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REAL ZARAGOZA

Escribá: “Me gusta que me firmen talento, incluso aunque me digan que el jugador es vago”

El técnico no descarta a Giuliano para Gijón, les tiene una fe enorme a Azón y Francho, elogia el liderazgo de Alarcón -”Es un capitán sin brazalete”-, espera en este mercado invernal al menos un extremo con desborde y no duda en que Cordero dará salida a varios de los transferibles.

Zaragoza
Fran Escribá posa en el estudio de Radio Zaragoza.
Alfonso Reyes

Fran Escribá (Valencia, 1965) ha pasado este mediodía por el programa Ser Deportivos Aragón para repasar conjuntamente con Radio Zaragoza y el diario AS la actualidad del Real Zaragoza. El técnico, claro y directo como acostumbra, no ha rehuido ninguna cuestión, empezando por el mercado de invierno, donde confía en que el director deportivo Juan Carlos Cordero, con el que mantiene un diálogo constante y fluido, dé salida a los transferibles (James, Gueye, Petrovic, Quinteros...) y le fiche otros dos nuevos refuerzos, especialmente un extremo con regate y desborde. “A mí me gusta que me firmen talento. Incluso en los casos que dicen que el jugador tiene mucho talento pero es vago. Ya lo haremos trabajar...”, ha sentenciado.

¿Cómo va la semana después de una gran remontada?

—Cuando vienes de una victoria, y encima cómo se dio, los ánimos siempre ayudan. El ambiente de trabajo siempre ha sido bueno, pero después de un partido así, mucho mejor.

Esta mañana se ha conocido la lesión de Fran Gámez…

—Sintió un pinchazo en la primera parte y fue capaz de aguantar todo el partido, lo cual dice mucho de su compromiso y de su entrega. No dijo nada. Después me dijo que con un 2-0 y cómo estaba la cosa prefirió no decir nada y aguantar. Hay una pequeña lesión muscular y va a ser baja alguna semana.

¿Cómo está Giuliano?

—Estamos muy contentos. Es un golpe muy doloroso, que le limitaba mucho, pero cada vez se encuentra mejor y confiamos en que pueda llegar al partido.

El equipo sigue estando más cerca del descenso…

—Por un lado, está la ilusión que tenemos todos de que el club crezca, de que en la clasificación vayamos mejor y de que haya un momento en el que podamos soñar con otras cosas, como un ascenso, pero la realidad es la que es y la realidad dice que ahora estamos en la segunda mitad de la tabla y que a nivel de puntos estamos más cerca que de otra cosa. Nosotros nos tenemos que preocupar del siguiente partido y si vamos ganando partidos nos alejaremos de abajo definitivamente y nos acercaremos a aquello que nos ilusiona más.

¿Hasta dónde pueda llegar el equipo esta temporada va a depender del mercado de invierno?

—No. Evidentemente, si viene algún jugador es porque creemos que va a mejorar lo que tenemos. Ya tenemos un refuerzo y puede haber dos o tres como mucho. Estamos limitados económicamente y a nivel de fichas, así que el porcentaje mayor va a recaer sobre el bloque que ya tenemos. Y sigo pensando que hay que tener mucha confianza en este bloque por la edad de los jugadores. En teoría es un equipo que tiene que ir de menos a más.

¿Qué le dijo Fran Escribá a los futbolistas en el descanso del partido de La Cerámica?

—En este caso no hubo nada excepcional. Me gusta, cuando entramos en el vestuario, esperar dos o tres minutos para bajar pulsaciones. Y la idea fue la misma, pero es cierto que los jugadores, cuando entraron, empezaron a hablar y me gustó que nombraran mucho a la gente que había venido y que no podíamos defraudarles de esa forma después del esfuerzo que habían hecho. Hay otras veces que te gusta parar esa conversación, pero dejé que se desahogaran. Además de incidir en lo que ellos dijeron, corregimos algunas cosas a nivel táctico. Salió bien, pero fue un espíritu muy colectivo. Hay veces que hablas tú solo, pero en este caso fueron varios los jugadores y yo creo que nos vino muy bien a todos escucharlo.

