Miramón: “Me llamaron Primeras, pero al Leganés le debo mucho”
El último fichaje del Leganés admite que su pasado como pepinero y su deseo de incorporarse cuanto antes al trabajo fueron clave en su vuelta. “Confío en este equipo”.
Jorge Miramón, último fichaje del Leganés, más que un fichaje, es un déjà vu tamizado, eso sí, por el paso del tiempo. “Pero en esencia, soy el mismo”, ha comentado este aragonés ex del Levante de 33 años y barba poblada en su puesta de largo, futbolista al que el mercado, el interés del Lega y su deseo de trabajar cuanto antes ha regalado una segunda oportunidad al sur de la capital. “Tenía interés de varios Primeras, pero me pedían esperar. Y cuando surgió la opción del Leganés, ya le dije a mi agente que, si había que jugar en Segunda, sólo quería el Leganés. Así que ni nos lo pensamos”, ha comentado este martes, en una comparecencia en la que ha aclarado que ascender “es muy complicado”, pero “confío en este equipo si estamos todos implicados”. Palabra de héroe.
Héroe del ascenso, se entiende. Del Leganés en aquel 2016 en el que se curtió como jugador profesional luciendo la blanquiazul. “Aquella temporada para mí fue un máster. Vine como jugador de Segunda B [procedía del Lleida] y acabé ascendiendo a Primera”, relataba evocando un periodo “difícil”, pero fructífero. “El Leganés me dio mucho y Txema Indias [director deportivo del Leganés], también. Fue él quien apostó entonces por mi fichaje”, ha continuado recordando aquella temporada en la que le cuesta quedarse con un momento. “Me quedaría con todo aquel año”, insiste.
“Voy a intentar transmitir el espíritu de aquellos días. Al final, las experiencias sirven para algo, sean para bien o para mal. Aquello fue muy positivo. No estábamos hecho para ascender, se hizo buen año y se trabajó bien. La actitud fue clave. Aunque no estés en el once, hay que trabajar para cuando entres, aportar”, empezó a desgranar la receta de aquel año y, por ende, también del actual.
La entrega como único refugio
Después sus caminos, el del Lega, el de Jorge, se separaron sin cruzarse en la élite y ahora se vuelven a encontrar sabedores que muchas cosas han cambiado. Del jugador, porque sus piernas ya lucen más de 100 partidos en Primera. “Jugar partidos te hace darte cuenta de la situación en la que estás, ser más consciente de lo que haces. Técnica y físicamente seguramente haya mejorado. En Primera División te obliga a mejorar, sí… al final voy a traer toda esa experiencia de fútbol”, prometía. No es lo único que promete.
“Siempre he sido un jugador más de entrega, de actitud, de darlo todo. Aunque los resultados no salgan, si trabajas así, estás más cerca de conseguirlo. Siempre ayuda a que vayan bien las cosas. No voy más allá de eso, del primer partido, de aportar lo que tengo, de dar toda la experiencia para el club. Nada más. Todo el tiempo invertido en el fútbol, ponerlo aquí”, insistía en un discurso muy parecido al que pronunció aquella tarde de verano de 2015 que fue presentado con la zamarra del Leganés por primera vez. Entonces lucía el 8. Ahora luce el 21.
Por el camino, también el Lega ha cambiado. Y para bien, cuenta Miramón. “Del Leganés que yo llego, que era un club que sólo llevaba un año en Segunda… ahora en instalaciones son una pasada. También de dueños. Aprovecho y mando abrazo a Felipe y Victoria, que me trataron siempre genial. Pero sobre todo, el cambio han sido las instalaciones. Son de primer nivel”, ha zanjado