Pablo Ramón se deja la piel
AS ha tenido acceso a una instantánea del estado de la articulación del central. Dos minutos antes del centro decisivo del empate, le clavaron los tacos.
Con heridas de guerra, más que visibles. Así ha terminado Pablo Ramón el Mirandés-Levante. En una instantánea a la que AS ha tenido acceso está las prueba. En una conducción, un par de minutos antes de que Anduva entrase en erupción, el defensa terminó con tres tacos tacos del rival en su rodilla derecha. Y con las brechas latentes y la pierna ensangrentada, el de Calviá avanzó por la banda cuando la campana del final del partido tintineaba. Su centro al corazón del área no fue despejado por la zaga granota y Carlos Martín apareció para rescatar un empate de pundonor en Miranda. Pablo Ramón se ha dejado la piel, literalmente, por el cuadro jabato. Es pronto para hacer valoraciones acerca de la rodilla, pero la alegría del jugador supera al (fuerte) dolor.
Su estupendo encuentro contra el Levante, donde paladeó él mismo el empate con un testarazo que voló por encima del larguero por centímetros, no es un oasis, sino el desierto. Cuando Pablo Ramón optó por el Mirandés este verano lo hacía con un objetivo claro: reencontrarse con su mejor nivel, ese que los problemas físicos le arrebataron en su tramo final en el Castilla. Lo confesaba en una entrevista con AS en el amanecer de la temporada. Era (y es) su primer curso fuera de un Real Madrid donde volverá en unos meses (renovó su contrato con los blancos antes de sellar el préstamo). Buscaba continuidad y con Lisci lo ha logrado. Con creces. Indiscutible desde el día uno.
‘Duelista’ consumado
A estas alturas suma 20 titularidades en las 23 jornadas ligueras y es el tercer jugador más utilizado del equipo (1.894 minutos). Una regularidad acompañada no solo de sensaciones, también de estadísticas. Pablo está entre los mejores jugadores de LaLiga Hypermotion en duelos defensivos (gana 5,19 por 90 minutos, con un excelente 79,7% de acierto), duelos aéreos (3,2 por 90′, un 60%), pases largos (7,1 por 90′), uno contra uno defensivos (76,9% de éxito), despejes (3,1 por 90′), interceptaciones (5,5 por 90′)... En todos los campos figura como uno de los centrales más destacados de la categoría. Un primer año completo (ya debutó con el Mallorca con 17 años antes de fichar por el Madrid) en el fútbol profesional que no le está quedando grande al calviense.
Al Mirandés, que marcha 14º pero más lejos del descenso (a siete puntos) que de un Levante que marcha sexto (a seis), se ha adaptado a la perfección y en estos instantes solamente piensa en clave jabata. Seguir añadiendo experiencias antes de su vuelta a Chamartín. “Lo del Real Madrid, pues al final es un sueño para todos por estar ahí. ¿Y por qué no en un futuro poder estar ahí y poder jugar con ese escudo?”, se preguntaba en este periódico. Pero eso es conversación en clave futura. Ahora, en el horizonte de Pablo Ramón aparecen el Eibar y que remita el dolor de la rodilla. Nada más.
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