¿El primer objetivo es alcanzar los cincuenta puntos?

—Al igual que no me gusta hablar de un hipotético playoff, tampoco pienso en el descenso. Lo uno todo al mismo mensaje. No vamos a sumar 50, 60 o 65 si no sumamos ahora 32 y después 35. Por eso me centro tanto en el siguiente partido. En el último partido dijimos algo parecido, que no podíamos ir a por el segundo gol sin haber marcado antes el primero. Y me gustó que en el 2-2 fueran rápido a por el balón porque querían más. Esa misma ambición, pero con cabeza fría, es la que quiero para los partidos.

En la remontada fueron fundamentales los cambios. Uno de ellos fue Iván Azón. ¿Qué le va a aportar al equipo? ¿Cuántas ganas tiene de juntarle con Giuliano en la delantera?

—Creo que hemos llevado muy bien a Iván. El cuerpo te pide ponerlo ya en el primer partido, pero creo que para él era bueno notar que entraba poco a poco. Disputó ya 45 minutos, se encuentra muy bien, sus números son muy buenos y está ya para salir de inicio. A mí no me gusta anticipar cosas, pero Iván, teniendo la situación de Giuliano, es un jugador que tenemos en la cabeza con muchas ganas porque esperamos mucho de él. Ya no sólo por el nivel futbolístico que tiene, sino también por su carisma. Arrastra mucho y, en ese sentido, debemos explotar esa figura en lo futbolístico y en lo anímico.

¿Qué necesita el equipo para que le cueste menos ganar partidos?

—A mí siempre me gusta la gente ofensiva porque los entrenadores trabajamos mucho más la parte defensiva. Lo ofensivo, aunque lo trabajas, depende mucho más del talento. Por tanto, a mí me gusta que me firmen talento. Incluso en los casos que dicen que el jugador tiene mucho talento pero es vago. Ya lo haremos trabajar... Pero es que además en nuestro caso no hay vagos, ya que tenemos un equipo muy trabajador, aunque si me preguntan qué más quiero, a mí siempre me gusta tener más talento.

¿Pero un mediocentro creativo o un extremo con desborde?

—Posiblemente nos falte más un jugador de ese estilo en banda porque por el centro tenemos bastantes jugadores completos. Es verdad que ninguno es especialmente defensivo u ofensivo, pero es que a mí nunca me ha gustado jugar con un doble pivote en el que uno sea claramente el defensivo y otro el creativo, ya que al final es más controlable un equipo así. A mí me gusta que puedan atacar cualquiera de los dos, pero con un equilibrio, que cuando uno ataque el otro defienda. Esos medios los tenemos, pero es cierto que nos falta desborde, aunque diría que es un fallo general de todas las plantillas porque es una carencia que cada vez se da más en el fútbol. Cada vez hay menos jugadores de desborde y que se atrevan y más de control y pase al pie. Cada vez quedan menos jugadores al espacio y valientes y son muy difíciles de encontrar.

¿Aún espera algo de Gueye?

—El jugador que vemos no es el que es. Es mejor jugador en todo lo que se está viendo en su rendimiento. Yo he hablado todo lo que he podido con él, pero una de las carencias que tiene es la comunicación. Se lleva bien con todos e incluso habla más de lo que parece, pero a lo mejor por timidez se comunica poco. Y futbolísticamente no se ha adaptado bien. Venía de un equipo en el que era importante y en esos casos los compañeros te buscan más, y cuando estás en un año como hasta ahora, en el que no salen las cosas, llega un momento… Por poner un ejemplo: un jugador puede dársela a Gueye o Azón e inconscientemente decide dársela a Iván porque está dando más cosas. Gueye estuvo bien en el partido de la primera vuelta contra el Villarreal B. Estuvo más participativo porque se generó otro tipo de fútbol en el que se llegaba por banda y se sacaban centros. Ahí es más dominador, pero es cierto que no le están beneficiando muchas cosas de las que pasan. Y, evidentemente, él también tiene su parte de culpa.

