Gueye acaba con la paciencia del Real Zaragoza
La calamitosa actuación del senegalés en Villarreal es la gota que ha colmado el vaso del aguante de Fran Escribá, que le ha pedido a Cordero que intente hasta el final revertir su cesión en este mercado.
La calamitosa actuación ayer de Pape Gueye en La Cerámica de Villarreal es la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Fran Escribá, que, pese a su discreción pública, aún confía en que el nuevo director deportivo, Juan Carlos Cordero, consiga darle salida y colocarlo en otro equipo en este mercado invernal, pese a las dificultades que entraña una reversión de su contrato de cesión desde el Oostende belga.
El delantero senegalés volvió a ser titular por delante de Iván Azón, falto todavía de su mejor condición física, tras tres largos meses de lesión muscular, con recaída incluida, y ante la baja por su dolencia lumbar de Giuliano y su rendimiento fue un día más desastroso. Tuvo una nueva tarde de ausencia y Escribá lo relevó al descanso por Azón, que respondió con un gol inmediato que devolvió al Zaragoza al partido.
Pape Gueye, una apuesta directa del anterior director deportivo Miguel Torrecilla, se ha convertido en uno de los mayores fiascos de la historia reciente del Real Zaragoza y Cordero va a intentar darle solución en este mercado hasta el último momento. El delantero firmó el pasado 31 de agosto para resolver el grave problema del gol en el equipo aragonés y todavía no ha visto puerta en los trece partidos en los que ha intervenido, además del de Copa frente al Diocesano. Gueye percibe el salario más elevado de toda la plantilla (600.000 euros brutos) y el Zaragoza tiene una opción de compra obligatoria en caso de ascenso de tres millones de euros.
A dos semanas para el cierre del mercado invernal, Cordero también está intentando dar salida a James, Petrovic y Quinteros, mientras pretende fichar a un extremo y a un delantero centro, caso de poder recolocar finalmente a Gueye.