La pesadilla de jugar en casa
Las Palmas no logra tapar la vía de agua que se le abre en cada partido jugado en el EGC, de donde se le han esfumado 8 de los 12 puntos posibles.
En su particular tira y afloja de este comienzo de curso, Las Palmas anda buscando una identidad que, si bien parece estar clara, intentando ser protagonista siempre a través de la posesión, anda muy lejos de traer aparejada un rendimiento óptimo sobre el césped. La irregularidad pasa factura y al equipo grancanario se le acumulan mucho en este momento. Los resultados, de momento, no cuentan como aval.
Al menos en el Estadio de Gran Canaria, donde no termina de arrancar. Más que sólida como visitante, amasando siete puntos en tres partidos, la formación grancanaria hace aguas jugando al calor de su gente. Allí, en el escenario donde juega los partidos como local, sufre su particular visita al dentista.
Resulta que, de los cuatro disputados en casa hasta la fecha, Las Palmas apenas ha logrado cuatro puntos, habiéndosele escapado el doble. Consiguió la victoria, y de manera agónica, ante la Real B. Antes, empate con el Andorra (1-1) y derrota por encargo del Málaga (0-1). Y ayer, nuevo traspiés en favor del Almería.
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“No es algo que nos genere ansiedad porque el fútbol, muchas veces, no te da lo que le brindas u ofreces“, insistía Luis García, entrenador de Las Palmas, antes de la visita de la Real B. Sin registros positivos en casa, el balón continúa negándole la mayor a sus futbolistas.
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