Las prisas son para los malos toreros
Solares y Uruñuela demostraron tener las ideas claras y con sus primeras acciones se han ganado un voto de confianza de los blanquivioletas.
Tras recibir en la SER a Gabriel Solares y leer en AS la entrevista realizada a Enrique Uruñuela podemos llegar a determinadas conclusiones después de analizar sus declaraciones. Por encima de todas, una, el dato de que quieren imprimir un sello de eficacia y buen criterio en la gestión del club. Lo más importante, según comentaron, no es subir este año a toda costa, sino garantizar la supervivencia del Real Valladolid por 97 años más como mínimo. Es decir, parecen tener claro que las prisas por subir no van a llevar al club a buen puerto. Y estoy completamente de acuerdo. Se puede subir en un año, en dos o en tres, por supuesto, cuanto antes mejor, pero siempre sin perder el sentido común y sin salirse de unas premisas imprescindibles que no pueden falta nunca en la gestión de este club.
A Solares y a Uruñuela no se les puede exigir subir en un año, sí o sí. Ni a ellos ni a nadie, pero mucho menos a dos personas que quieren priorizar la buena gestión y el asentamiento definitivo de la entidad a un medio plazo antes que hipotecar a la entidad por alcanzar al precio que sea la Primera División. Tenemos muy recientes las últimas experiencias y de ellas hay que aprender.
¿Qué hay que pedir a los nuevos propietarios?Fundamentalmente rigor y seriedad a la hora de hacer las cosas. No tratar de vivir por encima de las posibilidades del club y sí de ir, poco a poco, dando pasos hacia adelante. Si la temporada acaba sin un ascenso, pero ha servido para mejorar los cimientos económicos y poder ir teniendo una plantilla de calidad y de futuro, encontraremos un Real Valladolid más fuerte de cara a la siguiente temporada. Eso sí se les pide y se espera de su gestión en este primer año en Valladolid. Aplicar la lógica en cada operación y el buen criterio en cada decisión que se tome. Operaciones como las de Kenedy, Machis, Amallah o el retorno de Marcos André en las condiciones en las que regresó tienen que estar prohibidas.
Y creo que desde que han llegado van por el buen camino. Han transmitido cercanía, serenidad en su análisis y unas enormes ganas de formar parte de este Real Valladolid. Me gustó mucho su puesta en escena el día en el que se presentaron y todo ha quedado ratificado tras la jornada de ayer en su contacto con los medios de comunicación. Han sido nobles a la hora de prometer un club de puertas abiertas a la ciudad y de pedir un apoyo general que, pienso, se han ganado con todo lo que han ido esgrimiendo en estos dos últimos meses desde que aterrizaron en Valladolid.
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Después el balón entrara o no, pero tengo claro que cuando se hacen las cosas bien y con sentido común, es mucho más fácil que entre la pelota que cuando las cosas se hacen mal. Tengamos calma y no queramos resultados inminentes. Si todo el mundo va de la mano en el proyecto hace falta ser conscientes de que los momentos malos llegarán y, si la base es fuerte, se podrán superar con mayor facilidad. Todos queremos ver al Real Valladolid en Primera, por supuesto, pero dadas las circunstancias apliquemos la mítica frase de que las prisas son para los malos toreros.
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