Los cinco primeros retos de Hidalgo en el Deportivo
El técnico catalán, con la meta de pelear por el ascenso, tendrá que afianzar las virtudes del equipo y solucionar varios de los problemas que lastraron a los coruñeses la temporada pasada.


Antonio Hidalgo cumple este jueves diez días al mando de su nueva plantilla. El técnico catalán, que ha incrementado esta semana el nivel físico de la pretemporada, es muy consciente que el listón sube y está fijado en pelear por el ascenso. El trabajo más inmediato está en estos momentos en manos de la dirección deportiva para seguir reforzando la plantilla y, de forma urgente, seguir colocando el excedente con el que tiene que trabajar en los entrenamientos. Hidalgo, al margen de decidir el estilo que quiere para su Depor, debe solucionar varios problemas de la pasada temporada para conseguir elevar el nivel:
Exprimir la plantilla
Uno de los grandes déficits del Depor la pasada campaña fue el limitado uso de su plantilla. No por número, con las 25 fichas ocupadas y varios sub-23 de refuerzo, sino por el escaso volumen de las rotaciones y protagonismo del banquillo. Los onces iniciales, pasadas las primeras jornadas de pruebas, estaban casi cantados por la brecha existente entre titulares y suplentes. El grupo real con Idiakez y Gilsanz se limitaba a 13 o 14 futbolistas, lo que a la larga es una condena en una Liga tan larga como Segunda. El problema no fue nuevo, ya que ocurrió algo muy similar el año del ascenso. Ampliar la competencia y exprimir a la plantilla parece fundamental para pelear en la parte alta de la clasificación.
Seguridad defensiva y estrategia
La gran temporada que realizó Hidalgo en un Huesca muy limitado fue su catapulta hasta el banquillo de Riazor. El técnico catalán, con los mimbres muy justos, logró que su equipo pelase hasta la penúltima jornada por meterse en el playoff. Gran parte de este excelente rendimiento se basó en el orden que logró instaurar en el equipo oscense, en el que destacó su seguridad defensiva. Aunque la llegada de Gilsanz mejoró este aspecto, lo cierto es que al Deportivo le faltó solidez en muchos momentos de la temporada. A esta seguridad, Hidalgo sumó un espectacular rendimiento al balón parado, algo que podrá potenciar aún más en un Deportivo con mayores recursos.
Encajar a los jugones
El Deportivo ha tenido un curioso problema estas dos últimas temporadas: compatibilizar su ‘exceso’ de talento en la línea de tres cuartos. Tanto Idiakez como Gilsanz tuvieron en sus manos un póker de jugones formado por Yeremay, Lucas Pérez, Mella y Soriano. El problema para ambos técnicos fue encajarlos a todos en el campo. La solución de Lucas como ‘9’ no funcionó nunca y el equipo siempre jugó mucho mejor con el de Monelos en la mediapunta y un delantero por delante. La alternativa de bajar a Mario Soriano al mediocentro tampoco carburó, desequilibrando en exceso al equipo. La salida de Lucas Pérez en enero fue un duro golpe, aunque acabó con los quebraderos de cabeza al marcharse uno de los cuatro titularísimos. Con el fichaje de Luismi Cruz Hidalgo tendrá de nuevo un sudoku parecido en el que debe conseguir mezclar al atacante gaditano con Yeremay, David Mella y Mario Soriano.

Regularidad
La pasada campaña, en su regreso a Segunda, el Deportivo logró una holgada permanencia, pero se quedó lejos de pelear por el playoff. Uno de los motivos fue que el equipo se mostró incapaz de enlazar una racha importante de victorias. Tanto, que en ningún momento de la temporada consiguió juntar tres triunfos seguidos. El mejor tramo de Liga invicto fue de nueve jornadas (entre la 28ª y 36ª), pero con sólo tres victorias por el camino. En el plano positivo, exceptuando las cuatro derrotas en las cuatro últimas jornadas, estuvo que el equipo con Gilsanz nunca enlazó dos partidos perdiendo. Hidalgo, con el Huesca, logró una racha de cuatro triunfos seguidos y dos de tres. Su mejor tramo fue de 14 partidos sin perder en los que acumuló nueve victorias. La peor llegó justo después al enlazar tres derrotas.
El papel del ‘9’
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La mencionada línea de jugones del Deportivo no sólo implica una profunda reflexión táctica para Hidalgo, las características técnicas de su póker de ases tiene consecuencias sobre las funciones del delantero al que le toque jugar. Las bandas las ocupaban Mella y Yeremay, jugando a pierna cambiada. Aunque la mejor virtud del canario es la habilidad y la del gallego la velocidad, ambos comparten la tendencia a terminar la jugada por dentro y buscar, casi siempre, portería. Mario Soriano, por su parte, es un jugador asociativo y de buen disparo, pero no tan clarividente a la hora de filtrar pases. El recién llegado Luismi Cruz es otro zurdo al que le gusta jugar por la derecha con parecidas virtudes a los canteranos de oro. Así, delanteros rematadores como Boluidni, sufrieron el año pasado. El ya traspasado Barbero no terminó de encontrar su rol y Zakaria, amigo de buscar espacios desde fuera, chocaba en la misma zona del campo con los jugones. El club fichará un ‘nueve’ y una de las claves será elegir una pieza que encaje para sacarle rendimiento, mientras que Hidalgo tendrá el reto de darle sentido a todo el puzzle de ataque.
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