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REAL VALLADOLID

La lista de la compra del Pucela

Fran Sánchez marcó las líneas maestras del mercado de un Real Valladolid cuya confección de plantilla es todavía bastante incierta.

Valladolid. 12/7/2023. Estadio Zorrilla. Presentación del jugador del Real Valladolid Enzo Boyomo en el césped de Zorrilla y posterior rueda de prensa junto a Fran Sánchez, director deportivo Del Real Valladolid. Photogenic/Miguel Ángel Santos
Photogenic/Miguel Ángel Santos

El Real Valladolid cuenta por el momento con un único fichaje, el de Boyomo, aunque tiene las líneas maestras claras respecto a lo que falta por llegar. Con matices, claro está, porque, como recordó Fran Sánchez este miércoles, “luego va a depender de si hay más salidas o no en otras posiciones”. La idea a estas alturas es, no obstante, que llegue quizá un central más, puede que un mediocentro, uno o dos extremos y dos delanteros, prioridades que confirman los pocos nombres surgidos estas semanas.

Junto al ya confirmado Boyomo, uno de los que han trascendido en la posición central es el de Javi Montero, zaguero del Besiktas que se encuentra en la rampa de salida del club otomano y por el que el Real Valladolid ha preguntado, sin hacer, por el momento, ningún otro movimiento. A día de hoy, la posición está doblada después de confirmar Fran Sánchez que Torres será a todos los efectos jugador del primer equipo, si bien las dudas se ciernen sobre el futuro de El Yamiq, con ofertas de Arabia aún imprecisas en lo que atañe al club, más que sobre el de Javi Sánchez, quien, asimismo, como ya contó AS, está en la mesa de varios equipos de élite.

El último mediocentro en salir a la palestra ha sido César de la Hoz, avanzado por Radio Marca, lo que denota que el perfil que se busca sería el más necesario sería el defensivo, después de las salidas de Hongla y -sin ser lo mismo- Roque Mesa. Cabe recordar que Malsa tiene la puerta entreabierta después de volver de su cesión, dado que Pezzolano lo está valorando en estas primeras semanas, además de disponer de Kike Pérez y Monchu, dos futbolistas con una participación muy alta en sus primeros meses en Valladolid, del cada vez más cerca de recuperarse Anuar y de Amallah, quien, en caso de quedarse, puede convertirse uno de los centrocampistas más dominadores de la categoría.

En las posiciones exteriores las dudas son evidentes, después de que Machis prefiriera irse al Cádiz que seguir en Segunda y ante el deseo de Plata de salir. A priori, no parece muy probable que Hugo Vallejo y Narváez vayan a tener sitio y Kenedy debe elevar su estado de forma, y, en tanto en cuanto Iván Sánchez no es un ‘extremo-extremo’, la sensación es que lo que debe llegar debe ser “de los de antes”. Futbolistas como Germán Valera, Raúl Moro o Estanis Pedrola, cuyos nombres han publicado Diario AS, La Nueva España o Cazurreando, así confirman, además, con una particularidad: son jóvenes, con hambre y, salvo sorpresa, llegarían a préstamo.

En la punta del ataque, el mejor fichaje sería poder retener a Larin, algo harto complicado, salvo por el hecho de que, a estas alturas del mercado, las ofertas recibidas por el club están lejos de satisfacer los diez millones que demanda; cosa curiosa, teniendo en cuenta el rendimiento que dio en sus primeros meses de blanquivioleta. Sergio León es ‘hombre gol’ y puede ser ese veterano que rentabilice sus minutos en la categoría, al uso de los Yuri, Rubén Castro o compañía, pero un equipo que se precie de querer ascender necesita garantizarse unos buenos números. Josh Maja o Mohamed Bouldini, según MercaFoot y Radio Marca, serían dos de los ‘tocados’.

Nombres al margen, lo que resulta evidente es que la lentitud con la que avanza el mercado es un hándicap con el que debe lidiar el Real Valladolid en una doble vertiente. Como confesó Fran Sánchez, por un lado, el club se encuentra a la espera de que otros jugadores den el mismo paso que Boyomo se decidió a dar pronto, el de enrolarse en un equipo que aspirará a todo, y por otro, el hecho de que, al no moverse, todavía no se han producido las ventas necesarias para elevar el techo de gasto y poder aspirar a objetivos mayores dentro del propio mercado, a lo que hay que sumar las dudas que existen alrededor de algunas de sus piezas clave.