La Romareda despide con grandes honores a Alberto Zapater
Jorge Mas entregó la Insignia de Oro y Brillantes al capitán, que cantó el himno y recibió el cariño de la afición: “Estoy feliz, estoy en paz”.
Noche de grandes emociones en La Romareda. Alberto Zapater, tercer jugador de la historia que más veces ha vestido la camiseta del Real Zaragoza, con un total de 422 partidos, fue despedido con grandes honores. Uno de esos homenajes que también hacen grande a un club y que puso la piel de gallina a los más de 23.700 aficionados que poblaron las gradas y que mostraron en todo momento su cariño al ejeano.
Zapater, que estrenaba brazalete, saltó al campo acompañado de sus hijos, Óliver y Alejandra, mientras que en las gradas del Gol Norte se desplegaba un tifo con los colores del Real Zaragoza en el que se podía leer ‘Eterno capitán’. La afición coreó su nombre al cantar el speaker la alineación y antes del pitido inicial hubo un intercambio de camisetas con Carlos Ruiz, que también se despedía del Tenerife.
El Zaragoza disputó este encuentro con la leyenda ‘GRA21AS CAPITÁN’ en el pecho de las camisetas y ya en el minuto 21, dorsal que ha lucido Zapater en la mayoría de su partidos con el Zaragoza, La Romareda cantó ‘Zapater, te quiero’. Precisamente, el club había puesto todas las entradas al precio de 21 euros, en otro de los gestos que han formado parte de este homenaje, que realmente comenzó una vez finalizado el choque. Antes, La Romareda despidió a Zapater con una gran ovación cuando fue sustituido en el añadido.
Víctor Muñoz, Cani, Celades, Pedro Herrera, Linares, Cedrún, Nayim, Natxo González, Juan Ignacio Martínez, Javi Ros, José Enrique, Toquero, César Sánchez, Longás, Carlos Rojo, Juanjo Camacho o su representante Ginés Carvajal estuvieron presentes en La Romareda y se unieron a la plantilla y al cuerpo técnico para hacerle un pasillo a Zapater desde el túnel de vestuarios hasta el centro del campo, donde reposaba una camiseta gigante con su nombre y lucía la Supercopa de España conquistada en 2004.
Una vez allí, rodeado de su familia, el presidente Jorge Mas y el director general Raúl Sanllehí le otorgaron la Insignia de Oro y Brillantes del Real Zaragoza. También Víctor Muñoz, el entrenador que le hizo debutar, le hizo entrega del brazalete recién estrenado enmarcado, mientras que la plantilla, en manos de Cristian Álvarez, Ratón y Jair, le regaló una camiseta firmada por todos sus compañeros.
Y después de que su mujer y su madre recibieran sendos ramos de flores, llegaron las palabras del homenajeado: “He llorado estos días, pero habéis conseguido que sonría. Estoy feliz, estoy en paz. Me habéis hecho sentirme querido con todas las letras. Me acuerdo de todo el mundo. Hoy no estamos celebrando ningún título y lo que se vive aquí no se vive en otros equipos. Esto es el Real Zaragoza y esto es La Romareda. Soy lo que soy gracias al Zaragoza. Habéis conseguido que sea feliz”.
Un discurso que terminó cantando el himno, acompañado por su hijo y seguido por toda La Romareda, en lo que sin duda fue uno de los momentos más emotivos de toda la noche. A continuación, los aficionados encendieron las linternas de sus móviles y volvieron a cantar el ‘Zapater, te quiero’, todo ello con fuegos artificiales. También el ‘Volveremos a Primera, volveremos otra vez’, justo antes de la foto de familia y de que la plantilla manteara a su capitán, que desde ahora será un aficionado más: “Nunca me voy a ir del Real Zaragoza”.