¿Hay posibilidades de revertir su cesión en este mercado de invierno?

—Estamos hablando de un tema que compete a la dirección deportiva. Tenemos una comunicación fluida y diaria y les dejo trabajar porque sé que es difícil. Si quieres sacar a un futbolista que está haciendo una gran temporada, lo saca cualquiera, pero no queremos sacar a jugadores que estén brillando. Si tratas de sacar a un jugador para liberar masa salarial y además no está haciendo una buena campaña, es más difícil. Y no lo digo sólo por Gueye, sino también por cualquier otra situación parecida. Yo confío mucho en la dirección deportiva. El club ha traído una persona muy preparada, que conoce muy bien tanto la categoría como el fútbol español, y quiero que se tenga confianza en la dirección deportiva porque creo que por su trayectoria la merece.

Por lo que conversa con Juan Carlos Cordero, ¿puede producirse alguna salida pronto?

—Yo creo sinceramente que sí que va a haber alguna salida y vamos a generar algún hueco para que ojalá venga algún jugador. La idea no es cubrir las 25 fichas, la idea es mejorar la plantilla. Imaginemos que salen tres; no vamos a traer necesariamente tres, podemos traer dos. Además, a mí me gusta mirar a la cantera. Creo que va a salir gente y también creo que va a venir alguien.

¿No cree que Puche merece más minutos?

—Si ahora terminara la temporada y me preguntaran con qué jugador he sido injusto, diría que Puche, porque a mí me gusta mucho. Es un jugador muy vertical, le pega muy bien con las dos piernas, puede jugar arriba y en banda… Hay que seguirlo muy de cerca porque no deja de ser patrimonio del club. Es un chico muy interesante y además tiene bastante gol.

Ahora que se ha lesionado Fran Gámez, ¿Luna puede tener su oportunidad?

—Ha venido una hornada con muy buenos laterales derechos porque también está Juan Sebastián. Tenemos muchas opciones y Luna es una de ellas. Retrasar a Larrazábal sería otra, además de contar en un momento dado con Juan Sebastián. También Francés podría ser un excelente lateral derecho para una solución como ésta. Me fastidia por Fran Gámez, pero afortunadamente es un sitio donde tenemos soluciones.

Gabi Milito se deshizo en elogios a Alarcón en AS. ¿Lo ve con capacidad de creación más allá de sus conocidas virtudes?

—Yo lo vi jugar en Chile porque se habló de la posibilidad de incorporarlo al Elche antes de que se lo llevara el Cádiz. Era un jugador con mucha llegada. Después en el Cádiz cumplió con un rol muy defensivo, pero es un futbolista al que le gusta soltarse. Cuando hablé con él le dije que yo no quería un rol defensivo, ya que me gustan los medios que cumplen las dos funciones y él lo tiene. A nivel de carácter es espectacular. A la hora de calentar o en el vestuario, si se oye la voz de un jugador por encima de las demás es la de él. Es un capitán sin brazalete.

¿Qué le pudo pasar para tener un paso tan decepcionante por el Cádiz?

—Sergio, cuando llegó en el mercado de invierno, incorporó a algún jugador del Valladolid, como Alcaraz o San Emeterio. A partir de ahí, él jugó menos. Al final, cuando uno es internacional por Chile, que es una selección fuerte, creo que debemos darnos cuenta de que tenemos un jugador de nivel. Es muy correcto en todo. La gente no puede esperar que sea un diez a nivel defensivo u ofensivo. Es un jugador con un muy buen nivel en todas las facetas del juego. Y a nivel de carácter y compromiso sí que es un diez. Yo estoy encantado con su llegada.

Jair termina contrato el próximo 30 de junio y aún no ha renovado. ¿Usted lo considera un pilar fundamental de cara a la próxima temporada?

