Juan Muñoz persigue su reflejo
El delantero del Leganés suma ya siete goles y se queda a dos de su segundo mejor registro en la categoría. La competencia de Karrikaburu le ha hecho apretar el rendimiento.
Juan Muñoz, delantero del Leganés, anda empeñado en retarse a sí mismo en un sprint hasta final de temporada con un nuevo aliciente pisándote los talones: Jon Karrikaburu. Pese al fichaje del delantero de la Real Sociedad, cedido hasta final de temporada, el sevillano no ha perdido la titularidad. Es más, sus números han mejorado desde el aterrizaje del ariete navarro y su senda del gol no sólo no se ha frenado, sino que ha crecido. Ante el Sporting el pasado sábado, Juan Muñoz firmó su séptimo tanto del curso, gol que le pone en el camino próximo de igualar su segundo mejor registro en la categoría (nueve tantos con el Almería) y algo más de mitad de trayecto de su récord personal (13 tantos con el Alcorcón).
La confianza de Imanol Idiakez en él pese al fichaje de Karrikaburu es sorprendente, toda vez que la incorporación de esta perla txuri-urdin fue compleja. Tuvo el Leganés que adelantarse a más de media Segunda División. Una batalla larga, que inició incluso hace ya una temporada, pero que ahora ha dado como resultado una suplencia inesperada. Claro que el rendimiento de Juan Muñoz desde el aterrizaje de Karrika da argumentos al técnico guipuzcoano (poco dado a los volantazos en sus alineaciones) para mantenerse en la decisión de apostar por el sevillano.
“Cada partido cometes 12-13 injusticias”
“Mi madre me decía que vaya profesión he escogido, que me podía haber dedicado a otra cosa”, bromeaba Idiakez tras ganar al Sporting al respecto de lo complicado que es elegir alineación. “Sí… cada semana cometes 12-13 injusticias con chicos que entrenan como entrenan estos jugadores, que son profesionales e implicados”, añadía.
“Me hablas de Karrikaburu… y te digo: el otro día en Eibar Rubén Pardo hizo un partido magnífico y hoy no ha iniciado. O Fede Vico. ¿Qué les puedo decir? Nada, que tengo que elegir y que por eso ponen entrenadores, porque nadie quiere hacerlo. La competencia es importante porque obliga al que está jugando a apretar porque el que viene por detrás puede estar mejor incluso cuando entra”, completaba su análisis el entrenador haciendo radiografía simple de lo sucedido con Juan Muñoz.
Ante el Sporting, y hasta la roja a Gaku, fue el mejor de su equipo, autor del 1-0 y de la jugada que pudo terminar en 2-0. El ‘11′ se disfrazó de Caminero y como hizo el jugador colchonero (natural de Leganés, por cierto) ante Nadal en el Camp Nou, con un amago de cintura se quitó a Pablo Insua y apuró línea de fondo para servirle un balón venenoso a Franquesa. El lateral la enganchó con la diestra (su pierna menos buena) y la mandó alta. Pese a ello, pese a ser cambiado al descanso por la roja del propio Gaku (Idiakez blindó la medular y lo sacrificó a él), su despliegue le valió el aplauso de la crítica y un nuevo para convertirse en máximo artillero del Leganés.
Un futuro en el aire
“Yo quiero ayudar al equipo como sea. Si es con goles, mejor. Por circunstancias me he tenido que quedar [en el vestuario al descanso], ha entrado otro compañero para ayudar con uno menos. Estoy orgulloso por los huevos que tiene este equipo. Después del inicio de temporada comimos mucha mierda. Pero eso se queda ahí dentro del vestuario”, comentó el propio Juan Muñoz en los medios del club tras el triunfo ante el Sporting.
Con contrato hasta final de temporada y su futuro en el aire, su rendimiento lo convierte en una de las piezas más jugosas de Segunda y quizá de Primera. Escaparate de éxito que el ariete no se conforma en dejar ahí en ésta su campaña más exitosa desde que firmó por el Leganés en el verano de 2019.