pero el resto son todas cuestiones a resolver. En lo deportivo se mantiene la incógnita de saber con que dinero se contará para realizar un gran proyecto que permita luchar de verdad por el ascenso. Habrá que cerrar salidas y ventas para conocer ese detalle. Y en eso están. Junio, como siempre, es un mes de contactos y de tira y afloja en el que casi nada se concreta. El ritmo se irá acelerando con el paso de las semanas. Paciencia.
Y hay un tema, no menor, que preocupa o que debería preocupar en el club. La respuesta que ofrezca la masa social del Real Valladolid. La última vez en la que el club estuvo en Segunda se superaron los 18.000 abonados. Esa sería la cifra a tratar de volver a lograr. Es cierto que el desánimo es muy grande en la afición, el mayor desde que llegó Ronaldo. Los seguidores necesitan alicientes que veremos si el club les puede dar. Bajar, subir y volver a bajar, todo en tres temporadas, mina la moral de cualquiera. Llamar radicales a un grupo de abonados del club, tampoco ayuda. El club deberá hilar muy fino para poder presentar un proyecto que devuelva la ilusión a todos los aficionados. Yo sigo pensando que la gente volverá a responder, que estará a la altura, muy por encima de como estuvo el equipo la pasada temporada. Pero, cuidado, no pongamos tantas veces a prueba a los aficionados que puede que lleguemos a un punto sin retorno.
Y otro tema pendiente es el de la ciudad deportiva, la remodelación del estadio. Todo está otra vez en el aire. Las palabras están muy bien pero se las lleva el viento. Hacen falta hechos. Y esos hechos no pueden demorarse. Jesús Julio Carnero y Ronaldo quieren celeridad, pues a por ello. El movimiento se demuestra andando. Estamos, pues, ante un verano de mucha gestión para que el fútbol en Valladolid recupere la ilusión. Y haciendo bien las cosas se puede conseguir.