—Todos lo consideramos fundamental y el club también. Yo sé que el club quiere renovarle y está en ello. Cuando me preguntaron dije que sí por su forma de ser y también por edad, ya que uno tiene la sensación de que aún tiene varios años de rendimiento. Por tanto, mi opinión fue favorable a su renovación y ya no me metí más. Espero, por el bien de todos, incluido Jair, que creo que es muy feliz aquí, que todo se arregle.

Francés reconoció ayer que no está al nivel de la pasada temporada. ¿A qué cree que se debe?

—Hay veces que los jugadores bajan un poco el rendimiento sin saber por qué. Y también están las expectativas. Con Francés son altas porque todos pensamos que debe ser un jugador referencia en los próximos años. Ojalá en el día de mañana sea el capitán del Real Zaragoza, señal de que habrá tenido una trayectoria como Zapater o Cristian Álvarez, que son santo y seña en este club. Lo veo entrenar y la dedicación que tiene y cuando uno se dedica como él y además tiene cosas muy buenas no me preocupa que de vez en cuando, como el día de Leganés, tenga un día raro, pero quién no tiene un día raro.

¿Qué jugador le ha sorprendido más?

—Yo diría que Francho, ya que lo conocía poco. Tenía muy buenas referencias de él por Generelo, ya que cuando estuvo aquí en las categorías inferiores lo había entrenado y siempre me había hablado muy bien de él. Es un chico joven y lo tenía visto, pero Jaume y Manu Molina jugaban mucho más. Reconozco que día a día me ha ido ganando. Si algún día le digo que se ponga de portero, creo que lo hará bien. A mí me encanta. Lo va a leer y se va a creer que va a jugar todos los partidos, pero reconozco que es uno de mis ojitos derechos porque lo veo un jugador muy completo.

Además, desde su llegada está jugando en el doble pivote y no de mediapunta, como sucedía con Carcedo.

—De mediapunta yo no le veo porque si tiene alguna carencia es que no tiene un buen golpeo a gol. El día del Huesca marcó, pero incluso salió algo mordida. Pero por su recorrido, es un jugador que en un momento dado sí que puede jugar muy bien en banda. Además, él tiene la tendencia de asociarse muy bien con la gente de banda derecha, por eso lo ponemos en el pivote derecho. O es mediocentro o en un momento dado por necesidades puede ser interior derecho. No le veo en otro sitio.

¿Qué se ha encontrado en el Real Zaragoza respecto a lo que usted conocía?

—Me gusta todo lo que veo. Como todo, hay cosas mejorables, pero el proyecto me gusta y así me lo vendieron cuando me reuní con Sanllehí el día que llegamos a un acuerdo.

¿Qué proyecto le vendió el director general?

—Un proyecto de ascenso. No me lo plantearon nunca, pero para seis meses no hubiera venido nunca. Lo que me ilusionó era lo que había detrás, un proyecto en el que tienen muy claro que van a ascender al Real Zaragoza y yo les creo porque lo veo en el día a día. Ya dije que me encantaría participar de ese ascenso, ojalá lo antes posible. Y si no estoy yo, estoy convencido de que lo harán con otro, pero este club no tardará en volver a Primera División. Eso es lo que a mí me enamoró para venir aquí.

¿Es fundamental tener en cuenta esa exigencia que tiene el Real Zaragoza a la hora de confeccionar la plantilla? Esta camiseta pesa más que el resto y hay jugadores que en otros equipos valen y aquí no…

—Coincido con ese análisis, no se trata sólo de firmar buenos jugadores. Yo he tenido jugadores con un rendimiento fantástico en un equipo y en otros han sido un desastre, parecían otros. Pasa lo mismo con los entrenadores. Hay gente a la que esto le viene grande o no encaja. El club es mucho más grande que yo, pero me siento muy a gusto. Ese banquillo no me pesa nada. Disfruto cada día jugando y entrenando. La línea debe ser un poco eso, buscar jugadores que sepan jugar con ese peso de la historia, de la camiseta y de lo que nos exige la gente.