José Gomes: el adiós de un señor al que no acompañaron los resultados
El técnico portugués llegó con una idea clara a la Ponferradina, pero sólo cuatro victorias en 16 partidos acabaron precipitando su salida.
Lo venía repitiendo el propio José Gomes durante las últimas semanas: si los resultados no acompañan, un entrenador está condenado. Por mucho que el portugués sea un caballero dentro y fuera del campo, por mucho que llegara con una idea clara para que la Ponferradina diera un paso adelante para aspirar a algo más que la permanencia, si no llegan las victorias el discurso se queda en el aire.
16 partidos después de su estreno oficial en el banquillo de El Toralín, Gomes se va de la Deportiva con sólo cuatro victorias: las de las dos primeras jornadas ante Cartagena e Ibiza, otra en Albacete y una más ante el Huesca. De ellas, sólo dos en casa, donde tradicionalmente la Ponferradina ha sustentado sus objetivos. Entre medias, una racha de siete partidos seguidos sin ganar y la eliminación en Copa frente al Guadalajara, de Segunda RFEF. Demasiados puntos negativos para un equipo que apenas ha mostrado brotes verdes.
La debilidad defensiva ha sido la principal rémora en esta etapa. 24 goles en contra convierten a la Deportiva en el equipo que más encaja de Segunda y empañan sus 17 tantos a favor, una cifra que compite con los mejores de la categoría, pero que no alcanza para la necesidad de marcar siempre al menos dos goles para aspirar a la victoria.
Resultados aparte, el rendimiento de los jugadores sobre el campo también ha lastrado la aventura de José Gomes en Ponferrada. Ni las apuestas del técnico (Aldair, Heri o, en menor medida, Derik), ni las de club (Lukaku) han salido cara. Tampoco la base que se mantiene del año pasado está al mismo nivel, salvo excepciones como Dani Ojeda, Paris Adot o, en los últimos partidos, Pascanu. Todo suma, o, en este caso, resta, para que sea muy difícil mantener el discurso positivo que siempre llevó por bandera el portugués.
Ese optimismo lo mantuvo Gomes incluso en la rueda de prensa en la que anunció públicamente su adiós. El de Matosinhos insistió, incluso entonces, en que la plantilla da para más. Y es ahí, en su paso al lado, en su admisión de que él no consigue dar con la tecla para que los jugadores den su mejor nivel y es mejor dejar sitio para que otro lo intente, donde José Gomes demostró un señorío que pocas veces se ve en el fútbol profesional.