Joel Domínguez rechaza ahora la geolocalización de los móviles
El joven y su víctima acudieron ayer al juzgado, como adelantó Diario AS. Las Palmas tenía pactada la salida del joven a otro equipo, opción que se frenó.
Con tantas visitas al juzgado como al campo de juego. Así se podría estar desarrollando en los últimos meses la vida de Joel Domínguez, futbolista juvenil de Las Palmas condenado por agredir físicamente a una joven menor de edad. Ayer, como adelantó Diario AS, ambos partes fueron citadas de nuevo en el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 1 de Las Palmas de Gran Canaria sin que, de momento, exista un acuerdo. Es más, ese entendimiento está en las antípodas de producirse.
De hecho, el proceso continúa con las diligencias previas abiertas el pasado 19 de abril por un presunto quebrantamiento de la condena que pesa sobre Domínguez, a quien en su día no le quedó más remedio que reconocer la agresión por la que fue denunciado por un policía de paisano que presenció toda la escena. “Me abrió la cabeza de un puñetazo. Fue la policía quien me abrió los ojos”, confesó la propia víctima en este medio.
Dicha condena, que impide al joven acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante año, así como ponerse en contacto con ella por cualquier vía, habría sido supuestamente ignorada por el acusado, que negó este último hecho. En su momento aceptó la petición de geolocalización de los dispositivos móviles de ambas partes a propuesta de la víctima. Sin embargo, según ha podido saber AS, Domínguez y su víctima estaban citados la semana pasada para entregar sus respectivos teléfonos móviles, lo que finalmente se canceló ante la negativa, ahora sí, del futbolista a entregar el suyo.
Acuerdo.
Ambas partes fueron citadas ayer en los juzgados de la capital grancanaria para buscar un acuerdo, que fue rechazado por la víctima. Mara López, la madre de la joven agredida que en su día relató en AS el horror que continúa viviendo su familia, se muestra tajante. “Me siento frustrada por el acuerdo que se nos propone, pues la víctima no cuenta y se intenta solamente beneficiar al agresor”, insiste. Para ella y su familia es una cuestión “moral”: “Desde un punto de vista moral no puedo aceptar un acuerdo en el que no se tiene en cuenta a mi hija. Me niego a aceptar un acuerdo que lanza un mensaje confuso a la sociedad, que desprotege a la víctima y al agresor lo confunde haciéndole sentir, una vez más, impune de sus actos”.
Citadas este jueves a las 11.30 horas tanto el agresor como su víctima, el acuerdo era imposible. “Para nada beneficia a la víctima y por eso nos negamos a aceptarlo”, insiste López. “Lo que se propone no compensa a mi hija del daño físico y moral sufrido siendo él el único beneficiado, por lo que nos negamos”, insiste. Si el juicio por el presunto quebrantamiento sigue su curso, el chico se enfrenta a penas que incluso conllevan el ingreso en prisión.
En el día de ayer, Domínguez estuvo acompañado del letrado Víctor Brito ante la renuncia de José María Aranda, cercano a Miguel Ángel Ramírez, máximo accionista y presidente de Las Palmas, a continuar con la defensa del joven, como hizo en el juicio por agresión y el día que se abrieron las diligencias previas de este presunto quebrantamiento. Dichas diligencias continúan ahora abiertas ante la falta de acuerdo, por el que Joel tendrá que desfilar de nuevo por el juzgado el próximo 17 de mayo.
La falta del acuerdo, que sigue de momento bajo estricta confidencialidad, pudo frustrar los planes de Las Palmas con Joel en el futuro más cercano. De hecho, según pudo saber Diario AS, la propia entidad podría tener apalabrada, incluso para ser anunciada el mismo jueves, la salida de Joel a un equipo andaluz. Esta opción ha quedado, de momento, desactivada.
Precedentes.
Dejando a un lado la condena por violencia de género, que llegó hace unas semanas, y este presunto quebrantamiento que continúa su camino judicial, sobre Joel Domínguez también pesa una denuncia por maltrato psicólogico sobre esta misma joven. La misma fue presentada en el otoño de 2021, cuando ambos eran menores de edad (ella todavía lo es). Esta denuncia continúa su proceso en Fiscalía de Menores.