Las Palmas desata la locura
La afición grancanaria le ofrece un apoteósico recibimiento a la guagua de su equipo. Caminata multitudinaria desde el Estadio Insular.
Como en las grandes ocasiones, el Estadio de Gran Canaria está viviendo este sábado un ambiente de gala. Más bien lo lleva haciendo desde ayer, cuando una nutrida representación de aficionados de Las Palmas accedió al recinto del partido de hoy contra el Alavés de cara a dejarlo todo preparado para el mosaico con el que se deleitará a quienes vean el partido también por la tele. Unas coloridas gradas que estallaron en una sola voz el ritmo de Luis Quintana interpretando “Amarillo es mi color”.
Los alrededores del EGC estaban salpicados de banderas y camisetas de Las Palmas desde varias horas antes de que comenzara el partido. Incluso, muchos aficionados no dudaron en montarse su particular festín en el aparcamiento anexo, disfrutando así del ambiente tan especial que acompaña a días como este. Buena comida, alguna cerveza y mucho buen rollo. Puro fútbol.
Por su parte, toda la expectación posible generó la llegada de la guagua de Las Palmas al Estadio, recibida de manera apoteósica en la calle Fondos de Segura, como en las grandes ocasiones, donde miles de aficionados de la UD esperaban impacientes para darle el penúltimo aliento a sus futbolistas, que contemplaban la escena emocionados al otro lado de los cristales. Igualmente, como en el anterior ascenso a Primera División, en 2015, se organizó una popular caminata entre el Estadio Insular, antiguo recinto que albergaba los partidos de Las Palmas en la Isla, hasta el Estadio de Gran Canaria.
Accesos.
Una vez más, hubo problemas en los accesos a las gradas. Ocurre que la propia Unión Deportiva había comunicado que las puertas el egesé se abrirían desde las 18.00 horas, pero este momento se dilató 30 minutos a la espera de que se colocara la afición del Alavés, ubicada entra las gradas Naciente y Sur.