Miramón vuelca el Leganés a su vera
La influencia del aragonés en el juego blanquiazul es creciente. Con más minutos que nadie, su polivalencia y virtudes fomentan que el Leganés ataque más y mejor por su costado.
Jorge Miramón (Zaragoza, 33 años) luce virtudes camufladas de rutinas. Nada en este lateral derecho maño parece ser extraordinario y, sin embargo, casi todo lo que ejecuta lo hace con alta eficacia. Sin alardes, pero sin fallo. Capacidades que lo han elevado a la categoría de futbolista imprescindible para el Leganés y la pizarra de Imanol Idiakez, donde se despliega como comodín polivalente (ha ejercido en cuatro posiciones distintas) y también organizador encubierto del fútbol blanquiazul. Cuando la salida de balón se atasca por otras zonas, suyas suelen ser las soluciones que desatascan el flujo de la pelota. Normal que para su entrenador sea casi intocable.
Por ahora dicen los números que ningún compañero de la plantilla ha jugado más que él (1.346 minutos). No es el único guarismo que lidera con solvencia. La Inteligencia Artificial de Olocip lo sitúa como el segundo mejor jugador de la temporada pepinera sólo superado por Allan Nyom, eso sí, con escasa ventaja entre su compañero de fechorías en la banda derecha. Miramón es también líder en pases al hueco, despejes, segundas jugadas, pases exitosos o construcción de juego.
En la estadística pura y dura es el sexto jugador de la plantilla con más porcentaje de acierto en el pase (81,77%), el tercero que más pases da en campo contrario (312) o el que más centros exitosos (ocho). El último acabó convertido en asistencia de gol a Juan Muñoz ante la Ponferradina. El balón de Miramón al corazón del área fue un caramalo que el delantero utrerano supo aprovechar de primeras para abrir la lata y, de paso, dejar claro que a nuestro protagonista le va buscar las cosquillas al rival.
Un Leganés de derechas
No es de extrañar que Idiakez esté aprovechando sus virtudes para convertir el costado diestro del Leganés en el que más ataques ejecuta partido sí, partido también. Tiene la culpa no sólo Miramón, sino lo que le rodea: un mecanismo y alineación habitualmente pensada para volcar el campo al costado diestro del Leganés.
Con la nueva defensa de tres centrales, ha muchas ocasiones en las que el equipo se despliega en ataque con sólo cuatro atrás. Nyom pasa de central a lateral, Cissé lo acompaña como interior en la media y Miramón, como falso extremo, pero sin partir inicialmente desde esa posición, sino llegando desde atrás, lo que favorece su capacidad de regate en carrera y centros al área. En estático, su potencial ofensivo se reduciría mucho.
Un engranaje eficaz que beneficia al Leganés y de paso, al propio Miramón, capaz de lucir también de lateral izquierdo (Idiakez ya lo ha usado puntualmente ahí en dos ocasiones) y más allá del verde. Su veteranía y experiencia en Primera (más de 100 partidos en la élite) lo convierte en una de las referencias del vestuario, uno de esos jugadores que ha dado pasos al frente para atajar las dudas en el interior del equipo y, de paso, cambiar la mentalidad del equipo, ahora más reforzada y segura. Una de las claves para la remontada del Leganés, esa que dice que desde la novena jornada, no ha equipo en Segunda que haya cosechado más puntos (16) que los pepineros.