La hora de la salvación
El Real Zaragoza quiere despedir a la vieja Romareda con una victoria que certifique de una vez su permanencia frente a un Deportivo sin nada en juego.


El Real Zaragoza quiere despedir a la vieja Romareda, que será demolida en su totalidad en los próximos meses para levantar en su solar un nuevo estadio, con una victoria que certifique de una vez su permanencia en Segunda División y ponga punto final a una nueva temporada decepcionante y hasta aborrecible, la quinta consecutiva peleando hasta el final por evitar el descenso. El taquillaje se agotó ya el martes y el viejo campo se llenará hasta la bandera para darle al equipo aragonés un último empujón en su partido frente al Deportivo, del que no se fía nadie, aunque, salvado hace tres jornadas, no tenga nada en juego salvo la honrilla deportiva (sigue el partido en directo en As.com).
El Zaragoza llega a las dos últimas citas del campeonato con cuatro puntos de ventaja sobre el Eldense, que marca el descenso y con el que se va a jugar la permanencia. Una ventaja que acerca a los de Gabi al objetivo, tal y como indican las matemáticas, que le otorgan un 92,56% de probabilidades de salvación. Una victoria sería definitiva, pero también un empate o una derrota, caso de que el Eldense empate o pierda con el Racing.
Pero nadie en el Zaragoza quiere mirar de antemano al Nuevo Pepico Amat ni esperar a favores ajenos y se confía en el factor Romareda para dar el paso definitivo hacia la salvación y no tener que viajar con todo en el aire a Castellón en la última jornada.
Gabi tiene lesionados a Keidi Bare y a Lluís López, éste con una rotura de fibras en un gemelo, pero recupera a un indiscutible como Raúl Guti, una vez cumplida su sanción federativa por acumulación de tarjetas, y va a poder contar con Tasende, mejorado de sus molestias musculares y al que se ha mimado durante toda la semana. Así las cosas, todo hace indicar que Vital suplirá a Lluís López en el eje de la defensa y que Raúl Guti entrará por Liso en el once titular.
El Deportivo, por su parte, aterriza en La Romareda con casi nada en juego, el cartel de juez en la espalda y plagado de bajas. Con todo resuelto hace semanas, los coruñeses llegan a Zaragoza después de enlazar dos derrotas consecutivas por primera vez en la era Gilsanz. Sus rivales, Sporting y Granada, sí se jugaban cosas. Esta aparente relajación no está jugando a favor del técnico de Betanzos, cuya renovación sigue en el aire y un mal final de temporada sería un borrón para un expediente inmaculado desde que se hizo cargo del banquillo en la jornada 13ª. Su problema, al margen de motivar a sus jugadores, será componer un once competitivo con el reguero de bajas que sufre en conjunto blanquiazul.
El Depor se quedó hace tiempo sin titulares fijos como Mella, Ximo, José Ángel o Barcia. A ellos se unieron el domingo paso los dos delanteros de confianza del técnico: Zakaria Eddahchouri y Barbero. El ya no volverá a jugar esta temporada tras su sanción de dos partidos por su expulsión ante el Granada. El holandés, mermado por su extraña caída en el paseo marítimo de A Coruña, sí podría llegar a tiempo a la despedida de Liga frente al Elche.
El equipo titular que pueda alinear en La Romareda no está nada claro, pero lo normal es que combine ‘recompensas’ con equilibrio. Escudero, ya más rodado tras su larga lesión, podría ser la novedad en el lateral izquierdo. El casi desaparecido Charlie Patiño apunta a pareja de Villares en el doble pivote tras el bajo rendimiento de Mfulu y Bouldini será el ‘9’. La duda metódica es Yeremay. El canario es el líder, talento y goles (15) de este Depor. La pregunta es si con la Sub-21 y el mercado de verano en el horizonte será o no titular.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos