Escribá se la jugará ante el Huesca
Sanllehí y Cordero le han ratificado esta mañana la confianza que le mostraron anoche en Onteniente, pese a su creciente pérdida de credibilidad entre la afición y del respaldo del vestuario, pero el Zaragoza ya ha tanteado a varios posibles sustitutos.
La oprobiosa eliminación de la Copa frente a un rival de Tercera RFEF tampoco se llevará por delante a Fran Escribá, que tendrá una última oportunidad este sábado frente al Huesca en La Romareda, en una decisión de máximo riesgo por parte de los gestores del club dada la creciente pérdida de credibilidad del técnico entre la afición y del respaldo del vestuario. A Escribá ya le comunicaron anoche en el mismo campo de El Clariano, en Onteniente, el director general Raúl Sanllehí y el director deportivo Juan Carlos Cordero que se mantenía en el cargo, pero esta mañana se lo han ratificado antes del inicio del entrenamiento. Así que el entrenador valenciano, cuyo crédito está agotado, se la jugará en el derbi aragonés, donde todo lo que no sea ganar puede acabar en un incendio de La Romareda y en una noche de bronca mayúscula.
Escribá pidió anoche perdón y se mostró avergonzado, pero no dimite. Y, aunque pende de un hilo, se agarró una vez más a la confianza que le brindan por ahora Sanllehí y Cordero. “Sé que no va a haber destitución, aunque no soy yo el que debe decirlo. Lo sé porque tengo un hilo muy directo tanto con el director deportivo como con el director general y lo que me han trasladado siempre es que la confianza en este proyecto, en este grupo y en este cuerpo técnico es máxima. Estoy fuerte. Una cosa es que esté enfadado y decepcionado, pero sé que el viaje ya le estaré dando vueltas a lo que viene y mañana –por hoy- estaré con la misma fuerza que tenía ayer o el primer día que llegué al Real Zaragoza. Tengo fuerzas y me siento capaz de darle la vuelta a esto”, señaló Escribá antes de emprender viaje de regreso a Zaragoza.
La vergonzosa eliminación ante el Atzeneta es el segundo ridículo consecutivo del Real Zaragoza en la Copa con Escribá al mando, ya que hace ahora un año, en su estreno en el banquillo aragonés, sufrió la bochornosa eliminación frente al Diocesano, de Segunda RFEF. Y a todo esto hay que unir que el equipo, con un fútbol reservón y siempre en función del rival, sólo ha sumado siete de los últimos 30 puntos en juego en Segunda División, cayendo en picado del liderato a la décima posición, cada vez más lejos de sus objetivos, lo que ha motivado que Cordero haya empezado a sondear a posibles candidatos, aunque no hay ninguno elegido.
“Ascender es una palabra que creo que no ha dicho nadie de los responsables del club. Se dispararon unas expectativas que igual no eran acordes a nuestro potencial real”, añadió anoche Escribá para intentar justificar el derrumbe del Real Zaragoza, intentando pasar por alto que él mismo, en una entrevista a ‘El Periódico de Aragón’ del pasado 21 de septiembre, fijó el listón de esta temporada: “No firmo el playoff”.
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