Fran Escribá se encierra una hora y media con su plantilla
Para el técnico, hay un antes y un después del derrumbe de Málaga y no ha dejado pasar la ocasión de forzar un cumbre con sus futbolistas para analizar la preocupante deriva.
Caras muy largas en la Ciudad Deportiva. El Zaragoza se cayó con todo el equipo en Málaga y las alarmas han vuelto a encenderse con el descenso a sólo cuatro puntos. Fran Escribá no se anduvo con contemplaciones el lunes por la noche en la sala de prensa de La Rosaleda -”Llevamos dos jornadas en las que no hemos competido nada absolutamente”- y esta mañana se ha encerrado con toda la plantilla en el vestuario durante más de una hora y media para analizar con crudeza una deriva muy preocupante.
Son, sin duda, las consecuencias directas de haber encajado siete goles en las dos últimos partidos y de haberse acercado peligrosamente al cuarto por la cola.
El entrenamiento estaba programado a las 10:30 horas en la Ciudad Deportiva, pero éste no ha dado comienzo hasta las 12:20. Y es que para Escribá, hay un antes y un después del derrumbe de Málaga y no ha dejado pasar la ocasión de forzar un cumbre con sus futbolistas para incidir en la gravedad de la situación. A catorce jornadas para el final del campeonato, el equipo se le ha caído y la única misión es salvar la categoría lo antes posible. El próximo rival es el Burgos, que llega este domingo en La Romareda como revelación y donde volverá a ser baja Iván Azón.
El Zaragoza sólo suma ocho puntos en la segunda vuelta, lo que le convierte en el decimoquinto peor tras el ecuador del campeonato. Y eso que en estas siete primeras jornadas desde el parón navideño únicamente se ha medido con un rival de la zona alta de la clasificación, el Alavés.